Somos amigos, ¿verdad?

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«Stand up fucking tall, don't let them see your back and take
my fucking hand and never be afraid again!»

Girl

-Vamos, Kat. Comienza a anochecer, y si no nos damos prisa, nos quedaremos sin comida.

Las pequeñas patas del gatito dejaban marcadas las huellas sobre la arena del desierto. Caminaba deprisa, y las huellas surgían casi con más rapidez de la que se movían sus patitas.

Atardecía, y aquello le preocupaba. Aún no había conseguido comida ese día, y si cerraba la gasolinera antes de que llegaran, se acostaría un día más con la tripa vacía.

Un día más, y su estómago comenzaría a digerirse a sí mismo.

Las nubes se teñían de colores, sus piernas se movían sin descanso, y su mente viajaba atrás y adelante en el tiempo. Disparos en un callejón, un disparo en un bar de carretera, la sonrisa de Poison, un grito desesperado que dice "¡Corre!", la sangre brotando del torso de Hush, un gato saliendo de entre la chatarra, cinco voces alzándose hacia el amanecer en un simple estribillo, un drac a su espalda, el rostro de Hush a la puerta, una pistola violeta, la barba de Defying, la mueca de desagrado de Pony, y de nuevo, sangre manchando una camiseta roja...

Molesta, sacó aquella imagen de su cabeza. No se sentía culpable. En absoluto. Le había dicho que no se acercara, que dispararía si lo hacía. Ella no la había creído. Y había reaccionado casi por instinto, apretando el gatillo.

No es como si no se lo mereciera. Esa guarra merecía todo lo que pudiera pasarle. Y a ella no le importaba en absoluto.

No sabía qué había pasado con ella, en realidad. Debían de haber pasado unos cuatro meses, quizá algo menos, desde aquel incidente, pero aún lo seguía viendo bajo sus párpados como si hubiera sido ayer. El rayo violeta saliendo de su pistola, impactó en el estómago de aquella guarra. Las rodillas de Hush se doblaron, cayó al suelo, gritó. La sangre brotaba, lo manchaba todo. Y un sólo pensamiento en su cabeza: "Se lo merecía".

¿Y quién sabe qué habría pasado con ella? ¿Y a quién le importaba?

Había rumores de que BL/Ind la tenía, de que la retenían para convertirla a su causa. Otros decían que los Killjoys habían asaltado la sede y la habían rescatado. Los que más, que la empresa la había ejecutado públicamente. Pero sólo eran rumores, y Girl no creía que hubiera ido muy lejos después de dispararla. Probablemente, estaría muerta.

El penetrante maullido de Kat rompió el hilo de sus pensamientos. El gatito se había detenido, con el lomo erizado, y bufaba a la silueta de la gasolinera que se alzaba en el horizonte.

-¿Qué pasa, Kat? -un bufido y un gruñido fueron su única respuesta.

Girl no le dio más importancia. Kat solía hacer ese tipo de cosas raras, y ella tenía demasiada hambre como para preocuparse por las locuras de su gato.

Así que simplemente rodeó el cuerpo del felino, y siguió su camino. En la lejanía, ya veía la pequeña gasolinera en la que solía cambiar todo lo que no le era útil por cosas que sí lo eran. Adoraba esa gasolinera; estaba cerca de su hogar, el dueño era amable con ella, casi un amigo, y siempre tenían cosas interesantes. Pero a Kat nunca le había gustado, y siempre bufaba cuando se acercaba.

Pero aquel día, Kat no cejó en su empeño de hacerla alejarse. De un saltó, se colocó de nuevo delante de ella, con todo el pelaje tan erizado que la niña tenía la sensación de que se pincharía si intentaba tocarlo, los colmillos reluciendo a la luz del crepúsculo, y las orejas pegadas al cráneo. Bufaba, gruñía, y parecía a punto de saltarle a la cara.

Danger Days II: The Aftermath is SecondaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora