Capitulo 10

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MAXON

El resto del día recorrimos el Gran Salón, la Sala de Mujeres (esta vez me ella dejó entrar), el comedor y la biblioteca. Nos encontramos con Lucy y Aspen, que eran pareja, ojalá se casen pronto, se ven bien juntos; Cárter, Mary y por último a su familia. Los deje solos para que puedan hablar, pero antes de irme, la invité a cenar en el Gran Salón. Pensé en el jardín, pero con lo que pasó con Kriss, no me sentiría cómodo, y tendríamos que estar con guardias, aunque esté en prision; y yo quiero estar a solas con ella. La voy a volver a enamorar. Y le tengo una sorpresa para que recuerde algo.

Ese momento, después de salir de la cocina para hablar a solas, fue uno de los mejores que hemos tenido hasta ahora. Me tuve que esforzar mucho para no romper en lágrimas, pero más difícil fue no poder besarla. Esos labios que tanto extraño. Sentirlos contra los míos, poder acariciarla, besarle su fino cuello, sentir el olor de su pelo. Tengo que ser paciente.

AMÉRICA

Hoy hable con mis hermanos y mi madre, y ahora recuerdo muchas cosas. Muchas reuniones familiares, a los hijos de mi hermana Kenna y su esposo James, cuando escuchamos mi nombre en el Report para la Selección, y el peor de todos, el funeral de papa. Lo extraño. Sé que estaría orgulloso de mi. Excepto porque no recuerde algunas cosas.

Maxon me invitó a una cena nosotros dos solos, y estoy muy emocionada. Después de hablar con mi familia y de despedirme, fui a mi cuarto a cambiarme. Veo que en mi mesa hay un nota, y dice

De: Maxon.

Te espero en el Gran Salón a las 9:00, para nuestra cena juntos.

Te quiere, Maxon.

Miro el reloj, las 8:00. Bien. Me baño, escojo un vestido blanco del armario , me maquillo un poco. No soy de usar maquillaje. Faltan unos 10 minutos. Me pongo mis zapatos, me dejo el pelo suelto y salgo para ir a cenar.

Cuando llego, abro la puerta y hay una mesa muy elegante para dos, con muchas rosas color crema como centro de mesa.

-Hola-dice alguien a mis espaldas. Maxon. Me entrega unas rosas rojas. Yo las tomo gustosa.

-Gracias Maxon, son preciosas.

-Todo por ti, amor mío.- se arrodilla y besa mi mano. Me pongo del color de mi pelo, es tan apuesto y lindo!!-te vez preciosa sonrojada-suelto una risita nerviosa.

-Gracias. Y tu estás muy guapo-le doy un beso en la mejilla.

Nos sentamos en la mesa. Él me corre la silla como todo un caballero. Comemos nuestra comida y hablamos de cosas sin importancia, pero la verdad me reí mucho. Se siente agradable hablar así. De pronto suena una música suave, clásica, hecha por violín. Es muy linda.

-¿Quieres bailar?-me pregunta.

-Por supuesto.

Nos levantamos y nos ponemos a bailar. No sé cómo es que no me caí ni lo pisotee. Al parecer me sale bien bailar. Bailamos lento, cara a cara. Me hipnotizan sus ojos. No puedo quitar la mirada, Maxon es.....es...... irresistible.

Lo abrazo. Él apoya su cabeza en mi hombro y yo en el suyo. Me siento tan relajada, tan segura.

Después de un rato, nos volvemos a sentar en la mesa y comemos el postre. Me resulta familiar el sabor, es....es....¡¡Tartaleta de fresa!!

-¡Este es mi postre favorito!

-Ajá-dice con una sonrisa traviesa-y gracias a estas delicias, tuve mi primera cita contigo.-me río.

-Lo recuerdo. Todo gracias a May.

-Sí.

-Eras muy competitivo.

-Y lo sigo siendo, mi vida.

Fue una linda noche. Más tarde, él me acompaña a mi habitación. Vamos de la mano.

-Adiós Maxon. Hoy la pasé muy bien. Gracias.

-Yo también la pase muy bien, América. Cada momento a tu lado es el mejor.

-Te quiero.

-Yo más.

Entro a mi habitación. Estoy tan feliz. Creo....creo que lo amo. Me saco mis aros y mientras los pongo en la mesa, muevo algunas cosas y encuentro un sobre conocido. Tiene varias cartas. Espera, las conozco. Las leo.

Empiezan a caer muchas lágrimas. Son las cartas de Maxon. No puedo creerlo. Ya... Ya me acorde. Mi Maxon, mi...mi Real Marido. El hombre al que amo y eh olvidado. Pero también me acuerdo de todo. De la Selección, de las chicas, de Kriss, Celeste, mi padre, La Élite, los padres de Maxon, todo. Tengo que ir a buscar a Maxon.

Nuestras vidas comienzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora