Nuestras vidas comienzan

Capitulo 19

AMÉRICA

Falta una semana para el cumpleaños de Maxon, cumple 20 años, y planeo hacerle una fiesta sorpresa. Ya estuve calculando algunos detalles, y ya lo decidí, solo necesito prepararlo.

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Durante estos días estuve preparando su fiesta. Invite a nuestros amigos, las chicas de la selección (excepto Kriss), mi familia, la suya y a Nicolleta. Hasta la realeza estadounidense asistirá. Tendremos la comida favorita de él por todas las mesas, en el medio un espacio para bailar, un escenario oculto (ya verán para que) y un pastel (su favorito: de manzana). Ya tengo lo que me voy a poner, y ya tengo el traje para Maxon. Estoy muy emocionada. Hasta le tengo una pequeña sorpresa.

Pero hay algo malo.

No puedo ocultar esta emoción, de manera que tuve que esforzarme mucho como para ocultarlo, y hasta tuve que evitar a Maxon  (lo cual es muy difícil porque es tan lindo y guapo y lo amo).

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MAXON

Algo está pasando. América casi no me habla ni se me acerca. Ni siquiera me felicito por mí cumpleaños, que es hoy. Espero que no se haya olvidado. No. Ella siempre se acuerda de esas fechas.

Son como las 6:00 pm y voy a mi habitación para tomar un descanso después de terminar mi trabajo. Sobre la cama, encuentro una caja y al lado una nota con una letra muy familiar.

Para mi real marido,

Feliz cumpleaños. Sé que te estuve evitando estos días, pero valdrá la pena, te lo juro. Tengo una sorpresa. Dentro de esta caja hay algo que quiero que uses esta noche. Te espero en el Gran Salón a las 8:30 en punto. Te amo,

América.

PD: Ponte aún más guapo de lo que eres.

¿Qué estarás tramando, querida? Abro la caja y me encuentro con un traje muy formal. (Multimedia) Me gusta. Voy a bañarme y luego me pongo el traje. Me peino y me arreglo un poco. No ando a las apuradas, ya que me sobra el tiempo.

Son las 8:00. Falta un rato. Me quedo mirando el muro donde están las fotos mías y de América. Es tan hermosa, pero ni las fotos inmortalizan su belleza. Faltan 5 minutos para la hora. Mejor voy saliendo. Estoy en frente de la puerta. Miro mi reloj de mano, 8:30. Perfecto.

Abro las puertas y...

-SORPRESA.-grita todo el mundo.

- Feliz cumpleaños, Maxon.-me dicen.

Todo en mundo me felicita y yo les agradezco. Todos vinieron. Mis tías, la familia de América, las chicas de la selección, Marlee y Cárter, Aspen y Lucy, Nicolleta y hasta la realeza estadounidense. El lugar estaba increíble. Las mesas están llenas de mi comida favorita, la iluminación me encanta, la decoración, la pista de baile, todo.

-América organizó todo.-me dice Marlee.

-Y dónde está?-le pregunto. Quiero que verla. Quiero verla y besarla a más no poder para agradecerle por todo esto.

-Eso no se lo puedo decir.-me dice. ¿Otra sorpresa? Nunca me deja de sorprender esa mujer.

Me siento en una de las mesas y hablo con algunos de los invitados: la familia de América y mía.

-Espero que la pases bien.-me dijo May, dándome un abrazo.

-Gracias May.-le dije. Ella es tan cariñosa.

-Ella en serio se esmeró.-dijo mi tía Adelle, admirando todo.

-Nunca creí que organizaría algo así.-dijo Magda.

-Yo tampoco-pensé. Ella siempre elige cosas simples para ella, pero nunca me imaginé que hiciera esto. Y para mí.

-¿Saben dónde está?-preguntó Gerad.

Todos negamos con la cabeza.

-Marlee me dijo que no podía decirme.-dije.

-Ella está llena de sorpresas, cuídate.-dijo mi suegra divertida.

-Eso lo sabemos todos.-bromeé.

La música que estaba sonando se apagó de repente. Las personas dejan de bailar, las luces se apagan, excepto una, que ilumina a una parte que yo no había notado, un escenario.

Ahí se encuentra un violín colgado, y lo más importante, ella. Tiene puesto un vestido corto color menta y el pelo hecho una perfecta trenza (multimedia). Se ve tan hermosa. Ella gira por un segundo la cabeza, y nuestras miradas se conectan. Me regala una de sus preciosas y siento que me derrito por dentro. Anuncia en voz alta que la canción que va a tocar la escribió para mí. Yo me emociono. Luego vuelve al violín, lo toma y empieza a tocar. (Multimedia)

Todo el mundo la escuchaba, y yo no podía apartar los ojos de ella. Amo cuando toca el violín, y en ese momento, me quedé hipnotizado viéndola. Es como ver a un hermoso ángel pelirrojo acariciando las cuerdas del instrumento y formando canciones tan melodiosas que te llegan al corazón, expresando la melodía con su cuerpo. Ni siquiera me moleste en ver si Jason la miraba "así" , porque no me importaba. Estaba tan feliz. Ella organizó todo y encima compuso una canción para mí. Creo que voy a tener que esforzarme para borrar esta sonrisa que se me formó, porque no creo que se me vaya a ir tan fácil.

Cuando finalizó la canción, todo el mundo la aplaudimos. Ella hizo una reverencia a modo de agradecimiento.

-Feliz cumpleaños, Maxon.- dijo, y las luces se apagaron, dejando todo a oscuras. Como a los tres segundos se prendieron, y ella ya no estaba.

La busque con la mirada, pero no la encontré. Es traviesa. Siempre se escapa. Luego siento dos manos cálidas abrazándome por la espalda.

-¿Te gustó?-me susurró en el oído.

-No América, me encanto.-me giré, la pegué a mí, sujetándola de las caderas y la bese como Dios manda.

-Gracias, cariño. Disfrutemos la fiesta.-dijo contra mis labios.

Yo solo asentí emocionado. Quería disfrutar la fiesta por completo. Toda la noche bailamos, hablamos y al final comimos el pastel, que era de manzana, mi favorito. Ella tocó otras canciones con el violín y también con el piano. Yo, obviamente, no pude dejar de mirarla.