Nuestras vidas comienzan

Capitulo 9

MAXON

Te quiero

Te quiero

Me dijo: te quiero.

No puedo creerlo. Ya me está recordando. Esto es increíble. Bueno, esto es un comienzo. Solo, tengo que ser yo mismo con ella, y..., y recordará nuestros momentos juntos, como cuando nos conocimos, nuestra primera cita, nuestro baile bajo la lluvia..., todo. Ah, es que ese te quiero me sorprendió tanto como cuando me lo dijo la primera vez. Ese te quiero iluminó mi día.

Bien, mañana no. Mañana le mostraré el palacio, los lugares y a nuestros amigos del palacio, para que recuerde de a poco, no la quiero presionar. No sé si esta noche podré dormir, estoy tan emocionado. Me volví a sentir como el príncipe Maxon, solo que esta vez, no son 35, es una sola chica, la chica que amo tanto y que dedicaré lo que pueda del día en ella. Todo por mi querida América.

*********************************************************

AMÉRICA 

Maxon y yo estamos caminando por los jardines, y tengo la sensación de que a esta hora de la mañana, están más lindos. Me encantan las flores, me gusta estar al aire fresco.

Una imagen extraña se me viene a la cabeza. Estoy yo, con Maxon, y ah.....un momentito.....¿QUÉ? ¿LE PATEO LA ENTREPIERNA? Creo que me puse del color de mi pelo, porque él se rió de mi expresión.

-¿En qué piensas? ¿Algo se te vino a la mente?-pregunta divertido. Dios, este se da cuenta de todo.

-Sí-dudo un poco. Pero tengo que hacerlo, se preocupa mucho por mí, no puedo fallarle- Creo que una vez, aquí, te.....ah....patee la entrepierna.-el muy pícaro suelta una carcajada.

-Sí. Si, de hecho, fue nuestra primera cita-¿qué?

-¿Qué? ¿Yo le hice eso al príncipe?

-Ajá....-su expresión se volvió más seria- espera. ¡¡Recordaste que en ese momento era príncipe!!

-Sí, y recuerdo también que....cuando nos conocimos, creo que te grité y terminamos siendo amigos.

-Sip. Y nunca me voy a olvidar de lo hermosa que estabas ese día, querida.

Me sonrojé. Dios, es tan..... caballero. Se nota que es de la realeza.

-No soy tu querida.-le dije con fingido enojo.

Él suelta una risa. Suena muy bien. Se nota feliz, y eso me hace feliz a mí.

-Tengo algo para ti-me dijo.

-Gracias, pero no tenías qué molestarte, en serio.

-No. Yo siempre te daré regalos. Sé que no te gustan los regalos caros, aunque tenga muchas cosas en mente. Así que te daré los regalos necesarios para demostrarte lo mucho que te amo.-una sonrisa asomó por su hermoso rostro. Sentí mi corazón derretirse.-cierra los ojos.

Le obedecí. Pasaron unos segundos, y luego me dijo que los abriera. Cuando lo hice, Maxon tenía un juego de aritos violentas, y una pulsera de Esmeraldas. Eran hermosos. Y aunque fueran piedras preciosas, eran algo sencillo. Me encanta!!!

-Maxon, -le puse una mano en su mejilla-eres el hombre más dulce del mundo. Muchas gracias, me encanta. Aún conservo esa pulsera azul que me regalaste cuando volviste de Nueva Asia.

Espera. ¡¡Si!! Me acuerdo, y recuerdo también que ahí fue nuestro....primer beso.

Él beso mis nudillos varías veces. Se ve que estaba muy contento, lo veía en sus ojos chocolate. Esos preciosos ojos.

-¡¡Si!!

-Y que también, en ese momento fue nuestro primer beso, bueno, nuestros 2 primeros.

Su rostro se iluminó. Estaba contento, era imposible no darse cuenta.

-Si, amor. Y ese fue el día más feliz de mi vida, porque en ese momento me di cuenta que te amaba de verdad.

Una emoción me llegó al corazón. Es tan romántico. No entiendo cómo se enamoro de la chica que le pateó la entrepierna en la primera cita. A un PRÍNCIPE.

-¿Quieres dar un paseo por el palacio? Te ayudará a recordar, o eso espero.

-Ah, de acuerdo.

Nos levantamos y entramos al palacio. Pasamos por la cocina donde había una chica rubia y alta que me parecía familiar.. Esperen. ¡¡¡Marlee!!!

-Hola Marlee.

Ella se dio vuelta, y al verme, fue a abrazarme. Creo que ella estaba casada con un guardia del castillo.

-Hola América. ¿Cómo me recordaste?-preguntó emocionada

-Me acorde de tu nombre, y que eras mi amiga. Pero, am, no me acuerdo dónde nos conocimos.

-Nos conocimos porque las dos participamos en la Selección,pero me enamore de Cárter.

Cárter.... Cárter.....Ah sí, un guardia. Y recuerdo a alguien también. Alguien que también es guardia.

-¿Y cómo está Aspen?-pregunto

Los miro a ambos, y ellos intercambian miradas nerviosas, y no lo sé muy bien, pero creo que Maxon está....¿celoso?

-Lo que recuerdo de él, es que es un guardia. Solo eso.

La expresión de Maxon se relaja, no entiendo por qué se pone así. Tal vez hay algo importante que yo todavía no recuerde.

-Maxon, ¿puedo hablar contigo un segundo?-le pregunto.

-Claro-responde rápidamente, actuando como si no hubiera pasado nada por su mente.

Salimos de la cocina. Caminamos hasta estar solos. Miro para varios lados para asegurarme de que no haya nadie.

-Maxon-pregunto aguantando una pequeña risa- ¿acaso te pudiste celoso?

-No-yo pongo cara de "¿en serio?", y luego dice-bueno. Sí, y mucho.

-¿Por qué?-tomo su cara con mis manos y la acaricio con mis pulgares.

-Porque fue tu primer amor, y como no me recuerdas, tengo miedo de que recuerdes lo que sentiste por él y me dejes-sus ojos estaban vidriosos.

Espera, ya eh visto esa mirada. La recuerdo perfectamente. Yo también lloré cuando la vi. Son esos ojos que Maxon tenía cuando se dio cuenta de que Aspen había sido mi novio en un momento. Pero lo mal interpreto. Y lamentablemente, recuerdo lo que pasó después. Una lágrima se escapa de sus ojos.

-Maxon, mírame-lo hace, otra lágrima se desliza por su mejilla, yo se la limpio.-Aunque recuerde lo que sentía por él, no afectará nada. Él es como mi....hermano-me di cuenta que lo acabo de recordar- yo te quiero a ti, Maxon.

Su rostro se iluminó. Lo abracé, y se sentía bien. En sus brazos me sentía segura. Me abrazó más fuerte.

-Yo te quiero más, América.

Le acaricié el cabello con mis dedos. Es tan suave, tan sedoso. Maxon es el hombre más romántico del mundo. Me duele en el alma haberlo olvidado. Se ve que está dolido. Pero no dejaré que esté así. Ya verá. Haré todo lo posible para recordarlo.