Capitulo 11: Te amo

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MAXON

Siento que me derrumbaré muy pronto.

Yo no quiero a América, la AMO, la AMO tanto que....la deseo. Ya no puedo. Me siento solo. No puedo vivir con solo besos en la mejilla, no puedo dormir sin su cuerpo pegado al mío, no puedo vivir sin sus labios, no puedo vivir sin acariciarla, sin enredarme en ella, sin sentir su aroma, sin besar su fino cuello, no puedo. Ya no. La necesito conmigo. La extraño, pero no extraño a América Singer, extraño a América Schreave, mi esposa, mi mundo, mi todo. Siento mis lágrimas recorrer mi rostro, no puedo contenerlas. Kriss pagará por esto, pagará por el daño que me ah hecho sufrir...

Unos golpes en la puerta me interrumpen. No tengo ganas de ver a nadie. Digo que ahora no en voz alta. Pero luego habla esa hermosa voz.

-Por favor Maxon-¡América! Lo pienso por un segundo. Listo.

-Pasa-me limpio rápido las lágrimas de la cara.

Ella entra, la veo, también ah estado llorando. Pobre, no sé por qué, pero me duele verla así.

-¿Qué sucede?

- Solo necesitaba decirte que...te amo Mi Real Marido.-dice algo tímida.

-Ah.

Espera. ¿QUÉ? ¿A CASO DIJO....? Levanto la mirada hacia ella con los ojos grandes como platos, sorprendido. Ella está sonriendo.

-¿Acabas de decir......?

-Sí-me interrumpe. Se acerca a mi- Ya te recuerdo Maxon. Esas hermosas cartas que me escribiste, me hicieron recordar lo que sientes por mí y lo que yo siento por ti. Y ahora sé que te amo y te necesito.

Se abalanzó violentamente a mis labios, besándome salvajemente. Como si tuviera hambre, pero de mi. Se sentó sobre mis piernas y enredó las suyas en mi cadera, y sus brazos en mi cuello. Yo no me quedé quieto, le correspondí el beso. La levanté y la acosté en la cama mientras besaba su cuello. Aspiré su dulce olor.

-América, no sabes cuánto te extrañé-digo con los ojos vidriosos contra su cuello- Primero lo de Kriss, y después esto,fue horrible, fue mi culpa. Perdóname. Debí haberte defendido, debí.....-no seguí porque ahora sí estoy llorando.

-Shhh-me limpia las lágrimas con un dedo-Yo también estoy mal. Sentir que recordaba  a todos menos a ti, a mi marido.-me acaricia el pelo- Pero ahora estamos juntos, te recuerdo y no puedo estar más feliz por eso. Te amo, te necesito Maxon. No puedo estar sin ti, tus palabras, tu compañía, tus caricias, tus besos...

Ahora soy yo quien la besa, pero un poco más lento, quiero disfrutar este momento, quiero disfrutar tenerla conmigo, entre mis brazos.

Me quita la remera del pijama y acaricia mi abdomen. Sus manos son suaves y tiernas. Llevo mis manos a su espalda y le bajo el cierre del vestido. Ella se quita los broches del pelo, mientras su melena se esparce por la almohada como una hermosa cascada de fuego. Su vestido se va deslizando fuera de su cuerpo poco a poco, dejando ver su hermosa lencería.

Ella gira y me acuesta en la cama. Me quita el pantalón del pijama y lo tira para un costado. Me abraza mientras me da besos en el cuello.

Hoy dormiré feliz, sabiendo que esta vez, no estaré solo. Ella estará conmigo en todo momento. Mi Reina, ella es todo para mí, no sé qué haría sin ella.

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MAXON

Me despierto con mi América entre mis brazos. Por dios, que bien se siente tenerla de vuelta. Su olor me relaja. Siento su piel contra la mía, ella es tan hermosa, tan delicada, tan preciosa, tan sensual. Amo ver su rostro cuando duerme. Esa sonrisa que pone cuando está sumida en su sueño, relajada de todo, mi dulce América. Me pongo encima de ella. Le hago acaricias los brazos con la yema de mis dedos mientras beso su frente. Al rato se despierta con una sonrisa. Esa sonrisa que me vuelve loco. Loco por ella.

-Buen día, Mi Reina. Espero que haya dormido bien-y vuelvo a mi deber en su frente.

-Perfectamente, Mi Rey. Estar entre sus brazos me hace sentir tan cómoda. Como siempre. Te amo Maxon Schreave.

-Y yo más América Singer.

-Ahora soy América Schreave.-dice divertida.

Ella mueve la cabeza y alcanza mis labios. Pone sus manos en mi pecho, deslizándolas poco a poco hasta llegar a mi cuello. Me atrae hacia ella y las lleva a mi cabello, acariciándolo.

-Eres hermosa, cariño.

-Tú eres el hermoso. El más hermoso de todos, Maxon. Me faltan muchos adjetivos para describir lo hermoso y perfecto que eres. Me encantas.

Nos quedamos un minuto callados, mirándonos a los ojos.

-¿Qué pasó con Kriss?-sabía que en algún momento lo preguntaría.

-Está en prision, amor. No te preocupes, no volverá a hacerte daño.

-Contigo me siento segura.

-Ahora, quiero disfrutarte, amor.-le digo sensual, mientras deslizo mis labios de su mano a su cuello, dejando un rastro de besos en el camino. Esta será una larga y perfecta mañana.

Espero que les esté gustando la historia. Tengo varios capítulos adelantados para no atrasarme, así que subiré de vez en cuando mientras siga con los más adelantados. Me despido, con miles de tartas de fresa para ustedes. (Jaja, no suelo escribir estas notas)

Nuestras vidas comienzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora