Nuestras vidas comienzan

Capitulo 8

MAXON

Por un lado estoy frustrado porque mi América no me recuerda, pero por el otro estoy muy contento, porque está empezando a recordar cosas. Se acordó de su cuarto de Seleccionada. Es un buen comienzo. A este ritmo, pronto recordará todo. Ella se enamoró de mí por ser yo. Así que no cambiare mi personalidad, y le haré saber cuánto la amo para reconquistarla.

Invite a su familia para contarles lo de América. Kenna y James no pudieron venir, aunque los presentes ,May, Gerad y Magda, dijeron que ellos les dirían todo después. Les conté todo, desde que sentí su mano separarse de la mía, hasta lo que recordó. Todos escucharon con atención. Mi suegra parecía más preocupada que May y Gerad.

-Ahora está bien, la herida sanó, solo hay que ayudarla a recordar todo.-concluyo yo.

-Pero, ¿cómo está?-pregunta Gerad.

-Ella ya puede caminar y moverse tranquilamente. Pero no puedo evitar sentir culpa. Debí haberla rescatado de las manos de Kriss.-digo lamentándome.

- Ella está recordando cosas Maxon, eso es lo importante. No te tortures con eso, ella no hubiera querido que estés así.- dijo Magda para tranquilizarme. Tiene razón.- Espero que no le duela tanto recordar ciertas cosas.

Todos la miramos con comprensión, porque sabemos a qué se refiere: la muerte de su padre.

-Mamá tiene razón. -dice May-Pero tengo una pregunta.

Todos volteamos hacia ella.

-Si cada uno debe hacer algo para que ella se acuerde de uno mismo, ¿qué harás tú Maxon?

Yo sonrío. Sentí que esa pregunta aparecería en cualquier momento.

-La voy a reconquistar a mi modo.- digo con orgullo.

-Awww- exclaman May y Gerad aplaudiendo.- Sabía que eras el hombre ideal para ella. -dice May- Y pensar que siempre le decía que se enamorarían, ella nunca me creyó, hasta ahora.

Todos reímos. Son tan buenos conmigo. Son iguales a ella, pelirrojos, (excepto que Magda es más castaña) con ojos azules, esas sonrisas y esa actitud dulce que tienen cada uno. Son mi familia ahora, y Magda es como mi madre, es tan buena conmigo. Eh tomado la decisión correcta.

May tiene razón, yo tampoco creía poder enamorarme, sobretodo porque no sabía lo que era el amor, ni tampoco había conocido a América, pero cuando la conocí de verdad, una llama se encendió en mí. Esa llama tenía un solo nombre, y la misma razón por estar ahí: América Singer.

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No puedo dormir, no lo consigo. Me falta algo, algo que tener en brazos al dormir, algo que tenga ese olor que tanto deseo, ese algo pelirrojo que me vuelve loco, ese algo con esos ojos azules que tanto amo.

América está en su cuarto de la Selección. Pensé que ahí, estaría muy cómoda, y que de paso, tal vez recuerde algunas cosas.

Dios, ¿qué me pasa? ¿Por qué no puedo dormir? Ya basta. Iré a verla, para...asegurarme de que esté bien. Eso tal vez me calme. Me levanto, me cambio  y salgo para ir a su habitación.

Recuerdos se me vienen a la cabeza. Cada vez que iba hacia ese pasillo para encontrarme con alguna Seleccionada. Siempre pasaba por la de América. Me siento como el príncipe Maxon, el chico que no sabía por qué su vida era tan vacía, hasta esa noche en el jardín, justo antes de conocer a las seleccionadas, cuando la conocí.

No me doy cuenta de que estoy frente a la puerta.

AMÉRICA

Recuerdo esta habitación. Aquí pase varios meses, con mis doncellas..... ¿Cómo se llamaban? A..Annie, si, creo que así se llama. También, ah, Luly, DIGO Lucy, si, así. Y alguien más, M..M... Mary. Ella fue en la que más confiaba. Me caían muy bien todas,  pero ella era como en la que más confiaba.

Unos golpes interrumpen mis pensamientos. Digo que pase y es Maxon. ¿Ya eh dicho que su pelo se ve tan suave? ¿No? Bueno, pues lo admito.

-Hola.

-Hola.-le respondo.

-Perdón por venir a esta hora. Solo quería verificar que estuvieras bien. Que estés cómoda.

-Sí. Estoy bien, gracias. Ya estoy recordando cosas. Mis doncellas, mi familia, también.....-me sonrojo al instante al recordar nuestra primera noche durmiendo aquí juntos.

-¿Qué pasa?- pregunta el divertido.

-Nada. No te preocupes. Estoy bien.

-De acuerdo, ah...,buenas noches.-se va hacia la puerta. La abre, me mira por última vez. Yo le sonrío.

-Buenas noches-digo. Él cierra la puerta, pero antes de cerrarse por completo, me vuelvo a despedir- que descanses, te quiero.

Espera. ¿Qué? ¿Por qué lo dije? No sé por qué, pero....fue un....impulso, como si necesitara decirlo. No, estoy muy confundida. Debo irme a dormir. Mañana se aclarará todo.