Capítulo 29. Una oportunidad

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Christian

El dolor es indescriptible,peor que cualquier cosa que haya experimentado jamás.

Todo lo que puedo pensar es que he perdido a Ana,quería algo más con ella,pero ahora se ha convertido en polvo. ¿Qué esperaba?,No merezco una hermosa chica dulce e inocente como Ana.

Estoy desconcertado,por que todavía estoy sentado en el salón llevando sólo mis pantalones de pijama,cuando vuelve Taylor. Ni siquiera me había dado cuenta de ello hasta que escucho que se aclara la garganta.

-Yo.....emm...pensé que le gustaría saber que la señorita Steele llegó segura al aeropuerto,señor. -me informa cuando levanto la vista.

-Bién,si muy bién. Voy a dejar que te pongas en contacto con el equipo de seguridad,Taylor,simplemente asegúrate de que te den las actualizaciones habituales.

-Por supuesto señor.

-Voy a salir a correr. No estoy seguro de cuánto tiempo voy a estar fuéra.

Tengo que salir de aquí,para conseguir de alguna manera un poco de aire para respirar.

-Voy a cambiarme para ir con usted. -afirma.

-No. -Le repito. -Voy por mi cuenta.

-Señor,realmente sería conveniente que yo.....

-¡Por el amor de Dios! ¿Puedo ser más claro?, He dicho que voy a ir sólo.

Taylor está alarmado por mi estado de ánimo,pero no puedo evitarlo. Necesito estar sólo,tengo que salir de aquí antes de que las paredes de mi alrededor se cierren y me ponga a gritar. Es lo mismo que hago cuando tengo una de mis pesadillas,excepto ahora que estoy despiérto,pero esto no es un mal sueño del que vaya a despertar,ésta es la realidad de mi vida convertida en una pesadilla ahora que Ana se ha ido. Toda esperanza de algo más en mi vida ha desaparecido con ella. No hay nada sólo un abismo que se extiende delante de mí,noche entera y oscuridad sin fín.

-Muy bien señor,¿Qué puedo decir....?. -Lo fulmino con la mirada,asumiendo que va a tratar de venir a correr conmigo. -La señorita Steele....ella..su vuelo sale dentro de una hora.

Me mira con lo que parece preocupación,o tal vez piedad.

Estoy apunto de perderlo todo. Una ola de desesperación se apodera de mí,no sé cómo manejar ésto.

-Atiende mis llamadas. -Contesto,mientras le paso mi teléfono,y luego me dirijo a mi habitación para cambiarme y ponerme ropa de correr.

Me detengo cuando veo un sobre y un ordenador,es de Ana.

Lo revisé y me dí cuenta que se trataba de unos documentos de su trabajo y también había olvidado su ordenador,me siento en el borde de la cama mirándolo,podía devolvérselo enviándolo con un mensajero pero no pensaba hacerlo,devolverle las cosas que había dejado era como aceptar que todo entre nosotros había terminado,y yo estaría dispuesto a luchar contra todos los obstáculos para poder estar a su lado. Pero también podía sentir cómo se hace un nudo en mi garganta y me dí cuenta que estaba apunto de llorar,eso no puede suceder yo no lloro.

Puse sus cosas con cuidado sobre la cómoda,no puedo lidiar con esto ahora,tengo que salir de aquí. Rápidamente me cambio y me pongo la ropa deportiva,para después salir de la habitación.

Taylor está caminando en el vestíbulo,claramente esperando para interceptarme.

-Señor,Grey,al menos llévese el móvil con usted,en caso de que necesite seguridad. -protesta, pero lo ignóro. Francamente, ahora mismo estaría encantado de ser asaltado para justificar golpear a alguién.

Una vez que estoy fuera,voy caminando,todo sigue dando vuéltas en mi cabeza,no puedo huir de ello.

¿Qué es lo que está pasando con Ana? ¿Por qué se fué sin despedirse de mí? Sin embargo ella me ama,y yo tengo manera de poder llegar a ella,pero acaso debo dejarla ir,para que pueda encontrar el amor verdadero,no,yo la quiero más que a mi vida,¿Cómo puedo pensar en eso?,No tiene sentido.

Sin darme cuenta,he llegado hacia el consultorio del doctor Flynn,pero es domingo,él no trabaja los fines de semana. ¿Y qué iba hacer de todos modos?.

Así que me dirijo de nuevo al escala,presionándome a mí mismo aún más duramente. No he cronometrado,pero diría que he hecho todo el recorrido y la vuelta al departamento en tiempo récord. Al llegar observo una mirada de alivio en la cara de Taylor cuando se da cuenta que estoy de vuelta. Intenta interceptarme,pero paso rápidamente a través de la sala de estar.

-Sólo voy a tomarme una ducha. -pero entonces aparece Gail.

-¿Qué le gustaría desayunar,señor Grey?. -Pregunta.

-Es fín de semana. ¿Qué estás haciendo aquí?

-Oh,me encontraba cerca,así que pensé que también podría ser de utilidad. Ya sabe que siempre me gusta cocinar para usted en cualquier momento. -Gail sonríe. Allí está esa mirada de nuevo,al igual que Taylor. La preocupación,¿O es lástima?

Es evidente que Taylor le dijo que Ana se ha ido.

-Entonces,¿Qué va a querer,lo de siempre, señor. -Gail me presiona.

La comida es la última cosa que tengo en mente,pero es más fácil sólo dejarme llevar por ella,supongo.

-Sí,gracias.

-Su desayuno estará listo,cuando haya salido de su ducha señor Grey.

Voy a mi habitación y entro a la ducha,cuando estoy bajo el agua caliente,repentinamente arrojo la botella de gel,estrellándose contra la pared,y destrozándolo en mil pedazos. Me enjuago, salgo de la ducha para recoger los pequeños trozos de vidrío,después me visto con mi acostumbrado a tuendo de fín de semana,una camisa de lino blanco y unos jeans negros que automáticamente tomo del armario sin siquiera pensar en ello.

De pronto una desesperación se apodera de mí,no había pensado qué explicacion le daría a mi madre,probablemente mi familia asumirá que Ana no quiere saber más de mí por que realmente soy gay,y simplemente intentaba ocultarlo. Pero apesar de que hago ejercicio,siento como si cargára demasiado equipaje y no puedo respirar de manera adecuada. Abro las puertas de la terraza para poder pasear,hace mucho viento porque es un día esplendoroso. No es un lugar para visitar,ya que hasta la balustrada bajo la barrandilla en el borde de la terraza es de cristal,para permitir una vista panorámica de Seattle.

Me dirijo hacia la barra inclinándome para mirar abajo,es un largo camino,las personas se ven pequeñas realizando sus actividades diarias,mientras que yo estoy aquí en mi torre de marfíl. ¿Así es como veían las cosas esas pobres almas perdidas atrapadas en las torres gemelas?,lo único que debió haber pasado por su mente antes de tomar la descisión de saltar. Una vez que saltarón fué la última experiencia de liberación,unos segundos de total libertad ante un final rápido.

-Señor,Grey,por favor,aléjese del borde.

La voz de Taylor interrumpe la tranquilidad de mi ensoñación.

Volteo para mirarlo,con sorpresa veo que junto a él se encuentra Ana.

Poco a poco empieza a caminar hacia mí,mirándome fijamente a los ojos sin romper el contacto visual.

-Vamos a volver adentro Christian. -continúa Ana,mientras llega a mí y agarra mis brazos.

Empiezo a dejar que guíe lejos del borde del balcón,no puedo dejar de lanzar una última mirada persistente sobre el borde,pero Ana me aleja,llevándome de nuevo al dormitorio,donde Gail está de pie esperando,con su mano tapándose la boca,la veo forzar una sonrisa en su cara.

-¿Vamos a solucionarlo, verdad, señor Grey?. -Dice Ana mirando mis manos,la parte delantera de mi camisa blanca está cubiérta por sangre,al igual que mis manos,debí haberme cortado con los trozos de cristal.

El amor de Anastasia SteeleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora