Capítulo 32 Mi realidad

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Christian

Me despertó el sonido del despertador abrí los ojos y me encontré unos enormes ojos azules sonriéndome,me dí cuenta que había experimentado una de mis pesadillas,la peor que he tenido en mucho tiempo,no cabe duda que fué provocada por el miedo inmenso de perderla. Fué un alivio tenerla conmigo al despertar. Nos quedamos dormidos después de haber platicado y perdí la noción del tiempo.

El poder abrazar de nuevo a Ana hiciéron que mis terrores desapareciéron mucho más rápido de lo normal,ella es la mejor terapia posible que existe para mí. Ahora estoy descubriéndo que cada vez que me toca,una pequeña fracción de mi dolor desaparece,es por eso que tengo que tenerla en mi vida para siempre,porque me hace sentir completo de una manera que nadie más puede.
Cuando ana me pidió que le contára mi pesadilla,le dije que eran las mismas de siempre,no tuve el valor de revivir nuevamente lo que había visto.

Por primera vez en mi vida estaba viviendo plenamente sintiéndo todas las emociones tanto buenas como malas,con mayor intensidad que nunca,experimentando cambios anímicos radicales,en un momento me sentía completo y dichoso y al minuto siguiente mis temores me sumergían en un abismo de desolación,que una mujer como Ana me amára era algo bueno como para ser real, me sorprendía a mí mismo temiendo que algo malo ocurriéra y que alejára a Ana de mi lado para siempre como en mi pesadilla. Ahora que conocía la luz me aterra pensar que en cualquier instante,podría perderme en la oscuridad.
Intenté aparentar tranquilidad,no tenía sentido que ella supiéra la tormenta que se agitaba en mi interior.

Había planeado algo especial para sorprenderla,deseaba que pudiéramos tener un día tranquilo y agradable sin sobre saltos,como una pareja normal.
Le propuse ducharnos juntos y ella aceptó pero seguía distraída,verla en ese estado me ponía muy nervioso,comenzaba a imaginar lo peor,tal vez estaba analizando lo que platicamos ésta mañana y que a lo mejor estaba decidiendo,si valía la pena complicarse la vida de esa forma,sólo para estar conmigo,si seguía así sabía que mis planes de pasar un día especial juntos se esfumaría,así que insistí para que se expresára,hasta que finalmente dijo:

-¿Qué es lo que ves en mí?

Tomé su mano para darle seguridad.

-veo a una chica dulce de la que me enamoré, y que ocupa en mi vida un lugar que nadie ha ocupado,quiero demostrártelo con hechos. -dije muy seguro para tratar de convencerla.

Sintiéndo un impulso la abracé,me sentía torpe y fuéra de lugar,pero a ella le gustó y pareció calmarse,cuando sentí que estaba mejor la invité a bañarse conmigo. Todavía tenía en mi cuerpo,restos de lápiz labial que ella había utilizado para trazar,quise dar un paso más en el arduo camino de vencer mis limitaciones,y le pedí que me quitára los restos del labial,fué un momento tenso pero íntimo.

Habían partes de mi cuerpo que al ser rozadas me recordaban mi tormentosa infancia,durante los minutos que Ana tardó en quitar el maquillaje,todo el dolor que a diario me esforzaba en ocultar salió a la luz,hasta ese momento no había querido mostrarme tan vulnerable ante ella.

Pero finalmente entendí que esa era la única forma de profundizar el vínculo que nos unía,dándole la oportunidad de que vislumbrára aunque fuéra por unos instantes el abismo del que estaba intentando escapar,ella lloraba,le dolía mi dolor,eso me angustió mucho,porque era algo que no podía remediarse,una parte de mí estaba destruido.

De pronto ella me miró a los ojos y susurró

-Ahora sé que me quieres.

El amor de Anastasia SteeleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora