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D I A N A    P O V

Me da igual cual sea el castigo, ver a los chicos todos teñidos ha sido graciosísimo, pero lo mejor han sido sus caras al ver que Bart no ha hecho nada. Estoy deseando que nos la intenten devolver, porque les espero con los brazos abiertos para darles el doble.

—Chicas, hoy es el show de los chicos, ¿no? —preguntó Wen, y todas asentimos. Como los shows duran unas dos horas, incluso tres, no podemos hacerlos el mismo día, pero aún así ayer Bart les mandó a ensayar después de nosotras. ¿Se pensaba que nos íbamos a llevar bien por cruzarnos o qué?

—Sí. —respondió Ivana concentrada en el portátil. Aunque ella es de Vine, es la mejor editando vídeos. Nos ha demostrado que cuando se trata de informática ella está al cargo. Lleva una hora y media, con dos portátiles y todas las cámaras preparando el vídeo.

—¿Te queda mucho? —preguntó Em ansiosa.

—No, diez minutos como mucho, estoy añadiendo música de fondo para que no se haga tan pesado, he cortado muchas cosas para que dure sólo diez minutos, que es lo que suelen durar los vídeos de Sophie. Si quieren la versión larga —hizo una parada y tecleó algo.— que la pidan y también la podemos subir, pero más adelante, cuando este haya superado el millón, que lo superará en, según mis cálculos y si lo subimos ahora... —cogió una libreta y empezó a escribir cosas como una posesa.

—Es un puto genio... —murmuró Charlie y todas reímos o asentimos, menos ella, que creo que no lo escuchó. Estaba demasiado metida en sus cosas.

—Debería superar los dos millones de visitas en dos días, si las fans son rápidas. —dijo y tiró la libreta hacia atrás. Esta dio contra la pared y quedó perdida por la habitación.

—Siempre lo son. —contestó Emma y todas sonreímos de acuerdo.

La verdad es que las fans hacen todo esto posible, y hemos tenido una acogida en Magcon tremenda. Yo no me lo esperaba, por lo menos.

—¿Por qué no bajamos a comer algo? Me muero de hambre. —dije sobando mi barriga.

—Aún me queda un poco, podéis ir vosotras. —contestó Iv sin despegar la vista de la pantalla. Le va a dar algo, os lo juro. Mi abuela ya hubiera maldecido en español por todos los santos y las vírgenes a los jóvenes de hoy en día que no nos apartamos de los aparatos electrónicos. Llevaba demasiado tiempo ahí y no había comido, y no quería dejarla sóla.

Intercambié una mirada con Charlie, que debió de pensar lo mismo que yo.

—Yo me quedo con ella, traed cosas ricas. —me guiñó un ojo.

—Traeremos a Zac Efron del lado oscuro, descuida. —dijo Sophi y las cuatro salimos mientras nos reíamos, menos Wen.

—¿Y eso a qué viene? —preguntó y las tres la miramos alzando una ceja. Eso es compenetración y lo demás son tonterías.

—Es gay, Wen. —explicó la otra rubia y la pequeña del grupo se tapó la boca con las manos y abrió los ojos. ¿Alguna vez he dicho que es adorable?

—Pero... no puede ser... —susurró separando un poco sus manos para luego volver a tapar su boca. Em le puso una mano en el hombro y asintió. Todas hemos pasado por esto al enterarnos. Negación, frustración, aceptación. O en el caso de Wendy Jones, y como podré comprobar durante mucho más tiempo, negación, aceptación, esperanza. Hasta para eso es positiva.

Bajamos en el ascensor y de vez en cuando seguía murmurando un ''No puede ser'', lo que hacía que nosotras riésemos.

—¿Está abierto el restaurante? —preguntó Sophie.

—Eso espero, porque como tengamos que ir hasta un super muero por el camino. —dije cansada y me miraron raro.— Dormí poco, estoy cansada, y soy floja. —dije en español y me miraron aún más raro a lo que yo reí.— Necesito nutella, me queda poca.

—¿Que te queda poca? ¡Tienes cuatro botes en una maleta! —exclamó mi compañera de cuarto y la fulminé con la mirada.

—Cállate Sophie, eso sólo llega para cuatro días. —dije mientras entraba corriendo en el restaurante del hotel. ¿Y sabéis qué? No tenían nutella, por lo que fuimos a la cafetería y compramos dulces y bolsas de cosas. Si cogemos más cosas del minibar Bart nos mata, o peor, nos pasa la factura.

Lo gracioso es que Wen seguía en shock y murmurando ''No puede ser'' o ''Es imposible...'' o mi favorita ''Yo creía en Zanessa''.

—Mira quiénes van por ahí. —dijo Emma. Me giré y vimos pasar a Matt -comiendo- con Aaron, Hayes y Carter. No pude evitar reírme al ver al chino, y al parecer se me escuchó demasiado porque un codo impactó contra mis costillas y acto seguido el pitufo... digo Carter, se giró y me lanzó una mirada más afilada que una estrella ninja.

En cambio, en vez de seguir andando, Carter se acercó a nosotras con paso firme. Solté una risita. Ya sé que es un momento serio y todo eso, pero es que estaba muy gracioso. Y a mi risita le siguieron unas cuantas.

—A mí no me hace gracias. ¿Con qué se va esto? —preguntó. Paramos de reír y miramos a Sophie. La verdad es que no tenemos ni idea, el tinte lo compró ella, dijo que ya lo había usado y que no era tóxico ni nada de eso. Incluso era anti-alergias, por si acaso.

—Con tiempo. —contestó seria.— Un mes y medio, más o menos. Puede que dos.

—¿QUÉ? —gritó Carter y vi como los chicos atrás hacían serios esfuerzos por no reírse. Sophi explotó en carcajadas que le dejaron bastante confuso.

—Es broma, pitufín. Estaba exagerando. A las tres semanas el color se empieza a ir por partes, al mes no tendréis nada... en el cuerpo. En el pelo no estoy muy segura de que tinte usé...

—¿Con tu pelo? Ya se ve, sólo espero que no me queme las neuronas como a tí. —bufó Carter, y la rubia mayor lo miró entrecerrando los ojos y con la cabeza ladeada.

Oh no. Conozco esa mirada.

Carter, retíralo. Retíralo. ¡Retíralo! ¡RETÍRALO!

—¿Es cosa mía o me acabas de llamar tonta? —dijo con voz amenazadora. Si yo fuera Carter estaría cagada. ¿Es que no ha visto los vídeos? Las peores bromas ni siquiera se las hace a sus hermanos porque llega un punto en el que le dan pena. Y Sophie McAdams no siente pena.

Aaron le dio un codazo, como diciéndole que se espavilase y le pidiese perdón, pero eso no iba a pasar, no estando como estaba de enfadado. Y eso que era el más tranquilo de los tres a los que habíamos teñido. Si hubiese sido Gilinsky, ¡o Cam!

Si esta conversación la hubiera tenido con Cameron se habría desatado la Tercera Guerra Mundial.

—¿Tampoco lo pillas que te lo tengo que explicar? —replicó el chino. Em y Matt se dieron una palmada en la cara a la vez. Por todos los unicornios Carter, cállate.

Sophie soltó una risita sarcástica.

—Yo por lo menos soy famosa por mi ingenio, y no por los gritos de mi madre. —dijo cruzándose de brazos.

ALERTA NARANJA, TENEMOS SALSEO. No me gusta nada por donde va esto.

—¿Qué has dicho? —preguntó Carter incrédulo.

—Lo que has oído, ¿o es que el tinte ya te ha afectado? —y como una diva se fue en ese momento dejándole con la palabra en la boca.

Subimos en el ascensor en silencio, lo único que se oía eran los dedos de Sophie repiqueteando el la barandilla del ascensor. Tenía las mejillas rojas, probablemente de ira.

Carter Reynolds, la has cagado por todo lo grande.




Hey Koalas :)

Espero que os guste, se acercan momentos realmente graciosos jejeje

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