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W E N D Y P O V.

Azúcar, azúcar, azúcar.

Mi cuerpo necesita azúcar.

Parezco una canción de reggeaton, vaya.

Las convenciones dan mucha hambre. Y no tuvimos casi tiempo entre esta y el Meet and Greet, por lo que Didi y yo estamos en busca de un súper abierto, pero es sábado por la tarde-noche y lo único que hay abierto son los locales de copas. Y todo porque el restaurante del hotel estaba a tope y no queríamos esperar media hora.

-Tengo tanta hambre. -se quejó Didi y me reí. Su nutella había desaparecido cuando más la necesitaba y rodarían cabezas cuando llegásemos.

-¡Mira! Una heladería abierta. Vamos, corre. -cruzamos por el medio de la carretera cuando no pasaban coches y entramos en la heladería, donde había cinco personas por delante de nosotras. Era un pequeño local pintado de colores pastel, en la pared tenía frases de canciones mundialmente conocidas escritas en negro y una gran pizarra donde ponía que los helados eran caseros.- ¿Tienen helado de nube? Dime que sí, por favor. -localicé el helado azul y sonreí contenta. Azúcar para mis venas, sí.

Didi tarareaba la canción que había compuesto y sonreí. Me fue imposible no llorar cuando la cantó. Ojalá nunca me enamore, porque no quiero arriesgarme a que me pase lo mismo.

-La canción es preciosa. No sabía que tenías ese lado rockero. -sonreí. Cuando se piensa en Diana Gomes no te la imaginas tocando la guitarra eléctrica y cantando Guns N' Roses. Más bien haciendo covers de The Fray o Coldplay. Supongo que a los demás les pasa lo mismo conmigo. También tengo mi lado oscuro.

-Oh, sí. Soy una pequeña Emma Walker en potencia. -dijo divertida y nos sonreímos cómplices. Nadie, por mucho que lo intente, será jamás tan especial como lo es ella. Simplemente es algo natural.

-¿Puedo hacerte una pregunta? -asintió.- Hoy dijiste que un ''amigo'' te había dicho que te desahogases escribiendo una canción. ¿Fue alguno de los chicos?

La cola avanzó hasta que sólo teníamos a un señor por delante.

-Sí, fue Matt. Creo que podríamos llegar a ser buenos amigos, nos parecemos bastante.

-Eso sería genial, no veo la hora de que las cosas se normalicen un poco. Aunque lo de hoy está claro que fue un gran paso por su parte. -me encogí de hombros. Quizás al fin podríamos hacer los shows juntos y las fans no tendrían que pagar tanto.

Ya era nuestro turno y cada una pidió una tarrina grande. Iba a pagar el mío, pero Didi me retiró la mano y tendió un billete de diez dólares a la chica. Le sonreí y le di un beso en la mejilla. Salimos y empezamos a caminar de vuelta al hotel.

-Wen, ¿puedo hacerte una pregunta? -preguntó cautelosa y asentí obvia. Dudó antes de preguntar y me dio la impresión de que se estaba arrepintiendo de habérmelo dicho.- ¿Qué pasa con tu hermana?

-¿A qué te refieres? -pregunté nerviosa.

-No me malinterpretes, la quiero mucho, pero a veces... actúa raro. Como si desconectase del mundo, pero literalmente. Tiene días geniales en los que es Charlie, la mejor amiga que puedas tener, pero otros en los que está muy extraña y nos aleja a todas, menos a ti.

Ahora me puse más nerviosa. Llevé una cucharada enorme de helado a mi boca para tener tiempo de pensar. Mis muelas protestaron, y mi cerebro también, pero me dio igual. Lo que sea para ganar unos pocos segundos.

-Ella es así. No tiene más. -me encogí de hombros.

Didi me miró entrecerrando los ojos, y gracias a Aslan lo dejó pasar. Cuando llegamos al hotel había fans en la puerta y estuvimos un rato con ellas. Una me dio las gracias por hacer que los chicos estuvieran en el show. Me explicó que no podía pagar las dos entradas y había elegido ver a Wedics.

¡A esto me refería! Prefiero no pensar en todas las fans que han estado en la misma situación.

Cuando entramos en el hotel nos encontramos a Jack, Aaron y Matt sentados en los sofás de recepción. Didi enganchó nuestros brazos y caminó hacia ellos, arrastrándome.

Se sentó en frente de ellos. Aaron nos miraba sorprendido y los dos rubios sonreía.

-Hola. -saludó Matt con una sonrisa. Miró nuestras tarrinas vacías, hizo una mueca de disgusto, se encogió de hombros y volvió a sonreír. Me recordaba a mi hermana cuando mantenía conversaciones con ella misma. Hacía exactamente lo mismo.

-Hola. -respondió Didi.- Queríamos agradeceros que vinieseis hoy al show, estuvo bien.

-No fue nada. -Aaron se encogió de hombros.- La verdad es que lo hicisteis bastante bien. -fruncí el ceño y Jack le dio un codazo que intentó ser disimulado pero sin conseguirlo.- Muy bien, quiero decir. Para ser chicas.

Mi boca se abrió indignada y Matt se dio una palmada en la frente mientras Jack volvía a darle un codazo, esta vez nada disimulado. Estaba claro que se había expresado mal sólo por la cara que puso.

-No me he explicado bien. Quiero decir que pensé que al ser un show de chicas estaría dirigido a solamente chicas y que sería todo muy rosa y ñoño, pero ha estado muy bien. Me divertí mucho. -vale, ahora sí que lo había arreglado. Me reí al ver lo nervioso que estaba. Casi suspiró de alivio cuando le sonreímos, dando a entender que todo estaba bien.

-Creo que voy arriba. -dije levantándome y alisando mi camiseta. Odio que la ropa se me arrugue, en serio.

-Te acompaño. -Jack se levantó riendo y caminamos juntos hasta el ascensor.- ¿Se puede cagarla más con menos palabras?

-Bueno, podría haber dicho: ''Wen, esos vaqueros son bonitos, pero te hacen un poco gorda, ¿no crees?''. -intenté imitar la voz de un chico y Jack soltó una carcajada.

Al mirarle seguía riendo. Si alguien pasase a nuestro lado o nos viese de lejos en este momento, pensaría que éramos dos amigos compartiendo una broma.

-Tienes razón, eso habría sido...

-¿Un intento de asesinato? -le interrumpí y ambos sonreímos. Entramos en el ascensor y marcó el piso número 6.

-Bueno, yo testificaría a tu favor. -me golpeó suavemente con el codo en la cintura. ¿Qué tenía este chico con los codazos?

-Gracias, lo valoro. -me miró de arriba a abajo sonriendo.- ¿Qué? -pregunté sin entender.

-A tu lado me siento alto. -hizo una pausa.- No te estoy llamando bajita, no quería ofenderte.

Le miré a la cara, intentando descifrar si se estaba burlando de mí o lo decía en serio. Creo que lo decía en serio.

-No te disculpes, ser bajita no es algo malo.

Nos quedamos en silencio apenas unos segundos en los que me dediqué a mirar el -poco- interesante techo del ascensor.

-El show estuvo genial. Tu imitación de Shakira fue de las mejores que he visto. -dijo, esta vez burlándose. Le miré alzando una ceja y levantó las manos.- Vamos, era una broma.

No pude evitar sonreír. Las puertas se abrieron y salimos al pasillo. Allí nos dividíamos. Chicas a la izquierda, simios y algún chico que otro majo a la derecha.

-Quizás algún día puedas cantar el Waka Waka en un show. No me lo perdería ni por Gilinsky depilándose las piernas.

Le enseñé mi dedo corazón y abrió los ojos como platos. Yo también tengo mi lado oscuro, os lo dije.

Me giré y caminé hasta la puerta de mi habitación.

-Adiós, pequeñaja.

-Adiós duendecillo. -respondí para picarle y escuché su risa.

Quizás no estábamos tan lejos de ser amigos.

WEDICS » Magcon Girls And Magcon BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora