D I A N A P O V
Cuando entré a Magcon pensé que no me aburriría ni un sólo segundo, que estaríamos todo el rato riendo, gastando bromas y conociéndonos cada vez más.
Vale, la mayor parte del tiempo es así, pero como somos unas vagas abundan los momentos en los que estamos tiradas en la cama sin hacer nada.
—Hagamos algo. —digo, y todas menos Emma niegan con la cabeza.— Vamos, vayamos a algún sitio. A conocer la ciudad. —y vuelven a negar con la cabeza. Entiendo que estén cansadas después del Show, pero una cosa es eso y otra que una planta sea más activa que ellas.
En ese momento entran los hermanos de Sophie por la puerta y les miro esperanzada. Seguro que a ellos sí les apetece hacer algo.
—Tyler, Jason, ¿os apetece hacer algo? —ambos se miran entre ellos un poco nerviosos, no entiendo por qué. Miran a su hermana con miedo.
_Soph, vamos a ir a jugar al baloncesto. —dice Jason. La rubia alza la mirada hacia sus hermanos y levanta una ceja.
—¿Solos? —esa pregunta es un poco tonta. ¿Con quién iban a...? Ups. Ahora entiendo el nerviosismo de los gemelos.
—Los chicos nos han invitado. Adiós. —dice Tyler lo más rápido que puede y ambos salen corriendo.
—Pequeños traidores. —murmura Em y Soph la mira mal, a lo que la pelirroja se encoge de hombros. Es gracioso después de haber visto todos los vídeos en los que Sophie hacía cosas ilegales a sus hermanos salta cuando alguien dice algo de ellos. Eso demuestra que en el fondo les quiere.
—Yo me voy a pasear. —digo levantándome y poniéndome las sandalias.
—Voy contigo, ahí os quedáis. —dice Em y las dos salimos de la habitación.— Aburridas. —grita cuando estamos llegando al ascensor y me río con ella.
La verdad es que no he hablado mucho con Emma. Es decir, sí, me cae muy bien. Pero sólo hemos hablado a solas un par de veces.
—Es una buena oportunidad para conocernos más. —sonrío mirando a la pelirroja, pero esta no me devuelve la sonrisa, por lo que la mía va disminuyendo poco a poco.
Miro al suelo incómoda y me dedico a examinar con la mirada cada piedrecita de mis sandalias hasta que escucho que Em se ríe. Primero es una risilla que desemboca en carcajadas.
—Tendrías que haberte visto la cara. —dice al fin. Intenté mirarla mal, pero no se me da muy bien eso.
Salimos por la puerta principal del hotel donde había unas cuantas fans. Hablamos un poco con ellas, nos sacamos fotos y seguimos usuarios de Twitter durante quince minutos. Luego nos despedimos y caminamos por las calles desconocidas.
—¿Tienes idea de a dónde vamos? —me reí al ver que Emma miraba el nombre de las calles.
—En realidad sí. Cuando preguntaste si íbamos a algún sitio busqué una cosa en Google Maps. —explica.
Prefiero no preguntar el qué, pero Em se ve bastante emocionada por la idea.
—¿Qué quieres ser de mayor? —pregunto y Em me mira irónica.
—Pareces una niña pequeña. —se burla. La verdad es que sí lo he dicho un poco como una niña pequeña.— No me lo he planteado. Dejo que la vida siga su curso. Que lo de Youtube dure lo que tenga que durar, luego ya encontraré otra forma se ganarme la vida que me haga feliz. ¿Y tú?
—Cantante. Pero profesional. Mi sueño sería ganar un Grammy. —me puse las manos en el pecho con una gran sonrisa. Cada vez que pensaba en que algún día estaría tan metida en la música como para optar a tal premio se me aceleraba el corazón.
—Aquí es. —anunció mi amiga. Alcé la vista y me fijé que era un local de piercings y tatuajes. ¿Qué se va a hacer esta loca?— Entremos.
Ella entró primero. A diferencia de lo que me esperaba, el sitio me gustó. Era amplio, con luz clara y miles de dibujos pegados en las paredes, supongo que posibles tatuajes.
Nunca había estado en un sitio así. Impresiona.
En frente había un chico de espaldas apoyado en un mostrador. Llevaba una camiseta gris que enseñaba sus dos trabajados brazos y totalmente tatuados.
—Tiene buen culo. —murmuro con aprobación. Em asiente mirándolo también.
—Y es alto. —añade.
Ruedo los ojos y me río.
—A ti cualquiera que sea de tu altura o más te parece alto.
—Mido 1'73, ¿qué quieres? —las dos nos reímos, captando la atención del chico. Y qué ojos. Qué sonrisa. Qué cara.
¿Atarlo y llevarlo a mi casa para siempre será ilegal? No, con esa sonrisa tiene que ser más legal que ir a votar.
—Hola chicas. ¿En qué puedo ayudaros?
Necesito ver a Bellamy pronto, en serio.
—Me quería hacer el septum. —dice Emma y la miro olvidándome del chico que tenemos en frente. ¿En serio se va a agujerear la nariz? A ver, a mí me gustan mucho los piercings, pero soy una cagada para las agujas.
Yo también tengo ganas de un cambio, pero mis cambios suelen ser en el pelo.
—Perfecto, pasad por aquí. En unos minutos empezamos.
La verdad es que fue muy rápido. Em sangró bastante, o eso me pareció a mí. Cuando se le detuvo la hemorragia le limpió la herida y le puso el piercing que escogió.
¡Y qué bien le queda!
—¿Cómo te puede quedar tan bien? —pregunto sincera y Em me sonríe.
Pagamos al chico y le damos las gracias. Paramos en una heladería y volvemos a el hotel, ella con un helado de fresa y yo con un granizado de mango.
—¿Te dolió mucho? —pregunté en el ascensor. A lo tonto habíamos estado fuera dos horas.
—No, esa zona no tiene demasiados nervios. Hay culturas africanas que en vez de pendientes en las orejas lo tienen aquí. Hacía mucho tiempo que quería hacérmelo.
Cuando se abrieron las puertas del ascensor la escena fue un poco incómoda. Nos encontramos con algunos de los chicos en el pasillo y se nos quedaron mirando un buen rato.
—Diana, Wen te estaba buscando. —me dijo Matt. Asentí y sonreí levemente para luego caminar hasta la habitación de Ivana y Em.
—Hola caracolas. —saludó Em y se tiró en su cama, al lado de Charlie.
La ojiazul se giro para saludarla cuando se fijó en el pendiente que colgaba de su nariz.
—¡Te has puesto el septum! —exclamó sonriendo y automáticamente todas se tiraron encima de ella para examinarla. Me quedé a un lado riendo, cuando Wen se acercó a mí.
Por su expresión sabía que algo la preocupaba, y quería ayudarla.
—¿Por qué me buscabas? —susurré. Estaba claro que no quería que las otras se enterasen.
—Necesito que me cubras hasta después de la cena. —susurró.
Por todos los animales parlantes de Narnia, ¿en qué se ha metido?
—¿Por qué?
—Tengo que hablar con Jack.
Espero que os guste. ¡Votad y comentad!
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WEDICS » Magcon Girls And Magcon Boys
Fanfiction¿Qué pasa cuando juntas a la dulzura del país, la rebelión en estado puro, la actitud de un niño en un parque de atracciones personificada, la bailarina con mejor sentido del humor, la chica tímida y responsable y la inventora de todas las bromas pe...