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D I A N A    P O V

Corro a la ducha antes de que Sophie me quite mi sitio. Entre las canciones, la carrera que hemos hecho, y el estar en un sitio cerrado tanto tiempo con la calefacción y el aire puestos, necesito una ducha ya de ya.

Me ducho y me pongo mi pijama: mi mono de unicornio azul. Tengo tres: uno de un unicornio rosa, otro de un unicornio azul y otro de Winnie The Poo. Generalmente el de Winnie lo dejo para noches especiales, fiestas de pijama de gala y cosas así.

Cojo el secador y me lo llevo a la habitación para que Soph pueda entrar ya. Me empiezo a secar el pelo y a los cinco minutos entra Wen, con sus pantalones cortos de Bob Esponja y una sudadera de cremallera gris. Lleva el pelo húmedo y va mirando el móvil mientras sonríe.

—¿Qué es tan interesante? —pregunto desde el otro lado de la habitación. La rubia se acerca y me enseña el móvil: es una foto de Instagram en la que salimos todas con una fan, poniendo pose de espías.— Me encanta, pásamela porfa.

—Claro, la paso por el grupo. —a los cinco segundos mi móvil vibra y le guiño un ojo en agradecimiento. Escuchamos un fuerte golpe a unas habitaciones de distancia, donde están los chicos. Y luego un "Bruto, lo has matado".

La verdad es que ahora mismo, de los chicos, sólo me caen mal Carter, Gilinsky, Cam y Taylor. Sobre todo después de ver como trataron a Wen cuando la pillaron en la broma. ¿Quién ata a Wen, la dulzura personificada? Es más, ¿quién ata a cualquier niña de quince años?

En fin, se creyeron del CSI, cuánto daño a hecho Oratio...

Johnson me cae bien porque la defendió y se preocupó por ella.

Acabé de secarme el pelo: lo bueno de mi pelo es que es tan fino que se me seca en menos de diez minutos.

—¿Qué vamos a hacer? —pregunto mirando el techo. La verdad es que está bastante alto. ¿Podría tocarlo subiéndome a la cama?

Vamos a probarlo.

Me estiro todo lo que mi pequeño cuerpo me permite, pero no llego. A veces odio ser tan bajita. Me gustaría llegar al metro sesenta, por lo menos. Luego la gente dice que soy mona y se me pasa.

Empiezo a saltar y sólo me faltan unos centímetros. ¿La cama es muy baja, es techo muy alto o yo muy enana?

—¿Qué haces? —pregunta Wen riendo mientras yo sigo a lo mío.

—Intento tocar el techo, creo que es obvio. —digo mientras vuelvo a saltar. Nada. ¿Sophie tendrá una escoba voladora por ahí? Ahora quiero tocar el techo sí o sí.

—¿Por qué no te impulsas con los pies? Estás saltando con las piernas estáticas. Flexiónalas.

Hice lo que dijo y conseguí rozar el techo. Di un último salto y estampé mi mano en el techo.

—¡Toma esa! ¡Maldito pinche wey agaporni! —grito señalando al techo y Wen rió a carcajadas.

Entonces la puerta se abrió. Nos giramos esperando que fuese alguna de las chicas, en cambio nos encontramos con Johnson. Echó un rápido vistazo a la habitación y suspiró como si sintiese alivio. Luego sonrió a Wen y me miró divertido. ¿Es que nunca ha visto a una chica con un mono de unicornio azul? No es tan raro.

Pero esa no es la pregunta adecuada, si no...

—¿Qué haces aquí?

Vaya, la rubia se me ha adelantado. Espera, no le puedo llamar la rubia porque me voy a confundir con Johnson, y como Sophie salga del baño me voy a sentir discriminada. Un momento, como Sophie salga va a matar a Jack, sea rubio o no.

—Tienes que salir antes de que salga Sophie. —le advierto y señalo la puerta del baño.

Jack niega con la cabeza y murmura algo que no logro entender, y luego se sube en la cama en la que estaba sentada Wen y empieza a dar saltos en ella.

Qué envidia, el llega perfectamente al techo.

—Si quieres saltar bien tienes que flexionar las rodillas. —digo seria y me mira como si fuese tonta.— ¡Que va en serio! —me quejo.

La pequeña del grupo y yo nos quedamos mirando a Jack en silencio. Ella parece concentrada, yo sólo me fijo en lo cerca que está del techo.

—Estás contando. —suelta Wen de repente.— ¿Por qué cuentas? —pregunta acercándose al rubio. Este al ver que Wen se acercaba pega un salto y cambia de cama.

—¡Fuera de mi cama! —me quejo y vuelve a la otra.

—¿Que estás contando, segundos o saltos? —pregunta Wen y la miro sorprendida. Esta niña es demasiado lista, ¿cómo puede saber eso?— Saltos, ¿por qué cuentas los saltos?

En ese momento la puerta se abre y aparece Charlie, que se queda mirando a Jack con cara de "Wtf?".

—¿Pero qué coño estáis haciendo? —pregunta mirando a Jack y luego a nosotras.

—Creo que está contando los saltos, no sé por qué. —responde su hermana.

—Bueno, como yo estoy completamente perdida, me avisáis cuando pueda seguir la conversación. —digo divertida y me dejó caer en mi cama con todo el cansancio acumulado. Cojo el móvil y empiezo a dar fav y rt a algunos tweets.

—¿Jack, qué haces? —le pregunta Charlie. Da unos pocos saltos más y para. Se bajó de la cama y caminó hasta la puerta, justo cuando Emma entraba.

Pobre Jack, me caía bien. Descanse en paz.

—¿Qué haces aquí? —pregunta la pelirroja. Aunque "rugió" sería más adecuado.

—Me tengo que ir. —habló por primera vez. Intentó salir por la puerta pero Em la cerró antes de que pudiese.

—Te hice una pregunta.

—Te he dado una respuesta.

—No, no los has hecho. ¿Por qué estabas aquí?

—Técnicamente sí que te ha respondido, sólo que no... —Wen se calló al ver la mirada de Emma.

—¿Puedo hablar con Wendy? —preguntó Johnson y todas le miramos sorprendidas, incluída ella. La pelirroja se apartó para dejar paso a Wen y hablaron en susurros durante unos treinta segundos.

—Muy bien, vete. —dijo al final la rubia.

Me he vuelto a perder. #Dato.

Jack no esperó ni un segundo y se fue corriendo, antes de que saliese Sophie. Chico listo.

—¿Por qué? —dijo Em.— Por qué, en general. Explicadme todo antes de que vaya a por ese duende y le traiga de una oreja.

Wen le explicó desde un principio, y luego nos explicó que estaban jugando a verdad o reto, eligió verdad y como se negó a contestar le pusieron el reto de venir aquí y saltar no sé cuantas veces en cada cama.

Ivana llegó a los dos minutos y le contamos todo. No se lo tomó a mal, y le recordó a Emma que nosotras les habíamos teñido el pelo y el cuerpo.

La puerta del baño se abrió, dejando ver a Sophie con su pijama de Griffindor.

—¿Qué me he perdido? —preguntó con una sonrisa y todas nos echamos a reír ante su mirada de no entender nada.




Wedics está de vuelta :)

Perdón por mi intento de latina. Soy de España y no sé muy bien cómo sacar la faceta latina de Didi.

Comentad quién os gustaría que narrase el siguiente capítulo (probablemente sea Sophie)

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Cambio y corto :*

WEDICS » Magcon Girls And Magcon BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora