WEDICS » Magcon Girls And Magcon Boys

15.-

W E N D Y    P O V

Esto me da mucho miedo. Sophie está roja, como un pequeño tomate. Bueno, como cualquier tomate, el caso es que está roja y muy enfadada.

Salimos del ascensor y caminamos hacia la habitación de Iv y Emma. Nosotras tres intercambiamos miradas y ya sabemos lo que tenemos que hacer: animarla. Hacer que se divierta y se olvide del incidente de Carter antes de que quiera matarlo.

Entramos en la habitación y no da tiempo de nada, Ivana corre junto a Sophie, la coge del brazo y tira de ella.

—Entra en tu canal y sube el vídeo, corre. —apuró a la chica— Vosotras avisad a las fans de que estén atentas al canal de Soph.

Asentimos y sonreí ante el nuevo apodo. Me gusta, Soph. A partir de ahora también la llamaré así.

—Ya está. —presionó el intro y a los diez segundo un par de móviles vibraron, entre ellos el mío.— Aww, qué monas, ¿estabais suscritas? —preguntó con voz tierna y no pude evitar reír.

—Veamos el vídeo. —dijo mi hermana, y todas asentimos. Lo pusimos y la verdad es que Ivana lo había editado súper bien, había puesto cachos de frases de los walkies, ya que tenían un chip para grabar las conversaciones, y la música de fondo bajita hacía que el vídeo no se hiciese pesado. Se explicaban las fases a medida que las íbamos haciendo, menos lo del sistema operativo, que es ilegal. Cómo les cambiábamos las toallas por ropa interior, cómo les robábamos la ropa para que no tuviesen otra cosas que ponerse -que se la devolvimos sin que se enterasen- y cómo tirábamos las bombas fétidas.

Por último, los ataques de histeria de los chicos en primer plano y, en primer plano también las carcajadas o caras de ''WTF'' de los demás, y todo sin enterarse de que había cámaras.

Y todo esto con diferentes zooms, pareciendo que estuvimos escondidas todo el rato. ¡Qué paranoia van a tener los pobres!

—Chicas. —nos llamó Didi.— ¿Os dais cuenta de que esto lo va a petar, verdad? —todas asentimos y tres segundos después empezamos a saltar y gritar.

—¡Las Magcon Girls han venido para quedarse nenes! —gritó Em y todas reímos. Todas empezamos a poner en nuestras redes sociales que fueran a ver el vídeo y, como no, recibimos miles y miles de comentarios felicitándonos.

¿Os podéis creer que llevo media hora leyendo mensajes y sólo he leído dos mensajes ofensivos? DOS. Es prácticamente un milagro. Y lo único que dicen es que nos pasamos un poco con los tintes y la otra que no deberíamos estar en Magcon.

Una tiene razón y la otra es una celosa.

¡Pero yo advertí que la broma era demasiado! Que conste, pero a Sophie no le parecía demasiado. Obviamente no le quiero echar la culpa a ella porque no me puso una pistola en la cabeza y me lo acabé pasando bien, al igual que ahora, pero estoy segura de que nos va a traer problemas con Cameron, Carter y Gilinsky. Y puede que con Taylor también.

Abrimos todos los paquetes de comida y empezamos a comer todas juntas. Así se hacen las amistades, compartiendo comida y tirándosela a la cara.

—¿Pero qué hacéis, locas? ¡Eso es pecado! —gritó Didi y todas reímos al ver que se ponía a recoger los lacasitos de la colcha y se los llevaba a la boca.

—¿Qué hora es? —preguntó Soph con la boca llena.

—Eres todo un amor, casi tanto como Wen. —dijo Em graciosa señalándome y sonreí con los ojos cerrados.

—Es por el helado de nube. —expliqué y miré el móvil.— Las seis de la tarde. ¿No se supone que deberíamos haber subido el vídeo por la noche?

—Por la noche se ven menos. Los dejas para el día siguiente y te olvidas. —explicó Ivana. ¿Por qué sabrá tanto de números, horarios de visitas y edición?

A lo mejor en otra vida fue contable. O una calculadora Casio. Espera, ¿hay calculadoras que no sean Casio?

Estoy desvariando, el caso es que se le dan demasiado bien los números.

—Seguro que sacabas 10 en matemáticas. —dije. Por lo que sé ya acabó el instituto.

—Sí, la verdad es que sí. —dijo con una sonrisa.— Siempre se me ha dado muy bien.

—Buff, pues yo lo cateé toda mi vida. —dijo Em graciosa y todas nos carcajeamos en alto.— No os riáis, casi no me dan el título por la trigonometría del demonio.

—¿Cómo? ¿Ya has acabado? —preguntó Didi y la pelirroja asintió.— Pensé que tenías 17.

—Los tengo. Cumplo en diciembre. —se encogió de hombros.

—¿Irás a la Universidad? —pregunté. Era consciente de que esto se estaba volviendo un poco serio, pero me comía la curiosidad.

—No lo sé. Se supone que esto dura hasta finales de septiembre. Y si va bien es indefinido. —se encogió de hombros. La verdad es que no había pensado en mis estudios: tengo quince años y quiero acabar el instituto, ir a la Universidad o hacer algo. Ser youtuber no me durará toda la vida.

—Pues yo no pienso estudiar. Nunca he sido buena en eso, no pienso tirarme otros cuatro años en la Universidad. —dijo Sophie sin darle importancia y todas reímos.— ¿Qué? Es verdad. Cuando algo no se te da bien, no se te da bien. Me sacaré el graduado por internet y ya está.

—El instituto es un coñazo. —dijo Em y todas asentimos mientras seguíamos comiendo. Nos estamos pegando una meriencena curiosa.

—Dividido en clases sociales y lleno de clichés. —añadió Ivana y todas soltamos una carcajada. Qué gran verdad.

En ese momento tocaron la puerta, y nos quedamos en silencio mirándonos entre nosotras. Podrían ser alguno de los chicos... pero no, ellos están en el show todavía.

Me levanté a abrir la puerta y un sonriente Bart se encontraba en el umbral de la puerta.

—Hola Bart. —saludé extrañada.

—Hola Wendy, ¿estáis todas? —preguntó señalando el interior de la habitación.

—Sí, pasa. —me hice a un lado y el chico pasó casi volando.

—Chicas, el vídeo tiene casi medio millón de visitas. —nos informó y Diana se atragantó con una regaliz que estaba tomando.

—¡No mames! —gritó en español. ¿Qué esponjas dijo? Ni idea, me sacas del inglés y soy una inútil.

—Es imposible, Bart, lo subimos hace unas dos horas. —dijo Charlie y yo asentí, apoyando su teoría.

—Miradlo vosotras mismas. Por cierto, me ha encantado. Prefiero no saber como habéis hecho ciertas cosas... —lanzó una mirada inquisitiva a Sophi, que sonrió inocente.— Pero me ha encantado. Le está dando mucha popularidad a Magcon, y le dará más. Buen trabajo.

—Gracias. —dijimos todas a la vez sonrientes. Unas más orgullosas que otras.

—Pero os habéis pasado. Y debéis una disculpa a los chicos. —dijo ahora más serio.

Silencio absoluto.

—No. —dijo la rubia mayor rotunda después de que ninguna dijese nada.

—Si no os disculpáis, me veré obligado a tomar medidas para que os llevéis mejor.

—Toma las medidas que te de la gana. Yo a esos no les pido perdón. —dijo Em enfadada. Madre mía, esta chica tiene demasiado carácter, debería hacer ejercicios de relajación o algo.

—Muy bien... y yo que pensé que tratar con chicas sería más fácil... —murmuró para si.— Mañana nos iremos a la próxima ciudad, al mediodía. Hasta mañana, y sin bromas esta noche, por favor. —reímos ante lo último.

¿Qué será lo que tiene pensado?