Capítulo anterior
Estoy a punto de saltar cuando una lanza se clava en el pecho de Jasper y cae al piso, con el cartel a su lado.
— Ja... ¡Jasper! —grito desesperada. Miro a Finn, quien mira para todos lados.
— ¡Rápido, atrás de esta roca! —grita y todos le hacemos caso.
Seguimos buscando con la mirada a quien sea que pudo haber sido, pero no vemos a nadie.
Vuelvo a mirar a Jasper y la lanza.
— No estamos solos.This could be paradise
Paradise, paradise
Could be paradise, oh
- Paradise, ColdplayCorro lo más rápido que puedo y de vez en cuando miro hacia atrás, con la esperanza inútil de ver Jasper.
Cualquier indicio de diversión y despreocupación despareció de nosotros el segundo que nos dimos cuenta que sobrevivir en la Tierra no va a ser tan fácil como pensábamos.
— ¡Vamos, Clarke, no pares! —Finn pasa al lado mío y me da un empujón.
No sé en que momento Monty queda último y tropieza con una rama.
— ¡Rápido, Monty! ¡Arriba! —le dice Octavia y lo ayuda a levantarse.
Finn también corre a hacerlo y, al mirar mejor el suelo, veo que no es con una rama que tropezó.
Son huesos.
— Chicos —les llamo la atención para que miren también.
Todos me hacen caso.
La mayoría son huesos separados, pero reconozco algún que otro cuerpo completo.
— ¿Quiénes son? —pregunta Finn Con la respiración agitada, no solo por la corrida, sino también por el miedo, y yo levanto un cráneo del suelo.
— ¿Qué son? —el cráneo es más parecido al de un mono que al de una persona. Estoy examinándolo mejor cuando se oye un grito— ¡Jasper!
No lo pienso dos veces y empiezo a correr, con los chicos pidiéndome que que me detenga pisándome los talones.
Al llegar otra vez al río, Finn me dice que me agache, por si alguien o algo sigue ahí.
Miro en donde estaba Jasper la última vez, pero ya no está. Solo veo el cartel.
— Tenemos que volver —dice Finn y todos asentimos.
— Pero rápido —digo y otra vez volvemos a asentir.
Entre corridas y sin saber muy bien cómo, encontramos el camino devuelta a la nave.
Al llegar, hay un griterío similar al de la última vez y, a lo lejos, puedo ver por qué: Wells tiene a Murphy agarrado por el cuello, con un cuchillo en la otra mano.
— ¡Wells, soltalo! —Por favor, este chico es más imbécil de lo que creí.
Me mira por unos segundos y después lo suelta. Más bien lo empuja.
No entiendo qué le pasa. Primero, se hace arrestar. Todavía no pasó ni dos días en la Tierra y estuvo en dos peleas.
Bellamy agarra a Murphy antes de que caiga al suelo, pero este intenta arrematar contra Wells. Bellamy se pone en el medio y lo para.
— Suficiente, Murphy —pero, al ver a Octavia caminando con dificultad, apoyada en Monty, lo suelta y corre hasta su hermana-. ¡Octavia! ¿Estás bien?
— Si —intenta tranquilizarlo, pero lo dice más como una queja.
Bellamy nos mira uno por uno. Pensé que su mirada sería de enojo o bronca, pero más bien parece estar buscando algo.
— ¿Dónde está la comida?
— No pudimos llegar al Monte Weather —contesta Finn, sentándose en una roca cercana.
— ¿Qué carajo pasó allá afuera?
— Fuimos atacados —lo digo tan rápido que casi no se me entiende. Supongo que hasta que no lo dije en voz alta no me di cuenta de que si, fue real. Fuimos atacados.
— ¿Atacados? —pregunta extrañado Wells— ¿Atacados por qué?
— No "qué" —lo corrige Finn—: "quién". Noticia de último momento, gente: el último hombre que murió en la Tierra, no fue realmente el último.
— Es cierto —digo—. Todo lo que sabíamos o que creíamos saber sobre la Tierra está mal. Hay gente acá. Sobrevivientes. La buena noticia es que eso significa que nosotros vamos a poder sobrevivir. La radiación no nos va a matar.
— Pero la mala noticia es que los terrestres si —agrega Finn, poniéndole nombre a los atacantes.
— ¿Dónde está el chico del antifaz? —pregunta Wells después de mirarnos a todos.
— Jasper fue el atacado. Se lo llevaron —bajo la cabeza sintiendo como la culpa me carcome. Sé que no lo es realmente, pero si nos hubiéramos quedado unos segundos más, tal vez... Al bajar la cabeza, veo que a Wells le falta algo. Le agarro la muñeca—. ¿Dónde está tu pulsera?
Él se suelta del agarre de manera brusca y mira a Bellamy.
— Preguntale a él —miro a Bellamy y mi culpa desparece para darle paso a las ganas que tengo de pegarle.
— ¿Cuántas? —me cuesta formular la pregunta sin dejar que el enojo la ahogue.
— Veinticuatro y contando —escucho que responde Murphy atrás mío.
— Son unos idiotas —no puedo creer lo que estoy escuchando—. El soporte de vida en el Arca está fallando, esa es la razón porque las que nos mandaron acá abajo. Ellos necesitan saber si la Tierra es apta para sobrevivir otra vez, y nosotros necesitamos su ayuda contra lo que sea que haya allá afuera. ¡Ustedes no solo los estan matando a ellos! ¡Nos estan matando a nosotros!
Miro a Bellamy y él a mí. No está feliz.
— Somos más fuertes de lo que pensás —dice mientras camina hacia el centro y mira a los demás—. No la escuchen, es una de las privilegiadas. Si ellos bajan, a ella le devuelven la corona. ¿Cuántos pueden decir lo mismo?
Es un imbécil, un engreído. Él es quien nos va a matar antes que los terrestres si sigue dando sus discursos de caos. Dice que soy una princesa, pero él se autoproclama rey. Tiene liderazgo e inspira a los demás, pero eso no nos va a servir de nada cuando las palabras no puedan resolver nuestro problemas.
— ...podemos cuidar de nosotros mismos. ¿Esa pulsera, en sus muñecas? Solo los hace prisioneros. ¡Ya no somos más prisioneros! —se escuchan murmullos de aprobación— Ellos dicen que nos van a perdonar nuestros crímenes. ¡Yo digo que ustedes no son criminales! ¡Son luchadores, sobrevivientes! ¡Los terrestres tendrían que tener miedo de nosotros!
Todos gritan y alzan sus puños. Bellamy me mira con aire de superioridad. Yo solo ruedo los ojos, frustrada, y empiezo a caminar a paso firme. No tiene caso discutir con él ahora cuando hay una vida en juego.
— Ahora, ¿qué hacemos? —me pregunta Monty, al alcanzarme.
— Vamos a recuperar a Jasper —creo que nunca hablé tan en serio en mi vida.
Entro a la nave y agarro provisiones. Me doy cuenta de que hay mucho menos que la última vez. Pero esa preocupación solo da paso a otra: no sé cuánto tiempo vamos a tardar, como tampoco sabemos dónde está Jasper. Si no fuera por el mapa, no creo que pudiéramos recordar el camino hasta el río, y eso solo nos tomó casi un día entero. ¿Cuánto nos va a tomar encontrar a Jasper?
— ¿Cuándo salimos? —escucho a alguien preguntar al lado mío, pero no necesito mirarlo para saber quién es.
— No necesitamos tu ayuda, Wells —le respondo, seca. Los recuerdos de mi padre se mezclan con las dos peleas recientes.
— En realidad —interrumpe Monty—, no es como si todos se pelearan por acompañarnos. Estamos solos en esta, Clarke. Lo necesitamos.
Miro a Wells con desconfianza y luego, a Monty. Suspiro, derrotada.
— Está bien —miro a Wells-, pero me hables a menos que sea de vida muerte.
Finn entra a la nave y troto hacia él.
— ¿Nos vamos?
— Estas loca, ¿no? —lo miro confundida. No me esperaba eso— No hay manera de que Jasper esté vivo. Le clavaron una flecha en el pecho, Clarke. Superalo.
Puedo sentir como a Monty se le escapa un sollozo. ¿Superarlo?
— Jasper gritó después de que hubiéramos corrido, probablemente porque lo movieron. Si la lanza le hubiera dado en el corazón, hubiera muerto en el momento.
— Es una misión suicida —lo miro sin poder comprenderlo.
— Y pensar que alardeabas por haber caminado en el espacio. ¿Spacewalker? No es más que un chiste. Solo sos un cobarde —me doy cuenta de que le pegué fuerte por la sorpresa en sus ojos. Supongo que no se esperaba esa reacción de mí.
Salgo de la nave rozándole el hombro, y con Monty y Wells pisándome los talones. Paro un momento para buscar con la mirada lo que necesito, y, al verlo, continuo.
— Si no te quedás quieta, se te puede infectar —le digo a Octavia, que esta sentada en un tronco y no parece gustarle la idea de hacer reposo.
— ¿Ya van a buscar a Jasper? —pregunta preocupada-, porque voy con ustedes.
— Ni en un millón de años —le dice Bellamy, quien estaba revisando su herida, y le impide levantarse.
— Bellamy, dejame.
— Por una vez, coincido con tu hermano —los dos me miran sin poder creer lo que acabo de decir—. Tu pierna solo nos va a retrasar. Puede ser que Jasper esté vivo, pero no sabemos por cuánto tiempo. Estoy acá por vos.
Miro a Bellamy y él frunce el ceño.
— Clarke, ¿qué estás haciendo? —me pregunta Wells, alarmado.
— Escuche que tenés un arma —se levanta la remera y veo que la tiene enganchada en el pantalón— Bien, seguime.
— ¿Y por qué haría eso? —había empezado a caminar, pero paro Cuando lo escucho preguntar de manera desafiante.
Retrocedo unos pasos hasta quedar cara a cara con él.
— Porque vos querés que ellos -le señalo con la cabeza a los demás chicos— te sigan. Y en este momento, solo uno de nosotros dos parece asustado.
Me doy media vuelta y reanudo mi marcha. Wells trota para alcanzarme. Los recuerdos se sienten recientes siempre que lo tengo alrededor. Siento que me asfixio. Una parte de mí desearía golpearlo en la cara, pero la otra se muere por abrazarlo. Lo extraño. Siempre estuvo para mí. Me entendía. No se aburría cada vez que le hablaba de lo último que había aprendido o hecho en las clases de medicina. No se molestaba cada vez que le pedía ver el mismo partido de fútbol, una y otra vez.
Pero todo se arruinó cuando no supo mantener la boca cerrada. Tenía que ir y contarle a su papito. Todos sabíamos que Wells no era exactamente lo que el canciller había esperado como hijo. No era un líder natural, tampoco tenía tacto con las personas, exceptuando mi familia y conocidos, pero, en general, no sabía manejar cualquier situación que se le planteara. Wells realmente había querido demostrarle a su padre que era capaz de algo, lo que sea, pero solo fue para mal: mi padre fue flotado, yo perdí a mi mejor amigo y lo odio al punto de que me cuesta mirarlo, y, de todas maneras, su padre lo siguió tratado de la misma manera que antes.
Al recordar todo esto, de igual manera siento la necesidad de mirarlo. Al hacerlo, él también me mira y abre la boca, con intención de decir algo, pero todavía no estoy lista. Capaz nunca lo esté.
En un intento de escapar de la situación incómoda, miro hacia atrás. Bellamy y Murphy vienen trotando hacia nosotros. Bellamy tiene el rostro endurecido y la mandíbula apretada. Sus ojos se posan en mí y puedo ver ira en su mirada. No sé si hacia mí o a quién, pero se me pone la piel de gallina y miro otra vez hacia delante. ¿Así miro yo a Wells? ¿Con esa misma amargura?
Finalmente, el dúo nos alcanza.
— Eh, ¿cuál es la prisa? —pregunta Bellamy, sonriendo, pero se lo nota molesto aún. Alza el arma, como si con eso pudiéramos encontrar más rápido a Jasper. Idiota.
— Jasper fue atravesado por una lanza. ¿Lo entendés? A-tra-ve-sa-do. Aunque no le haya dado en el corazón y, de milagro, en ningún otro órgano vital, la herida podría infectarse. Tal vez no muera porque le partieron el corazón en dos, pero si por fiebre, infección, algún virus...
— Andá al grano —me corta Murphy y lo miro molesta. ¿Es que tanto les cuesta escuchar?
— La prisa está en que la vida de Jasper está en nuestras manos. Si muere, su sangre va a estar en tus manos —lo digo mirando a Bellamy, y puedo notar que algo en su mirada se oscurece. Pero inmediatamente se repone y me agarra la muñeca, sin dejar de mirarme a los ojos.
— Si te sacaras esta pulsera, podríamos seguir —me sonríe de manera burlona. Me suelto de su agarre de manera brusca y me adelanto unos pasos.
— La única manera de que el Arca piense que estoy muerta es si estoy muerta. ¿Entendido? —él solo sonríe divertido.
— La princesa valiente —avanza un paso más y elimina los pocos centímetros que aún quedaban entre nosotros. Me mira de una manera tan intensa que aguanto la respiración. Nadie nunca me miró así, de manera superior. Siempre fui la primera en todo, pero parece que él no lo sabe. ¿Cómo lo iba a saber, si nunca se dio cuenta de mi existencia? La suya, sin embargo, no era fácil de ignorar. En cierta forma, eso me gusta. Me gusta no tener una etiqueta que diga como soy, al menos frente a él... quiero decir, frente a ellos, los cien.
— ¿Por qué no vas y te conseguís un apodo propio? -se escucha por atrás de Bellamy y muevo un poco la cabeza para ver de quién se trata: Spacewalker- Clarke, vos vení conmigo.
No tengo ganas de crear una escena incómoda, al menos no más de la que ya se siento, por lo que lo sigo. Camina a paso vivo, pero no me cuesta acostumbrarme.
— Perdón por la tardanza —me dice cuando llego a su lado.
— Mejor tarde que nunca.
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Brave Princess. Rebel Leader. - Saga Black & White | Libro #1
FanficGanadora de los premios #The100Awards 2016 en la categoría Público "Mejor fanfic Bellarke" Sus diferencias son abismales. Ella es hija de diplomáticos, de personas importantes, gente que forma parte del Consejo. Ella es una princesa. Ha vivido toda...