Ganadora de los premios #The100Awards 2016 en la categoría Público "Mejor fanfic Bellarke"
Sus diferencias son abismales.
Ella es hija de diplomáticos, de personas importantes, gente que forma parte del Consejo. Ella es una princesa. Ha vivido toda...
Capítulo anterior: Cuando Wells termina de decir la última oración, yo ya estoy parada, con la mochila una vez más sobre el hombro. Le ofrezco mi mano al terrestre, y no me sorprende cuando no la acepta. — Amau —digo aún mirándolo, y soy la primera en romper contacto visual al agarrar por la manga de su abrigo a Wells y arrastrarlo lejos, antes de que haga otra locura.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
다친다해도 brake 따윈없어비켜 (TRADUCCIÓN: Aunque termino herido, no hay freno.) - Posion, GOT7
Mi mano pierde el agarre al abrigo de Wells cuando él frena de golpe. — ¿Qué pasa? —le pregunto al darme vuelta, y en sus ojos está el mismo enojo de cuando intenté que dejara de golpear al terrestre la primera vez. — ¿Que qué me pasa? —le tiembla un poco la voz, y tiene que aclarar la garganta para poder continuar— Ese hombre era nuestra entrada a la torre. — Muerto no nos iba a servir de nada —le respondo molesta, y vuelvo a aferrarme de su abrigo. — Si lo mataba, ahí sí que nos iba a arrestar. — Esto no está en discusión. Si me querés ayudar, vas a tener que guardarte esas ganas estúpidas que tenés de matar gente. — ¿Te pensás que disfruto de hacerlo? — No sé, ¿lo disfrutás? Mi pregunta lo toma por sorpresa. Creo que me toma por sorpresa a mí también. — Perdón, fui muy brusca —admito lastimosamente. Discutir en estos momentos no nos va a servir de nada. — No importa —se excusa, pero no me mira—. Ahora tenemos que empezar un plan de cero. — Capaz no sea necesario —sugiero. — ¿Qué estás pensando? — Bueno, el terrestre ese nos va a denunciar, ¿no? O al menos alguien lo va a encontrar y van a intentar averiguar qué pasó. — Clarke, no hay manera de estar seguros de que los soldados se van a interesar por un comerciante moribu... Wells es interrumpido por un grito. Al principio creo que solo es eso y nada más, simplemente ruido. Pero la expresión en el rostro de Wells me obliga a escuchar con más detenimiento. — ¡Der emo laik! Mi primer instinto es correr, pero Wells me aprieta tanto el brazo que duele. — Parece que el plan B funcionó —hasta suena feliz. Si no fuera porque la posibilidad de que esto salga muy mal sigue latente, yo también lo estaría. Los soldados no tardan demasiado en alcanzarnos. No nos tratan con amabilidad, aunque no puedo decir que me lo esperase. Es cuando golpean a Wells en la cabeza con el mango de una espada que el pánico aumenta. — ¡No! El grito sale con fuerza de mi garganta. El miedo de ver a la persona con la que crecí, muerta o lastimada es mayor a cualquier otro. No lo había pensado. Creí odiarlo, hasta quererlo muerto. Pero al momento en que eso puede hacerse realidad, ya no lo deseo. Es más: me aterra. — Nou biyo noda telon, brat... — ¡Nou chich op em bilaik de! —es la contestación de Wells. El no entender lo que dicen solo logra ponerme peor. Lo único que logro deducir es que el terrestre debe haber dicho algo no muy grato por la reacción de Wells. El soldado apoya mi cabeza contra el suelo, en medio de un charco de barro, y la sostiene en esa posición por varios segundos mientras siento que me atan las manos. Sogas, no esposas. Eso es bueno, menos complicado al menos si necesitamos escapar. Se me ocurre que quizás nunca hayan visto un par de esposas siquiera. A pesar de encontrarme en peligro, este pensamiento me fascina. ¿Cómo llegarían a reaccionar estos soldados frente a cosas que nunca hubiesen visto? Como en un intento de comprobar qué tan apretado es el agarre en mis muñecas, retuerzo mis manos, lo que es recompensado con un guantazo en la nuca. — ¡Clarke, no te muevas! —al estar de cara al piso no puedo ver el golpe que recibe, pero el sonido del mismo, como también la queja que exhala, llega a mis oídos. Quiero volver a gritar, pero mi boca se llena de barro. Quiero llorar, pero el dolor de la cabeza es demasiado fuerte, punzante. Se me nubla la vista, y mis músculos pierden fuerza. Sin poder hacer nada para evitarlo, me desmayo.