Capítulo 3

1.1K 61 27
                                    

Capítulo anterior
— La princesa valiente —avanza un paso más y elimina los pocos centímetros que aún quedaban entre nosotros. Me mira de una manera tan intensa que aguanto la respiración. Nadie nunca me miró así, de manera superior. Siempre fui la primera en todo, pero parece que él no lo sabe. ¿Cómo lo iba a saber, si nunca se dio cuenta de mi existencia? La suya, sin embargo, no era fácil de ignorar. En cierta forma, eso me gusta. Me gusta no tener una etiqueta que diga como soy, al menos frente a él... quiero decir, frente a ellos, los cien.
— ¿Por qué no vas y te conseguís un apodo propio? -se escucha por atrás de Bellamy y muevo un poco la cabeza para ver de quién se trata: Spacewalker- Clarke, vos vení conmigo.
No tengo ganas de crear una escena incómoda, al menos no más de la que ya se siento, por lo que lo sigo. Camina a paso vivo, pero no me cuesta acostumbrarme.
— Perdón por la tardanza —me dice cuando llego a su lado.
— Mejor tarde que nunca.

And if I fall, hoping it's in your armsI know, know, know you'll rescue me- Rescue me, Sabrina Carpenter

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

And if I fall, hoping it's in your arms
I know, know, know you'll rescue me
- Rescue me, Sabrina Carpenter

Caminamos por la orilla de un río. Todos seguimos a Finn, que parece ser el único que entiende algo acá. Toca una rama rota y la deja caer. Escucho como alguien bufa atrás mío.
— ¿Cómo sabemos que este es el camino correcto? —pregunta Murphy.
— No lo sabemos. Parece ser que Spacewalker se quiere hacer el rastreador ahora —dice Bellamy y su amigo le festeja el chiste riéndose.
Imbéciles. ¿Cómo es que en momento así pueden seguir jodiendo?
— Eh, está en mi clase. Es muy bueno —le responde Wells, cosa que definitivamente no esperaba.
Finn se agacha, y yo imito sus acciones. Toca algo del suelo húmedo y me mira. Se lo nota preocupado.
En ese momento, escuchamos un grito.
— ¡Jasper! —grito entre aliviada e inquieta.
Corremos y llegamos a un claro. Lo que vemos me hiela la sangre: Jasper, atado a un árbol, moribundo y con la herida tapada con plantas.
— ¿Qué carajo es esto? —pregunta Bellamy.
Corro hacia Jasper, pero, de un momento a otro, ya no siento el suelo. Estoy cayendo y, en lo único que puedo pensar, es en que no duré ni dos días completos en la Tierra, que Wells va a estar solo liderando noventa y siete adolescentes, y que Bellamy va a hacer de las suyas y va a joderles la vida (¿o mejor dicho supervivencia?) a todos.
Pero, en vez caer sobre las estacas que hay en el fondo de la trampa, siento una mano agarrando mi muñeca. Al levantar la vista, no lo puedo creer: es Bellamy.
Bellamy el engreído, el insoportable, el imbécil, el líder rebelde, está sosteniéndome. Lo miro con pánico, porque la amenaza de seguir cayendo sigue latente, y su rostro se endurece.
— ¡Clarke! —escucho un grito— Dale, ¡subila!
Siento que me empiezan a subir y agradezco por segunda vez en 48 horas el poder pisar el pasto.
Miro a Bellamy mientras intento regular mi respiración, pero él aparta la mirada.
Lo sigo mirando, es que no puedo dejar de hacerlo, y lo único que puedo pensar es "gracias". Fue el único que prácticamente se tiró para rescatarme, sin dudarlo. Ese fue su primer instinto.
Él no es un asesino, solo es un sobreviviente.
— ¡Eh, vos! —la voz de Finn me saca de mis pensamientos: le está hablando a Murphy— Ayudame a bajarlo.
Me acuerdo de Jasper, que todavía está colgando del árbol.
— Yo también voy —dice Wells, pero Finn lo frena.
— No, vos quedate con ella. Y vigilalo a él —responde señalando a Bellamy.
Estoy a punto de protestar. Él me salvó, no hay motivo para desconfiar de él, al menos por ahora.
Empiezan a bajar a Jasper siguiendo mis instrucciones para no lastimarlo, cuando escuchamos pisadas y el ruido de las hojas siendo aplastadas.
— ¿Un terrestre? —pregunta Wells.
— No estaría tan seguro —responde Bellamy.
Al agudizar más la vista, lo veo: es una especie de perro, lobo, como sea que se llame. No importa el nombre ahora.
— Ahora sería un buen momento para sacar el arma —le digo de manera cautelosa a Bellamy, casi susurrando. Al no escuchar respuesta y ver que el animal se acerca, le grito— ¡Bellamy, el arma!
Al girarme, veo lo que pasa. Está palmando desesperado su costado, donde se suponía que debía estar el arma. Ya no la tiene. El pánico en mí crece aún más, y estoy a punto de salir corriendo, cuando escucho disparos: Wells le está disparando al animal.
Aún después de haberlo matado y de ya no quedar más balas en la pistola, él sigue apretando el gatillo.
Cuando para, me mira a mí y no puedo evitar volver a sentir pánico. No como el de antes. Este es peor: estoy al frente de alguien que se ve como mi mejor amigo, pero que ya no lo es. Y lo que acaba de hacer, disparando tan desesperado, solo me hizo sentir ese revoltijo otra vez en la panza. El mismo que cuando flotaron a mi padre por su culpa.
— Ahora ella si te ve —escucho decir a Bellamy y, aunque no entiendo a que se refiere, no puede ser algo bueno. Wells lo mira de una manera que, si aún quedaran balas en el arma, le dispararía.
La vuelta al campamento es en silencio: mientras que Finn y Murphy llevaban a Jasper en una camilla improvisada, Bellamy y Wells arrastran al animal muerto. Al entrar, todos se amontonan para poder ver.
—¡¿Quién tiene hambre?! —grita Bellamy, tirando el animal delante del grupo que se formó.
Todos vitorean felices mientras acompaño a los chicos al segundo piso de la nave, donde planeamos poner a Jasper. No es un lugar al que vayan mucho los demás delincuentes, por lo que pienso que ahí vamos a poder tratarlo tranquilamente. Monty, al vernos subir, me abraza.
— Gracias por traerlo de vuelta —al principio tardo en reaccionar, pero luego respondo a su abrazo.
— No fue nada —contesto sonriéndole, mientras me separo de él—. Voy a necesitar vendas y agua.
— En seguida —dice Finn y se va con Wells.
Yo sólo asiento con la cabeza, más para mí misma que para los que se acaban de ir, y miro a Monty. Su cara denota horror al ver lo herido que está su mejor amigo.
— Monty —me mira y siento que se me parte el alma—, te prometo que se va mejorar.
— Que gracioso —me dice con una sonrisa triste—. Eso mismo me dijo Jasper cuando nos estaban encerrando.
Me doy cuenta de que, a lo mejor, quiere estar a solas con su amigo, y bajo. Al salir de la nave, veo a todos haciendo fila para que... ¡¿les saquen la pulsera?! ¡¿Pero qué les pasa?! Al acercarme a la fogata, veo el por qué: si no se las sacan, no comen. Finn pasa al lado mío, caminando hacia ellos, y saca un poco de comida.
— ¡Eh! —le grita Murphy— ¿Te creés que jugás con reglas diferentes?
— Pensé que no había reglas —y se da media vuelta, dejándolo completamente pasmado.
Yo sonrío divertida y sigo a Finn, mientras miro burlonamente a Murphy.
Pero mi mirada se desvía y veo que Bellamy también nos está mirando.
Si tan solo no fuera tan imbécil.
Nos sentamos en un lugar un poco alejado del campamento y compartimos la comida.
— Bueno, llevamos más de dos días y todavía no morimos —dice Finn feliz, recostándose en el pasto.
— Todavía —respondo mientras lo imito.
— ¿Qué crees que estén haciendo ahí arriba? —me pregunta mirando el cielo, refiriéndose al Arca.
— Nada en especial, lo mismo de siempre. La gente no sabe nada todavía. Los únicos que seguramente están más ocupados son los guardias y el Consejo.
— ¿Pero decís que todos los demás están bien? —insiste y lo miro, divertida.
— ¿Qué, acaso dejaste a tu novia embarazada ahí arriba? —se ríe y niega con la cabeza— Entonces, ¿cuál es el problema?
La pregunta le borra la sonrisa y sigue con los ojos fijos en el firmamento.
— Está mi familia, mi única familia.
— Todo va a estar bien.
— ¿Segura?
— Segura —le sonrío.
Él me devuelve la sonrisa y, al bajar la vara con comida, comienza a acercarse a mí.

Brave Princess. Rebel Leader. - Saga Black & White | Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora