Capítulo 22

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Capítulo anterior:
De repente, una figura más emerge desde la celda. En un impulso por el miedo que aún se mezcla con mis nervios, agarro la pistola de Sam, que se encontraba en el suelo, y apunto hacia la puerta.
— ¿Clarke?
Por primera vez en varias horas, siento que realmente puedo respirar aliviada.
Es él.

Maratón 5/9I've tried to see your point of viewBut could not hear or seeFor jealousy- Jealousy, Pet Shop Boys

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Maratón 5/9
I've tried to see your point of view
But could not hear or see
For jealousy
- Jealousy, Pet Shop Boys

— Bellamy —casi no se escucha que lo digo a causa de mis propios sollozos.
Corro hacia él, olvidándome por completo del estado de Sam y de los demás, o de que Octavia se esté encargando de todo sola, y lo abrazo. Lo abrazo con todas mis fuerzas y él corresponde. Levanto la vista y veo mi reflejo en aquellos ojos marrones hermosos que siempre me miran cargados de intensidad. Madre mía, si que extrañé sus ojos. No había sido consciente de lo mucho que me había afectado estar separada de él, sin saber nada. Le había estado echando la culpa de mis nervios excesivos a todo lo que me había pasado desde que había entrado a Polis, y no era hasta ahora que comprendía que me había acostumbrado a la seguridad que me hacía sentir Bellamy cada vez que estaba a mi lado.
Quiero hablar, decirle todo lo que acabo de pensar, pero el llanto impide que formule cualquier tipo de palabra coherente. Así que lo beso.
Y por cada beso, es como si le dijera todo lo que tengo cargado en el alma.
Beso.
Estás bien.
Beso.
No sé qué hubiera hecho si te pasaba algo.
Beso.
Te necesité.
Beso.
Te necesito.
Beso.
Te extrañé.
Beso.
Te quiero.
Nos separamos y nos miramos. Bueno, él me mira más de lo que yo lo hago, porque con tanta lágrima veo todo borroso. Sonrío y acepto las lágrimas que siguen cayendo. Las acepto porque sé que me merezco este respiro, este descargo, después de todo lo que pasó.
Lo vuelvo a besar, un poco más calmada esta vez, más despacio, asimilando que esto es real, y nos separamos, juntando nuestras frentes. Cierro los ojos con fuerza, pero tengo miedo de que si los abro, llegue a desaparecer. Porque mi mayor miedo ahora, es que todo esto sea un sueño.
— Clarke —susurra. Le tiembla la voz y las manos, que las siento acariciando mi cabello.
— Por favor, no me vuelvas a dejar sola.
— Te prometo que nunca más lo voy a hacer —me abraza y besa mi cabeza.
— ¡Eh, ¿no hay beso para mí?! —se escucha un grito desde el fondo de la celda.
Al mirar por sobre el hombro de Bellamy, no es un sollozo como antes lo que sale de mi boca, sino una carcajada.
Veo a un Dean Winchester, cubierto de escombros de pies a cabeza, con el pelo parado en un extraño jopo y tosiendo como nunca.
— ¡Dean! —me separo de Bell y corro hacia él. Lo abrazo y por poco pierde el equilibrio.
— ¡Tranquila, rubia! No estoy en mi mejor estado —se queja, pero de todas maneras sonríe y me abraza. Nos separamos y no puedo evitar volver a reír.
— Sam me contó que una vez fue capaz de abrazarte estando cubierto completamente de excremento, pero no le creí. Resulta ser que ahora soy yo la que te abraza estando hecho un asco.
— Hablando de mi hermano, ¿dónde está?
Inmediatamente me doy cuenta de que me olvidé por completo del gigante.
Lo señalo y Dean corre hacia él.
— ¿Sam? ¡¿Sammy?! —grita mientras le da pequeñas cachetadas para que despierte.
— ¡Dean, que tenga los malditos ojos cerrados no significa que esté muerto! ¡Podrías tomarme el pulso también! —apenas lo escucha hablar, lo abraza.
— Si volves a darme un susto así...
— Ya sabés que va a volver a pasar —le contesta su hermano menor sonriendo, y se vuelven a abrazar.
Camino hacia ellos y ayudo a Dean a levantar a su hermano.
— Hay que salir de acá. Todos necesitan tomar aire.
El grupo asiente y, mientras Dean lleva a su hermano, Bellamy ayuda a Octavia con Finn y Lincoln. Yo agarro las mochilas, siendo la última en salir.
— ¿Dónde está mi pistola? —escucho que pregunta Sam.
— La tengo yo —digo desde atrás y la levanto para que la vea, al momento en que mira hacia por sobre su hombro.
Octavia es quien, una vez más, lidera la marcha. Parece ser la única que no se pierde en este laberinto de pasillos y puertas.
Al llegar cerca de la sala de trono, escuchamos el ruido de lo que parecen ser trompetas.
— Ay, no —escucho decir a Octavia y todos la miramos.
— ¿Qué pasa, O? —le pregunta Bellamy al ver su cara de pánico.
— Saben que estamos acá —no llega a terminar de decirlo que encontramos rodeados por terrestres.
Osir trusted in your world, Okteivia kom Skaikru, en yu betrayed osir —dice uno que parece estar a cargo. La única razón por la cual sé que no es la comandante es porque es hombre. Si fuera por su porte y por cómo los demás esperan sus órdenes, ya me lo habría confundido.
Mebi, ba Heda beda nou don kom kidnaped osir, in the first place —responde, aparentemente furiosa, Octavia. Yo sigo última en la fila, por lo que solo puedo escuchar su voz.
Jus drein jus daun —murmura el terrestre para luego mirar a sus costados— ¡Kill em hogeda!
Todos levantan sus armas, ya sean lanzas o espadas. De manera instintiva, todos sacamos las nuestras. Alarmada, me acerco a Octavia lo más rápido que puedo.
— ¡¿Qué dijeron?! —estoy segura de que ya escuché la primera frase antes, en boca de uno de los que vigilaban la entrada de Polis
— Que la sangre debe ser respondida con sangre. Lo vienen repitiendo desde el primer momento que nos vieron.
— Preguntales a qué se refieren.
— No, Clarke, ya lo intenté es...
— ¡¿Cómo se les pregunta a qué se refieren?!
— Clarke... -comienza Bellamy, pero es interrumpido.
"¿Chit do yu mean?" —se escucha un susurro proveniente de Lincoln. Me había olvidado que todo lo dice así, como en un suspiro. Todos lo miramos perplejos. Me mira directo a los ojos— Lo que queres decir es "¿Chit do yu mean?".
Mochof —le agradezco susurrando, y él sonríe, aunque parece más una mueca que una sonrisa. Me paro adelante de los Winchester, los cuales iban segundos en en la fila— Bajen las armas.
Todos me miran como si estuviera loca
— ¡Ahora! —grito y de a poco, aunque dudando, el resto del grupo me hace caso. Vuelvo a mirar hacia el frente, donde los terrestres observan extrañados mi reacción y la del grupo al desarmarse— "Jus drein jus daun", ¿chit do yu mean?
Al escucharme hablar su idioma, se sorprenden aún más.
¿Chit do yu mean? —vuelvo a repetir y el que habló la primera vez se recompone de su sorpresa y da un paso al frente.
Klark Kom Skaikru —murmura con una sonrisa que me causa escalofríos. Tal vez sea porque se nota que lo dijo con una diversión perversa, o porque tiene todos los dientes de un color diferente—. A Heda le va a encantar conocerte en persona.
— ¿Por qué?
— Digamos que, desde que lograste escaparte de la guardia real, sos furor.
— ¿Cómo saben...?
— ¿Tu nombre? No fue demasiado difícil sacárselo a tus amigos. Menos si entre ellos están sus propias debilidades —responde mirando burlonamente a los Blakes.
— ¿Voy a tener que repetir mi pregunta? —intento hacer pasar mi repulsión por impaciencia.
— ¿Es que acaso no lo sabés? —me pregunta curioso, aún con la sonrisa en su rostro—. Skaikru atacó una de las aldeas de nuestro clan.
Me viene a la cabeza lo que Wells me había dicho días atrás apenas había encontrado a los Blakes. ¿Y si realmente fueron ellos? En ese momento había parecido una locura. Ahora, aún más, pero, si no habían sido ellos, ¿quiénes entonces? Eran demasiadas coincidencias. Al menos así se sentían.
— Sea lo que sea, se puede arreglar hablando —le respondo de manera firme—. Excepto, claro, que no sean lo suficientemente civilizados.
— Podés presentar tus quejas a Heda personalmente —responde furioso y me agarra del brazo.
Sin que podamos reaccionar, ya somos todos prisioneros. Mi plan, si es que se le puede llamar así, no funcionó como esperaba, pero al menos no estamos muertos. Los Winchester tratan de zafarse aunque no lo logran. Bellamy hace un intento mínimo, pero los demás solo se dejan atrapar. Somos conducidos otra vez hacia las celdas. Nos quitan las mochilas y toda arma a la vista, y las dejan contra la misma pared en la que los chicos tuvieron que apoyarse al salir de la celda llena de humo, minutos atrás.
Nos meten uno por uno y vuelven a cerrar la puerta, ya que al parecer no fue tan dañada por la explosión como parecía.
Hablan entre ellos por unos segundos y se van todos, exceptuando por dos guardias, uno a cada lado de la puerta.
— Como siempre digo —se escucha decir a Dean—, ¿demonios? los entiendo. Pero la gente está loca.
Sam y yo sonreímos divertidos, ya que somos los únicos que entendemos su queja.
— Perdón, chicos —les digo y ambos me miran.
— Tranquila, estuvimos en peores situaciones por culpa de Dean —dice Sam y su hermano lo golpea, a lo que todos en la celda nos reímos. Y es que los Winchester tienen esa característica tan particular que parece que le caen bien a todo el mundo. Bueno, a casi todo el mundo.
— Clarke, ¿quiénes son estos tipos? —me susurra Bellamy algo molesto para después sentarse a mi lado.
— Escuchen todos —digo para llamar su atención—. Estos son Sam y Dean Winchester. Me ayudaron a entrar acá y, aunque parezca raro, son más que solo dos caras bonitas.
Todos sonríen, incluyendo al par de hermanos.
— Chicos, estos son Finn, Lincoln, Octavia... —digo mientras los voy señalando y van saludando.
— ...y el famoso Bellamy Blake —termina por mí Dean—. Un gusto conocerte al fin. Tu nombre es como la palabra favorita de la rubia. ¡Auch!
Sam y yo le pegamos al mismo tiempo.
— ¿Se puede saber en qué estaban pensando cuando la trajeron acá? —pregunta Bell de una forma no muy amable.
— ¿Traerla? Ella fue quien nos pidió ayuda en primer lugar —responde Sam, divertido.
— Por algo la esposé en primer lugar...
— ¡Ah, empecemos por ahí, entonces! —ay no— ¿Esposarla? ¿En serio? Lamento informarte que la señorita acá presente ya tiene la edad suficiente como para saber lo que está bien y lo que está mal, y puede tomar sus propias decisiones.
— No tiene experiencia en combate.
— Mm, yo creo que si, al menos lo necesario. Además, no sos su padre para andar diciéndole qué hacer.
La palabra "padre" me cae como una roca en el estómago. Nunca voy a poder escucharla o decirla sin sentir esa sensación de malestar, de injusticia.
- No, pero me preocupo por ella —Bellamy se para y se acerca hasta Dean.
— Si te preocuparas por ella, le enseñarías a defenderse —Dean también se pone de pie y camina hasta él—. O, en el mejor de los casos, no te separarías de ella. Para que sepas, gracias a mi hermano y a mí está sana y salva. Por supuesto que nos encantó cuidar a tu novie...
Nadie, mucho menos Dean, ve venir el golpe. Termina en el suelo, sobándose la mandíbula algo adolorido, y se ríe amargamente.
— Con que así lo vamos a solucionar, ¿eh? —se pone de pie en dos segundos y se la devuelve.
Está más que claro quien va a ganar esta pelea. Puede que Bellamy haya entrenado para ser guardia, pero Dean lleva toda una vida cazando todo tipo de cosas, por no contar que es mayor que él.
— ¡Bellamy, basta! —grito y miro hacia afuera de la celda.
Los guardias parecen disfrutar la pelea y comentan divertidos. Pienso, desesperada, que no van a hacer nada para pararlos.
— ¡Sam, agarra a tu hermano! —me hace caso y lo tira hacia atrás desde los hombros.
Antes de que pueda llegar a Bellamy, Lincoln está delante mío y hace lo mismo que hizo Sam con su hermano.
— Es increíble como los hombres, sin importar de qué época sean, son igual de idiotas —me pongo en el medio de ellos y hablo, furiosa, mientras mis ojos van de uno al otro—. Somos prisioneros de Heda, no sabemos cuál es su problema, y estamos intentando solucionarlo mediante el diálogo, ¡¿pero entre nosotros la respuesta es la violencia?!
Los dos se quedan callados. En realidad, todos lo están, inclusive los guardias.
Bellamy baja la cabeza, avergonzado, pero Dean me mira como si fuese una maravilla. Camino hasta los guardias y les pido el botiquín de mi mochila. Para mi sorpresa, me lo dan a la primera, aunque sin la aguja.
— Octavia —la llamo y viene hasta mí-, limpiale las heridas a tu hermano.
— ¿No queres que...?
— No. Yo me tengo que hacer cargo de Dean —al fin y al cabo, y aunque suene extraño, lo que les pasó o pase a los Winchester es responsabilidad mía.
— Si querés lo hago yo, O —dice Lincoln y ella asiente.
Entre los dos levantan a Bellamy, que me mira entre decepcionado y confundido.
Cuando me agacho para revisar a Dean, en mi cabeza puedo escuchar perfectamente a Octavia repetir en forma de burla lo que me dijo hace unos minutos en la sala de trono:
"Sabías que mi hermano es celoso, ¿no?"

~
Glosario:
- Osir trusted in your world, Okteivia kom Skaikru, en yu betrayed osir = Confiamos en tu palabra, Octavia de la gente del cielo, y vos nos traicionaste.
- Mebi, ba Heda beda nou don kom kidnaped osir in the first place = Tal vez, pero al comandante no debió habernos secuestrado en primer lugar.
- ¡Kill em hogeda! = ¡Mátenlos a todos!

Brave Princess. Rebel Leader. - Saga Black & White | Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora