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Capitulo extra largo 

Citas, estúpidas y malditas citas.

No soy una persona romántica, pero honestamente esto es ridículo. Y ni siquiera es por el hecho de que no sea un vomita arcoiris. La ha invitado a una feria de esas re cliché de las películas baratas románticas. Yo lo pudiese hacer mejor.

Cuando le he preguntado a Clarisse de que iba toda esta bobada de “cena” ni podía creer lo que me dijo. Claro, el fantoche ese no podía pensar en algo más original. Tanta gel para el cabello le afectó el poco cerebro con el que nació.

Lo único que medio me consuela después de oír el plan tan aburrido, es la excitación de la anticipación de arruinar su plan perfecto. Ya le quiero ver la cara al estúpido ese cuando le haga pasar la vergüenza de su vida.

Río por lo bajo mientras pienso en tantas posibilidades y me percato de que Teddy me mira con grandes ojos preciosos e inocentes.

— Puedes ser malito por esta vez, pequeñin.

Pronto oigo como tocan a la puerta y Clarisse me pide desde su habitación que abra la puerta. En seguida estará aquí. Me paro muy a mi pesar y camino hasta la  puerta. Al abrir me hallo con su cara horrible. No recordaba que fuese tan feo y estúpido.

— Buenas noches, vengo a traer a Cla-

— Baja enseguida. — lo corto rápidamente antes de darme la vuelta y caminar hasta el sillón donde mi trasero de encontraba antes.

— ¿Puedo pasar? — murmura desde la entrada después de algunos segundos haciendo que ruede mis ojos con fastidio.

— Si hay de otra — susurro por lo bajo aunque lo suficientemente fuerte para que el oiga. O eso espero.

— Hola Peque. — saluda con la estúpida voz infantil más fingida que he escuchado.

A Teddy no le agrada mucho ya que se esconde entre mis piernas. Sonrío ante lo buen chico que es. Sabe quien es amistoso y quien es un peligro para nosotros. ¿Peligro? ¿de que hablas?

Ven Teddy. — digo antes de cargarlo y ponerlo en mis piernas.

— Vamos — anuncia Clarisse detrás mio antes de que pueda decirle al fantoche ese cuanto Teddy lo odia.

— Vamos. — contesta Marcos.

— Vamos entonces — asiento antes de empezar a tomar las cosas que Clarisse preparo antes para Teddy.

— ¿Eh? ¿Pero que haces, tío?

No me llames tío, idiota.

— Es obvio, ¿no? Vamos con ustedes.

Su expresión horrorizada me recuerda que valió la pena aguantarlo antes. Vaya que se ve chistoso. Que la diversión empiece.

— Lo lamento tanto, Marcos. No puedo dejar a Louis solo con Teddy. Es capas de matarlo — se disculpa Clarisse mirando con atención su feo rostro desfigurado.

— Vamos, corazónbarato — no me puedes hacer esto. Sabes que he esperado mucho para estar a solas contigo.

Pero vaya que es majadero...

— ¿A que te refieres Marcos? — frunce el ceño Clarisse observando al tipejo. Sí, ¿a qué te refieres?

— Bueno, pues — el muy hijo de su santa madre esta más que nervioso — me refería a que tenemos tanto tiempo de no salir sin nadie de la oficina. Es un poco molesto teniendo en cuenta que no podemos hablar ya sabed, en privado.

Teddy Wants a Daddy l.tDonde viven las historias. Descúbrelo ahora