TOCANDO EL CIELO

#1

*Bárbara POV*

Hoy es lunes y desgraciadamente me tenía que levantar.

Hoy era el primer día en mi nuevo instituto de, gracias a Dios, mi último año.

Como una neoyorkina recién llegada, a Miami, el ambiente aquí se sentía diferente. El tráfico es agitado, pero no tanto como en mi antigua ciudad y la gente aquí no se preocupa tanto por vestirse como ejecutivos, aquí más bien la moda es más... liberal. No sé cómo explicarlo.

20 minutos después de levantarme de la cama, salí de una deliciosa ducha caliente y fui a mi gran armario a buscar qué ponerme para luego de 5 minutos decidirme por un vestido azul pálido con un listón en la cintura y un moño color crema y unos botines a juego. Dejé que mi cabello callera por mi espalda en espesos y definidos rizos para después tomar mi mochila junto con las llaves de mi Audi R9 y emprender mi camino al instituto.

¿Se preguntarán porque no tuve un buen desayuno en familia? Fácil, mis padres nunca están y odio comer sola.

Después de 15 minutos estacioné mi auto en el patio delantero de lo que sería instituto el próximo año de mi vida. Las miradas curiosas no faltaron, las razones, podrían ser dos: mi costoso y llamativo auto o yo.

Comentarios como "esa debe ser la chica nueva", "he oído hablar de ella, dicen que su papá es un magnate y su mamá es dueña de una empresa de diseño" o "la chica nueva está buenísima". ¡Vaya! Aquí no se guardan secretos. Todo lo que murmuraban era verdad.

Cuando entré al gran edificio, fui directo a la oficina del director Snider para recoger mi horario y las llaves de mi casillero. Recogí los libros para mis próximas tres clases y me dirigí al aula A-3.

Toqué la puerta un par de veces y se oyó un "adelante". Entre lentamente y todas las miradas curiosas se posaron en mí. El profesor me miró y dijo:

-Usted debe de ser la señorita Wells, si no me equivoco. Bienvenida a mi clase-dijo amablemente y con una gran sonrisa el que debía ser el señor Smith. Yo asentí "tímidamente" y busqué un lugar vacío en todo el salón, pero solo vi uno hasta el fondo, junto a un chico castaño, llevaba una chaqueta de cuero negro, playera negra y jeans ajustados del mismo color. Tome asiento junto a él, pero ni siquiera me volteo a ver. Realmente no me importaba.

Las clases pasaron rápidamente. La hora del almuerzo había llegado y hasta ahora solo tenía una conocida. Andrea Carmona, una chica muy agradable que conocí en la clase de español, hablaba como guacamaya, pero era innegablemente divertida. Ella me había enseñado a la mayoría de los estudiantes de aquí. El instituto cuenta con sólo 250 alumnos debido a que, aparte de ser particular, era exclusivo para los mejores.

- ¡Oh por dios! Ahí viene Noah Somers-dijo mientras yo comía tranquilamente mi manzana, yo estaba de espalda a la entrada de la puerta por eso no veía quien entraba y quien salía. Andy puso cara de boba en cuanto nombró a ese chico así que me di la vuelta para encontrar a tres chicos: el de un extremo era castaño con el cabello desordenado, el del otro extremo igual castaño y con el cabello desordenado, pero en otro estilo y por último el de en medio, castaño con el cabello desordenado pero muy diferente a los dos anteriores, ciertamente era el más guapo, aunque yo no encontrara mayores diferencia entre ellos, sus ojos eran de color miel y con la luz del sol brillaban, los tres de la misma altura y guapos.

- ¿Cuál de ellos es Noah? -pregunto curiosa. Ellos se sentaron en la mesa justo detrás de mi espalda.

-El que estaba a mi izquierda cuando entraron-eso se refería al primer castaño que describí-el de mi derecha era Christian Miller y el de en medio Jason Bradley, son los chicos malos del instituto, pero están buenísimos, la verdad es que estoy locamente enamorada de Noah desde la secundaria, pero él jamás me ha volteado siquiera a ver-dijo desanimada.