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Llegué a casa cerca de las 10:30 pm. Me sentía muy cansada así que me di una ducha, me puse el pijama y me tiré a la cama a pensar los hechos del día. Entre las cosas que pensé estaba que mis padres dijeron que regresarían este fin de semana; el fin de semana había terminado y de ellos ni señales. Quizás al día siguiente se dignaran a aparecer, pensé. Así que no me di cuenta cuando me quedé profundamente dormida.

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Mi despertador sonó a las 7:00 am en punto, me levanté perezosamente y coloqué un vestido floreado, unos tacones color crema, maquillaje y cartera a juego.

Tomé las llaves de mi auto y partí al instituto. Cuando estacioné mi auto, ahí estaban Noah, Chris y Jason fumando. Entonces como por arte de magia la realidad me golpeó, fuerte y contundente.

Recordé lo que había pasado el sábado por la noche con Chris, debía pedirle una disculpa. Me acerqué a ellos.

-Buenos días chicos-saludé.

-Buenos días, Bárbara-dijeron los tres en coro. Y no sé si era mi imaginación o Jason me miraba diferente, es decir, ya no me miraba frío como antes.

-Chris-lo llamé, sonrojándome, más por vergüenza que por timidez, al darme cuenta que me miraba sonriendo-ammm... ¿podemos hablar? -medio tartamudeé. Ahora Jason me miraba frunciendo el ceño. No sé qué era exactamente lo que estaba pensando, pero no se veía feliz.

-Claro que si linda-dijo, me tomó de la mano y caminamos al patio del edificio sin mirar atrás.

-Hola Bárbara-oí que gritaban a lo lejos. Era Andy quien ahora caminaba de la mano con Noah. La saludé de vuelta y me cercioré de que Jason había desaparecido. Seguí mi camino con Chris hasta llegar al patio trasero.

-Chris yo... solo quería disculparme por...-fui interrumpida por unos labios sobre los míos dejándome completamente sorprendida, sin embargo, no tardé en responder el beso. Tomé su cuello con mis brazos y acaricié la parte baja de su nuca-lo siento-dije en un susurro, bajando la mirada una vez que se separó.

-Hey -tomó mi mentón levantando mi vista-no hay problema. ¿Vale? - dijo sonriendo tiernamente.

Si dijera que estaba confundida y que no sabía qué demonios estaba haciendo acostándome con un chico y besando a su mejor amigo en la mañana siguiente, estaría mintiendo. Esta era yo, a lo que estaba acostumbrada, lo que quería, lo que necesitaba.

-Vale-le devolví la sonrisa sincera-vamos, el timbre no tarda en sonar-dije arrastrándolo adentro.

***

Cuando entré a mi primera clase el profesor aún no había llegado, gracias a Dios.

Me senté junto a Bradley y lo miré, él también me miraba, pero con el ceño fruncido.

-Volviste a los vestidos -murmuró revoleando los ojos.

- ¿Algún problema? -pregunté a la defensiva. Él solo se encogió de hombros desinteresadamente. Yo lo ignore.

- ¿De qué hablaste con Christian? -pregunto después de un momento.

- ¿Te importa? -bufe molesta.

- Hoy estas muy a la defensiva-dijo riendo levemente.

- Deja de molestar- contesté mirándole asesinamente.

- Entonces ¿no me vas a decir qué hablaste con él? -insistió.

- Eres un metiche. No te voy a decir porque no te importa -terminé nuestra "conversación" porque el profesor entró al aula. Jason no insistió más y lo hizo más fácil.

TOCANDO EL CIELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora