De mala gana me levanté a ducharme. Me sentía tan cansada que me vestí como nunca más creí salir a la calle, con un pantalón de chándal gris, una blusa negra que llegaba debajo de mi ombligo, pero dejaba ver un poco de mi vientre y un par de vans negras. Até mi cabello en un moño desordenado y salí de mi casa. Iba a estudiar no a socializar ni con Bradley no con nadie.
20 minutos más tarde, exactamente a las 3:05 pm, estaba tocando la puerta del departamento 42, en el piso 13 de un edificio que se encontraba al otro lado de la ciudad. Un minuto después, Bradley abrió la puerta. Él estaba envuelto en una toalla de la cintura para bajo y a menos de que estuviera ciega, tenía que admitir que su cuerpo era un 1000/100.
Sin darme cuenta me mordí el labio inferior y Jason sonrió pícaramente.
-Pasa-me dijo con voz ronca. Su voz acariciaba mis oídos de una forma erótica y sugestiva. Sin embargo, decidí empujar mis impuros pensamientos al fin de mi cabeza. No podía estar pensando en Jason de manera lasciva si la noche anterior casi me había acostado con Christian.
Me adentré al apartamento. Era grande para una sola persona, suponiendo que vive solo. Estaba muy bien ordenado y la decoración era de muy buen gusto-siéntate-me indicó de manera cortante, mientras caminaba al que debía de ser su habitación, supongo que a vestirse. Así lo hice echando un breve vistazo a la sala en la que me encontraba.
Dos minutos más tarde regreso sólo con unos pantalones de chándal, parecidos a los míos, pero en color negro; dejándome ver todos los tatuajes que tenía esparcido a lo largo del abdomen, los brazos y la espalda; cosa que en mi opinión lo hacía verse aún más sexy.
- ¿Con que vamos a empezar? -dije una vez que estaba sentado frente a mí y tratando de desviar la mirada.
-Pensé que jamás en la vida te vería sin uno de tus vestidos-dijo burlonamente mientras tomaba asiento junto a mí en el sillón de cuero negro y dejaba un par de libros encima de la mesa para café frente a nosotros.
-Por favor Bradley-reí sarcásticamente-llevas una semana de conocerme, no sabes nada de mí-dije fríamente y poniendo los ojos en blanco en señal de fastidio.
- ¿Y que se supone que debo saber de ti? ¿Qué eres una niña de papi? –preguntó levantando ambas cejas.
-Eres patético-dije molesta. De alguna maldita manera me importaba que alguien como Jason Bradley tuviera una idea tan reducida y miserable de mí.
-No soy patético Bárbara, soy realista. De igual manera no me interesa saber nada de ti-dijo levantando los hombros desinteresadamente.
-Me alegro-dije fría-ahora por favor empecemos, vine a estudiar no a socializar contigo-lo miré despreciativamente.
*Jason POV*
¡JODER! cuando la vi parada en mi puerta con pantalones de chándal, una blusa que dejaba ver un poco de su vientre plano y sin maquillaje dejando al desnudo sus rosadas mejillas y largas pestañas naturales, no lo podía creer, si no la hubiera visto yo mismo pensaría que era una broma. La niña de papi acostumbrada a delicados y caros vestidos de diseñador, vestida así en mi puerta, eso era raro, pero se veía bien, de hecho, ella se bien con cualquier cosa ¡MIERDA! Que estoy diciendo, en fin. Con esa ropa se marcaba mejor ese buen culo redondo y bien dotado que se cargaba y su grandes y apetitosos pechos, redondos y firmes. Aggggh, me maldije internamente cuando quise tirar de ella hasta inclinarla en mi sofá y azotar sus nalgas hasta que gimiera mi nombre.
*Narradora POV*
Jason enseñó a Bárbara todo lo que ella le dijo que no entendía bien. Ella debía aceptar que Jason era un buen maestro, la mayoría de las cosas se las aprendió en ¿cuánto? ¿4 horas? Eso era un gran record.
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TOCANDO EL CIELO
Teen Fiction¿Quién se iba a imaginar que la pequeña Bárbara iba a cambiar tanto en 1 mes? Paso de ser a una hermosa niña que usaba delicados y caros vestidos de diseñador a ser la chica del chico malo del instituto, con modales irracionales, vestimenta y peina...