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Hoy era el gran día, hoy era el día en que me convertiría en la señora Sallow -aunque solo tengo 18 años- esa idea me emocionaba mucho, pero había algo, algo que no cuadraba. Sentía algo dentro de mí. Ignore el estúpido sentimiento y me mire por última vez al espejo.

- Te ves hermosa -dijo Harman abrazándome por detrás.

- ¿Tú crees? Siento que no es muy adecuado.

- Esta eres tú Ángel, nadie te puede cuestionar por ello -sonreí ante su comentario.

- Tienes razón.

- ¿Nos vamos? -yo solo asentí y salimos de aquella habitación para dirigirnos al registro civil. Harman llevaba puesto un traje, se veía hermoso.

Al llegar al registro civil la ceremonia comenzó, era gracioso que nuestros testigos eran completos desconocidos. Después de un sermón y un "Acepto" por parte de ambos. Me convertí en una mujer casada, estaba feliz muy feliz. Harman y yo salimos de aquella gris oficina y se me ocurrió una idea genial. Se la comente junto con mis motivos y contento dijo que si, incluso dijo que conocía el lugar indicado para hacerlo.

Llegamos a un local absolutamente todo pintado de rojo incluso las luces neones eran rojas, entramos y Harman saludo al encargado como si fuera su amigo, supongo que lo era.

- Es uno muy especial, la verdad nunca he hecho algo así pero tengo bastante experiencia y espero que quede como quieras-dijo amablemente el hombre que respondía al nombre de Max.

- Gracias Max confió en tu experiencia.

Después de esas palabras puso manos a la obra. El dolor me recordó a cuando tenía 16 años, como la primera vez que había pasado por esta situación. Al cabo de unos minutos de sufrimiento que creo que Harman sufría más que yo. Max termino y Harman le pago la cuenta. Mi piel estaba roja y sentía una solo un leve palpitar gracias a la anestesia. Admire por unos largos minutos aquella palabra grabada en la parte interior de mi antebrazo. "Believe" con la B en forma de corazón y de color rosa, las demás letras eran negras.

"Believe" "Creer" porque fue creer lo que te trajo de vuelta a mí. Creer en nuestro amor. Creer en mí. Creer en la vida. Creer en el destino. Gracias por creer. Esas eran mis razones por las que me tatué aquella palabra. Porque cuando amo algo, muy dentro de mí siempre se queda la esperanza de que regresara a mí. Siempre creo en lo imposible.

Con Harman, celebramos toda la noche en un antro genial que acababan de abrir cerca del hotel. Tomamos, pero no demasiado, teníamos que estar despiertos para la noche bodas.

TOCANDO EL CIELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora