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Cuando estuve frente a él me miró fijo de pies a cabeza y se pasó la lengua por sus rosados labios. E incluso con su acto lascivo, su mirada seguía siendo fría y arrogante, como siempre. Nunca me había dado cuenta de lo hermosos que eran sus ojos.

-Hola-un frio hola fue lo único que se me ocurrió decir, si él tenía una mirada arrogante la mía era aún más.

- ¿Cuándo comenzaremos con la asesoría? -pregunto igual de frio que yo.

-Te diría que mañana mismo, pero tengo un compromiso. Podría ser el domingo...

-Ten-me cortó dándome un papelito-después de las 12 a la hora que quieras-dijo y se fue. Abrí el papel y supongo que era su dirección.

Me subí a mi auto y me marché a casa restándole importancia al extraño encuentro.

Cuando llegué a casa, ni siquiera me molesté en cambiarme, me lancé a la cama a dormir, esta semana había estado un poco pesada.

...

Desperté como las 5 de la tarde.

Bajé descalza a comer, no encontré a nadie del servicio, posiblemente ya se habían marchado. Sin embargo, había varios guisados, pero no tenía ganas de comer eso, así que encontré unas lunas de chocolate, tomé un par y subí a mi habitación.

Cuando me volví a acostar en mi cama, la luz de mi celular parpadeaba. Lo tomé y me di cuenta de que tenía un mensaje de Andy.

~ ¿Qué haces? Estoy muy aburrida y tengo cosas que decirte. J~

~Estoy comiendo lunas de chocolate. ¿Quieres venir a jugar x-box conmigo un rato y me dices lo que tienes que decirme? Ya sabes donde vivo. ~

~Estoy ahí en diez. ~

Ya no le contesté. Sólo bajé al cuarto de juegos y puse en la consola un juego muy bueno de baile. A los 5 minutos el timbre sonó. Camine por la puerta y ahí estaba Andrea.

-Pasa-dije haciéndome a un lado-vamos al cuarto de juegos, ya está puesta la consola.

Nos dirigimos a la habitación.

- ¿Y qué era lo que me querías decir? -pregunte mientras nos poníamos en posiciones. A mí nadie me gana en este juego.

- ¡NOAH ME INVITÓ A SALIR! -dijo saltando de alegría.

- ¡OH POR DIOS! Eso es genial-dije muy contenta por ella. Sus ojos realmente brillaban con ilusión.

- ¡SÍ! Mañana en la noche, vamos a ir a The Heaven Night Club. Por dios, Bárbara amo ese lugar, lo amo a él, nada podría ser mejor-pausó pensativa-excepto que folláramos. Eso sí sería explosivo para mí-dijo riendo y yo la seguí moviéndome rápidamente frente a la consola.

-Qué sucia eres-dije tomando ventaja de su alegría para ganarle.

- ¡OH! Maldita tramposa, estas tomando ventaja. Te aplastare como una sucia cucaracha-dijo empezando a moverse. Yo reí.

-Ya lo veremos, señorita enamorada-dijo aun riendo.

Yo decidí no decirle nada de lo de Chris, porque, aunque la conocía desde hace apenas una semana, ya la consideraba como la mejor amiga que podría tener en este lugar y conociéndola, no pararía de decirme que teníamos algo más o cosas por el estilo.

Así paso toda la tarde, entre juegos, empujones, risas y burlas, al final yo gané.

Cuando dieron las 9 de la noche, yo moría de hambre así que decidimos ir a un Starbucks, después cada quien se fue por su lado.

TOCANDO EL CIELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora