A las 8 en punto estaba saliendo de mi casa, elegí un vestido rojo ajustado corte sirena, mi madre lo compro para mí en un viaje a Roma un mes atrás, unos tacones de 17 cm del mismo color, maquillaje a juego y un moño desordenado dejando algunos rizos fuera.
Mi padre y yo subimos a la limosina negra que nos llevaría a donde se llevaría a cabo aquella cena.
*Jason POV *
Hoy tenía plan con una rubia de infarto, no tenía el cuerpo de la castaña con la que me he acostado la última semana, pero la chica rubia no estaba nada mal. Sin embargo, Henrry lo tenía que arruinar todo, llamando para decirme que necesitaba que lo acompañara a una cena de no sé qué.
Mierda, mis planes a la basura.
Me dio una dirección y me dijo que tenía que estar ahí a las 8:30, quizás si terminaba antes de las 12 aún podría verme con la rubia.
Me vestí con tonto esmoquin de diseñador traído de Francia por el mismo Henrry, tomé las llaves de mi auto y me marché.
Llevaba media hora en aquella tonta fiesta y estaba que moría del aburrimiento, mi padre conversaba con algunos socios y yo fingía poner atención comentando algo de vez en cuando.
Cuando llegue me entere de que era una cena exclusiva de padres e hijo o en todo caso hijas. La mayoría de estos hombres tenían hijos que parecían maricones, tan peinados, tan retocados, un asco. Estaba a punto de dejar las apariencias de lado, largándome del lugar, pero entonces algo sucedió.
Por la puerta principal entró una mujer. Sí, eso es una mujer en toda la extensión de la palabra.
Parecía una reina, llevaba un vestido rojo ajustado hasta la mitad del muslo y después suelto hasta caer al piso, unos tacones de infarto, un peinado raro que le lucia excelente e iba del brazo de un hombre el cual debí suponer era su padre.
Eché un vistazo rápido para darme cuenta que era la única mujer en la fiesta. Docenas de miradas lascivas se concentraron en ella y sólo gruñí por lo bajo. Su padre era muy afortunado de poder presumir a su bella hija en medio de esta bola de maricas. Pensé una manera de acercarme a ella y se me ocurrió la mejor.
- ¿No es ese Greg Wells? ¿Tu socio? -le pregunté a Henrry falsamente desinteresado.
-Oh sí, ese es. Vamos a saludarlo a él y a su bella hija-dijo mientras se disculpaba cortésmente con otro hombre, yo lo seguí feliz de la vida.
-Buenas noches-Henrry saludó llegando al lado del hombre. Bárbara alzó la vista y me vio. Su sonrisa se borró en automático y frunció el ceño.
-Buenas noches-saludó Greg.
-Oh, veo que has traído a tu bella hija Greg-dijo mi padre.
-Así es, ella es Bárbara. Bárbara Él es Henrry Bradley, mi socio y él es su hijo...
-Jason Drew Bradley-lo interrumpió mi padre-es un gusto conocerte Bárbara-dijo tomando su mano para besarla. Bárbara sonrió cortésmente.
-El gusto es mío señor Bradley, y su hijo y yo ya nos conocíamos ¿no es así, Drew? -pregunto sonriéndome.
-Así es Bárbara-sonreí de vuelta-ella y yo somos compañeros en el instituto-dije dirigiéndome a nuestros padres.
- ¿Qué edad tienes Bárbara? -preguntó Henrry interesado.
-17 señor Bradley, la razón por la cual voy igual que su hijo es porque voy un año adelante-dijo orgullosa de sí misma.
-oh que bien. Una mente inteligente-dijo mi padre sonriendo. Todos reímos y mi padre le dijo a Greg que lo acompañara a hablar con no sé quién. Le asegure a Greg que yo cuidaría de Bárbara. ¡Sí claro!
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TOCANDO EL CIELO
Teen Fiction¿Quién se iba a imaginar que la pequeña Bárbara iba a cambiar tanto en 1 mes? Paso de ser a una hermosa niña que usaba delicados y caros vestidos de diseñador a ser la chica del chico malo del instituto, con modales irracionales, vestimenta y peina...