Mi pulso latía desenfrenado... dentro de cualquier momento se me iba a salir el corazón del pecho. Miedo, ansiedad, deseo. Más miedo, más ansiedad. Mis pasos eran torpes mientras intentaba subir las escaleras sin dejar de besar a Zayn. Yo subía de espaldas, mientras él estaba un escalón más abajo, estaba firmemente agarrada a su remera. Mis besos eran tan torpes como mis pasos... Dios, soy un desastre.
—TN__________ —dijo y se alejó de mis labios —Así no...
—¿Qué? —dije confundida, agitada.
—Tranquila, bonita —musitó y acarició mi mejilla —Esto debe hacerse con calma... despacio.
—¿Con calma? —pregunté nerviosa —Pero... si yo estoy muy calmada.
Sonrió tiernamente y me dieron ganas de desaparecer. Debe pensar que soy una idiota.
Subió un escalón más y sin previo aviso me alzó en brazos. Instintivamente coloqué mis brazos alrededor de su fuerte cuello. Comenzó a subir el resto de las escaleras conmigo como si de una pluma se tratara. Respiré profundamente y apoyé la cabeza contra su hombro. Sin bajarme de sus brazos entró a la habitación principal. Se escuchaba con perfecta claridad el sonido de las olas chocando contra la costa.
Sentí que me bajaba al suelo. Apoyé mis pies con cuidado pero seguí con la cabeza apoyada contra él. Nos quedamos quietos, en silencio... compartiendo un segundo de tranquilidad.
Miré hacia la ventana. La luz de la luna entraba de frente, implacable.
No pude evitarlo y me alejé de Zayn para mirarla. Esto jamás sería posible de comparar. Nunca había visto una luna más grande, blanca, brillante. Su reflejo golpeaba al mar... haciéndolo más hermoso, más inmenso.
Giré despacio y encontré a Zayn frente a mí. Mi corazón comenzó a latir fuerte de nuevo. La luna brilló en sus ojos. Su mano se apoyó en mi rostro, acunando mi mejilla. Mis ojos se cerraron ante el suave contacto.
—Eres mi gitana, ¿verdad? —preguntó. Asentí sin abrir los ojos. Su mano seguía quieta en mi mejilla —Eres una gitana... eres mi gitana porque te has robado mis voluntades... te has robado mi todo.
Suspiré cuando sus labios se apoyaron con cuidado sobre los míos. El beso era suave, armonioso, llenó mis sentidos de calor. Su mano se colocó en mi espalda y con cuidado me acercó un poco más a él. Apoyé ambas manos sobre su pecho. Su boca se adueñó de mi labio inferior. Sentí la punta de su lengua acariciando mi labio. Abrí más la boca y recibí el dulce sabor de su lengua.
Sus besos se despegaron de mi boca y comenzaron a recorrer mi mentón. Cerré las manos sobre su remera, sujetándola con algo de fuerza. Se alejó un poco de mí, perdí su contacto. Abrí los ojos para mirarlo. Sin decir nada se quitó la remera. Aspiré profundamente. Cada parte de mi ser quiso tocarlo, acariciarlo, sentirlo.
El volvió a acercarse a mí, sus manos se apoyaron en mis hombros. Temblé al darme cuenta de que yo tenía puesto un vestido blanco, de dormir, que llevaba botones adelante. Zayn corrió hacia un costado uno de los breteles. Besó mi hombro.
Mi respiración comenzó a agitarse de nuevo. Sentí un calor terrible que se instaló en mi vientre. Mi vestido comenzó a desprenderse. Bajé la mirada y divisé los dedos de Zayn encargándose de soltarlos, uno por uno.
Lo miré a los ojos. Vi el deseo en ellos, las ganas, anticipación. Vi el amor en sus hermosos ojos. Llegó al último botón y se tardó un poco más en desprenderlo... El vestido cayó al suelo, cuando al fin lo hizo, dejándome en ropa interior. El calor ardió en mis mejillas.
Zayn recorrió mi cuerpo con la vista.
—Eres tan hermosa... —murmuró.
No pude decir nada. Mi corazón latía tan rápido que apenas podía respirar. Volví a sentir su mano sobre mi espalda. Subió lentamente y me sobresalté un poco al sentir que se desprendía mi sostén.
—Tranquila —dijo con la voz pesada —Solo quiero verte, conocer tu cuerpo...
Aquella parte de mi ropa interior cayó al suelo. Instintivamente me cubrí con mis brazos. Zayn rió por lo bajo.
—No es chistoso —me quejé con voz apenas audible.
Me volvió a levantar en sus brazos. Esta vez no me sujeté de su cuello. Solo traté de proteger mis pechos. ¿Acaso es necesario hacer el amor sin ropa?
'Que pregunta más estúpida. ¿Cómo vas a hacer el amor con ropa? Por dios, si que eres una tonta sin remedio' —dijo ______(2do nombre). Hacía tanto que no aparecía en mi cabeza.
'¿Dónde estabas?' —le pregunté. No me respondió.
Me puse más nerviosa de lo que estaba al sentir que Zayn me apoyaba sobre la cama. Se alejó y se acercó a la ventana del balcón, la abrió.
Mi piel se erizó cuando el fresco viento marino invadió la habitación. Mis brazos seguían tapando mis pechos. Zayn se quedó quieto, mirando hacia el mar, dándome la espalda. Miré fijamente aquella parte de él. Confeccionada por anchos hombros, se volvía más fina a la llegada de sus firmes caderas. Perfecta, majestuosa...
Se giró a verme, aguanté la respiración. Una simple sonrisa curvó sus labios.
—¿Vas a seguir cubriéndote? —quiso saber. Solo me limité a negar con la cabeza. Tragué saliva al ver como Zayn se comenzaba a quitar los pantalones. Me cubrí bien con un solo brazo y con el otro logré taparme los ojos —TN__________... solo estoy en ropa interior, al igual que tú.
Separé un par de mis dedos para observarlo. Y si... solo estaba en ropa interior.
Solté un largo suspiro y me quité la mano de la cara.
—Lo siento... debes pensar que soy una idiota. Pero...
—Yo no pienso eso —me interrumpió. Se acercó a la cama y no pude evitar tensarme. Se sentó a mi lado —TN__________... no es necesario que esto pase en este momento. Yo voy a esperarte todo lo que sea necesario.
—Nonono —dije rápidamente —Yo no quiero esperar...
—Pero...
—Nada, no quiero esperar —le dije.
Se que sueno desesperada y es que si lo estoy. No quiero desperdiciar nada de lo que tengo. Y no voy a hacerlo... no voy a desperdiciarlo.
—Bien —asintió —Lo primero que tengo que preguntarte es si estás completamente decidida a seguir comportándote con tanta corrección.
Inhalé un poco de aire y lo mantuve preso en mis pulmones.
—No; ya casi he renunciado a ello.
—Demuéstramelo —sentenció. Lo miré fijo a los ojos —Quítate el brazo de los pechos.
La sangre comenzó a recorrer con más fuerza en mis venas. Lentamente comencé a quitar el brazo que me estaba cubriendo de la vergüenza. Cerré los ojos con fuerza para no ver la cara de Zayn o simplemente para no pensar que estoy casi desnuda delante de él.
'Y te atreves a decirle gallina a él, cuando eres tú la más gallina de los dos'
No pude decirle nada a mi conciencia. Solo me concentré en tener los ojos bien cerrados. Sin duda alguna mi nerviosismo creció cuando sentí un dedo de Zayn sobre la vena que latía con fuerza en mi cuello. Descendió despacio recorriendo mi piel hasta llegar a la clavícula.
—Ven aquí, novia —me dijo con voz rasposa. Abrí los ojos para mirarlo, algo sorprendida.
—Es la primera vez que me dices así —susurré entre encantada y nerviosa.
Zayn se acercó un poco más a mí y sus labios rozaron los míos.
—Ah, ¿si? —preguntó. Me estremecí y casi no me di cuenta de que empezaba a recostarme en la cama y llevaba a Zayn conmigo.
—Si —contesté apenas audible. Sus labios solo rozaban los míos, pero eso alcanzaba para alterarme de sobremanera. Volvió a recorrer con la punta del dedo el perfil de mi clavícula derecha, partiendo del hueco de la garganta.
—¿Te molesta que te llame así? —me dijo.
Con el confort de las almohadas alrededor de mi cabeza no pude evitar echar la cabeza hacia atrás al sentir que la piel se me erizaba a medida que el dedo avanzaba.
—No, no me molesta —mi voz sonó angustiada. Pero ya casi no lo estaba... no era angustia, más bien ansias. Muchas ansias.
El dedo de Zayn volvió a girar hacia mi garganta y, al llegar a la pequeña hondonada de la base del cuello, presionó ligeramente, notando un rápido latido. Sentí una leve sonrisa contra mi mejilla. La leve brisa del mar entró con más fuerza por la ventana e hizo volar un mechón de mi cabello sobre mi frente. Zayn lo acomodó de nuevo hacia atrás y me quedé sin aliento al ver como se quedó mirando mis pechos.
Volvió su mirada a la mía... se inclinó hacia mí y sus labios volvieron a rozar los míos. Mis ojos se cerraron. Ahora fui más consciente del peso de su cuerpo sobre el mío.
Mis labios estaban rígidos. Intenté calmarme un poco pero no lo estaba consiguiendo. Zayn se movió hacia la comisura de mi boca, y besé la comisura de la suya. Él acarició aquella esquina con su lengua, y yo hice exactamente lo mismo.
—TN__________...
—¿Si? —dije abriendo los ojos de golpe. Se echó hacia atrás, apenas unos milímetros, para atisbar mi rostro. Suspiró.
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Nothing in my way EN EDICIÓN
Teen FictionCuando pasas toda tu vida cumpliendo órdenes dentro de un buncker, inevitablemente, algún día tienes que salir al mundo real. Tienes que aprender a ser una chica como cualquier otra, hacer amigos, guardar secretos, ser cautelosa y evitar a los idio...