Capitulo 11: El peor

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  -Zayn:
Me desperté abriendo mis ojos de manera abrupta. Otra vez aquel maldito sueño. Otra vez los malditos recuerdos. Con cuidado me senté en la cama y miré a mí alrededor. ¿Qué hora era?
Miré hacia mi mesa y el reloj marcaba las 8 en punto de la noche.
Me levanté de un salto y me dirigí hacia el baño.
—De verdad no puedo creerlo —escuché la voz de mi prima proveniente del pasillo.
—Lo juro... Alex la miraba con su mejor cara de bobo —me acerqué a la puerta para apoyar mi oído y escuchar mejor. Si no me equivoco esa es Rebecca.
—¿Entonces dices que de verdad la gusta? —preguntó Danielle.
—Es obvio que si. Yo estaba por sentarme a su lado en el auto y me mandó a atrás. Solo para que TN____ se sentara a su lado.
—Pobre de Demi, le espera ver a Alex detrás de otra de nuevo. Pero TN_____ ha dejado bien en claro que no le gusta Alex.
—Esperemos que así siga siendo. Sería terrible para Dem.
—Ella tendrá que superarlo, Becca, ya es tiempo.
Las escuché alejarse. Mi celular sonó. Lo busqué y un mensaje nuevo relucía en la pantalla.
—MI AMOR, ¿PUEDES LLAMARME?
Soltando un suspiro apreté el botón de llamar y me tiré en la cama para relajarme y escuchar lo que Isabella quiere ahora.
—Hola —me atendió su voz llorosa. Me apoyé sobre uno de mis codos.
—¿Qué sucede? ¿Por qué lloras? —le pregunté.
—Peleé con mi madre. Me dijo cosas horribles y yo a ella, y entonces tomé mis cosas y me fui de casa.
—Tranquila, bonita ¿Dónde estas?
—En lo de Tiffany.
—Bien, estoy allí en un momento.
—Te espero mi amor.
Colgué y me puse de pie. Caminé hasta el baño y me metí a la ducha. El agua caliente cayó sobre mi espalda quitando aquella tensión que allí tengo.
—En lo de Tiffany...
¡Diablos! Acabo de darme cuenta que esta en la casa de ella. ¿Por qué la vida es tan complicada? No sé como voy a hacer para lidiar con eso.
Solté un suspiró y tomé el shampoo.
[—A Alex le gusta TN_____... parecía bobo... TN_____ ha dejado bien en claro que Alex no le gusta...]
¡Oh, vamos! No puedo estar pensando en eso. Luego llamaré a mi mejor amigo para aclarar un poco las cosas. Prefiero que vuelva con la ingenua Demi antes de que se ponga a salir con aquella indeseable.
Salí de la ducha y me cambié rápidamente. Se me estaba haciendo tarde. Escuché unos pequeños golpes en la puerta de mi habitación.
—Pase —dije mientras terminaba de acomodarme la camisa.
—Zayn, dice el tío que quiere hablar contigo un segundo —miré a mi prima que estaba apenas asomada en la puerta.
—¿Sabes que quiere? —le pregunté.
—No, solo me ha dicho que te llame.
—Bien, gracias.
Ella asintió y salió de allí. Terminé de arreglarme y fui hacia el despacho de mi padre. Entré sin golpear ya que sabía que él me estaba esperando.
—¿A dónde vas? – me preguntó a verme arreglado.
—Tengo... tengo que ir a ver a Isabella. Se fue de su casa —le dije mientras me sentaba.
—Bien, pero trata de no volver muy tarde.
—¿Me mandaste a llamar? —le pregunté.
—Si, alguien ha entrado a mi despacho ¿fuiste tú? —dijo. Fruncí el ceño.
—No, yo no entré aquí... nunca entro.
—Bien, era todo lo que quería saber. Ya puedes irte, hijo.
Me puse de pie y caminé hasta la puerta. Me giré a verlo.
—¿Te falta algo? —pregunté. Él me miró.
—No, no falta nada.
—Bien... adiós.
—Ve con cuidado —lo escuché decir antes de salir del todo.
Bajé las escaleras con cuidado y entré en la cocina. Me detuve al verla sentada allí jugando con un vaso de jugo.
—¿Qué haces aquí? —le pregunté. Ella levantó su mirada y me miró.
—Oh, eres tú —dijo y volvió su vista al jugo —Estoy esperando a que venga mi padre... tu prima me invitó a la tarde.
—Cierto que ahora eres parte de su grupo de idiotas —dije divertido.
—¿Eso te incluye? —me preguntó —Mira Malik... estoy cansada, tengo hambre quiero comer una pizza entera para sacarme el sabor horrible de las malditas galletas de arroz. No quieres encontrarme con semejante mal humor, así que ya déjame en paz.
—Eres...
Iba a decir algo pero un celular comenzó a sonar. Era el de ella. Lo tomó y se puso de pie.
—¿Ya estas aquí? Ya salgo.
Cortó y pasó por mi lado para salir de la cocina. La tomé del brazo antes de que pudiera alejarse del todo. Su mirada enfrentó a la mía y pude ver el carácter y la determinación en su mirada.
—Eres muy insolente, ¿lo sabías, TN_____? —le pregunté.
—Ay por dios —suspiró —Un día de estos ¿vas a dejar de querer impresionarme diciendo puras tonterías? —se soltó despacio de mi agarre. Palmeó mi hombro —Tendrías que concentrarte en dejar de ser así. Apestas.
—TN_______, tu padre ya esta...
Dani dejó de hablar al vernos uno cerca del otro. La insolente e insoportable se dio vuelta para mirarla.
—Si, me acaba de llamar ¿me acompañas a la puerta? —le preguntó mientras se alejaba de mí.
—¿Te estaba molestando? —le preguntó mi prima. La morena sonrió.
—No, solo estábamos intercambiando opiniones —me miró —¿Verdad Zayn?
No dije nada y vi como las dos desaparecían por una de las puertas. Solté un suspiro y entré en la cocina para tomar un vaso de agua. Esta niña va a traerme muchos dolores de cabeza. De eso estén seguras.
Luego de unos minutos salí de casa y me subí a mi auto. Aun tengo que ir a lidiar con aquellas dos mujeres. Llegué a lo de Tiffany y me bajé con cuidado para no hacer tanto ruido. La puerta de la moderna casa se abrió al instante e Isabella salió dispara hacia mí.
—Aaay, Zayn —dijo mientras comenzaba a llorar contra mi pecho.
Revoleé los ojos. Si en algo soy malo es consolando a las personas. Odio ver llorar a las mujeres, me pone demasiado nervioso.
—Ya, tranquila —le dije y la alejé de mí para sacar sus mejillas —Vamos a dentro y me cuentas que pasó.
Ella asintió y entramos a la casa de Tiffany. La rubia salió de la cocina y nos miró.
Al instante su mirada salió de nosotros mientras dejaba una bandeja sobre la mesa.
—Hola, Zayn —me dijo.
—¿Qué tal Tiffany? —le pregunté. Su mirada azul encontró la mía y negó levemente con la cabeza —Bien, ven aquí – senté a Isabella a mi lado en el sillón —¿Qué pasó?
—Mi madre... está loca.
—¿Por qué?
—No lo se, tiene problemas con el alcohol Zayn... no quiere admitirlo. Le dije que necesita ayuda y se volvió completamente loca.
—Cariño —acomodó un poco su cabello y volví a secar su rostro —Si tu madre no quiere entenderlo tú no puedes hacer nada.
—¿Cómo no voy a hacer nada Zayn? Es mi madre.
—Lo se, lo se —la abracé contra mi pecho y entonces vi que ella nos mirada. Soltando un suspiró entró a la cocina. Volví a alejar a Bella de mí —Todo va a estar bien.
Ella asintió y se acercó a mí. Me besó cortamente y volvió a alejarse.
—Gracias mi amor.
—¿Vas a quedarte aquí? —le pregunté.
—Si, por lo menos unos días.
—Bien, está bien.
Ella sonrió y acarició mi rostro.
—Voy al baño y ya vuelvo —se puso de pie y la vi desaparecer por una de las puertas. Me puse de pie y caminé hasta la cocina. Allí estaba ella preparando jugo. Levantó su mirada y me vio.
—¿Qué quieres? —preguntó.
—¿Qué pasa? —le pregunté mientras me acercaba.
—¿Y todavía lo preguntas? Ya me canse enserio de esto, Zayn. Ya no más.
—Tiffany, ya lo hablamos —le dije. Ella dejó lo que estaba haciendo y se acercó a mí.
—No puedo, ¿entiendes? No puedo...
—Por favor, preciosa, no me dejes.
Ella miró hacia otro lado y tomé su mentón haciendo que volviera a mirarme.
—Eres el peor —susurró mientras una pequeña sonrisa se curvaba en sus labios.
—Y eso a ti te encanta —le dije algo divertido.
—Zayn , ¿Dónde estas? —escuchamos la voz de Isabella. Me alejé de Tiffany y me senté en una de las sillas. Bella entró a la cocina —Oh, aquí estas ¿Qué hacían?
—Estábamos hablando de que va a ser lo mejor que te quedes unos días aquí, pero que después vuelvas a tu casa. A pesar de que las cosas no están muy bien, tu madre te necesita Bella —le dijo su amiga. Ella asintió mientras se sentaba sobre mi regazo.
—Gracias Tiff... no sé que sería de mí sin ti – le dijo y se puso de pie para acercarse a ella y abrazarla. Tiffany me miró mientras Isabella la abrazaba con fuerza. Negó levemente con la cabeza.
—Tranquila —le dije para que leyera mis labios.
—¿Te quedas a cenar con nosotras? —me preguntó Bella cuando soltó a su amiga. Las miré a ambas consecutivamente y sonreí.
—¿Por qué no? —dije mientras me ponía de pie.
Una larga semana pasó volando después de que Isabella se fuera de su casa. Ayer decidió volver junto a su mamá, luego de que la misma la llamara un millón de veces pidiéndole que regresara. Las cosas con Tiffany siguieron igual que siempre a pesar de que con Isabella pisándonos los talones fue un poco más divertido.
—Bien, buenos días —saludó el estúpido John Mayer entrando al salón. Nos pusimos de pie y lo saludamos —¿Me extrañaron esta semana? —algunas de las chicas susurraron un si por lo bajo y rieron luego —Ya lo se, ya lo se —dijo el muy idiota y se acercó a la mesa de Rebecca. Alex lo miró bien.
—Voy a golpearlo si intenta propasarse con mi hermana —me dijo mi amigo. Lo miré.
—Tranquilo, tu hermana no lo soporta —le dije.
—Bueno, vamos a comenzar. Quiero que se sienten como los grupos que armé.
Todos nos quejamos pero al instante nos levantamos y nos acomodamos como el querido profesor nos había dicho. Danielle se sentó frente a nosotros.
—¿Y TN______? ¿Por qué no ha venido hoy? —le preguntó Alex.
—Ya debe estar por llegar... dijo que tenía que hacer unas cosas por la mañana y luego venía hacia aquí —le explicó mi prima.
—Por suerte no vino la insoportable —dije y en ese momento la puerta del salón se abrió y entró mi karma hecho mujer. En esta semana que pasó no hubo un solo día en el que ella no peleara conmigo. Tiene un gran talento para sacarme de quicio y no se queda callada. Siempre tiene alguna respuesta estúpida para todo.
—Lo siento, tenía que hacer unas cosas —se disculpó con Mayer.
—Tranquila señorita Hudgens, puede tomar asiento en su grupo.
Ella asintió y caminó hacia nosotros.
—Buenos días —le dijo a Dani y ambas se saludaron con un beso en la mejilla —Hola, Alex.
—Buen día, TN_____ —dijo él con su mejor cara de idiota.
—Que tal —me dijo sin mirarme.
—Buenos días, TN______ ¿Cómo te ha ido esta mañana? —le pregunté con todo el sarcasmo del mundo.
—Pues fíjate que estaba muy bien antes de ver tu cara —me desafió ella.
—Ya, ya —dijo Dani —¿Ya van a empezar a discutir desde tan temprano?
—Tenemos que concentrarnos en hacer el trabajo —la siguió Alex.
—Bien, tienen razón. Voy a disculparme —dijo ella y me miró —Lo siento, Zayn. Mi intención no es herir tus sentimientos.
—Me haces mucha gracia, Hudgens.
—Lo se —dijo sin dejar de sonreír con cinismo.
—Esta tarde vamos a juntarnos en casa para repartir y los diálogos y los capítulos. Y TN_____... ¿Puedes quedarte a dormir?
Oh, no... ella no puede estar hablando enserio.TN____ sonrió levemente y luego su mirada se cruzó con la mía.
—Será un placer —dijo sin dejar de sonreír y ahí supe que ella de verdad va a buscarme.


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