Capitulo 78: Cuñadita

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  -Zayn
Extrañado miré hacia la puerta de salida, al escuchar la frenada brusca de un auto. Dejé de hacer lo que estaba haciendo y corrí hacia fuera. Divisé a TN_____ bajándose rápidamente. Corrí hacia ella.
—¿Qué pasó? —le pregunté.
—De... debemos irnos —dijo agitada.
—¿Irnos? —dije extrañado —¿A dónde?
—Jordan... —musitó. La miré fijo a los ojos. Ellos estaban llenos de miedo.
—¿Qué sucede con él? —quise saber.
—Me encontró...
—¿Qué? —dije sin poder creerlo.
—Vamos, amor, no tenemos tiempo que perder... debe estar viniendo hacia aquí —dijo nerviosa. Antes de que se alejara de mí, tomé su rostro en mis manos.
—Todo va a estar bien —le dije. Sus labios temblaron levemente. Ella quería llorar.
—¿Lo prometes? —preguntó casi en un susurro. Apoyé mi frente en la suya.
—Lo prometo.
Entramos a la casa y juntamos, rápidamente, las cosas más importantes. Divisé que TN_____ hablaba por teléfono nerviosamente. Luego de cortar se acercó a mí. Con la mirada le pregunté que sucedió.
—Llamé a mi padre. Dice que ya mismo volvamos a Luiciana, que él va a escondernos allí...
—Eso es genial —dije.
—No, no lo es —sonó angustiada.
—¿Por qué?
—Cuando la CIA descubra que él me mantuvo escondida van a desterrarlo también.
—Mi amor —le dije y acaricié su mejilla —Yo creo que tu padre es un hombre inteligente —ella asintió —Él sabe lo que hace —le aseguré —Entonces vamos para allá ahora mismo.
Volvió a asentir. La besé cortamente. Dejando la casa, nos subimos al coche. Miré el vidrio roto. Miré a TN_____.
—Me disparó —dijo. Me congelé —Pero tranquilo, no me hizo daño.
—Pero te disparó con la intención de hacerlo —le dije. Ella hizo un gesto de no saber con los hombros —Es un maldito hijo de perra.
Nos subimos al auto, yo iba a manejar. Arranqué a toda velocidad. Ese mal nacido no iba a tocarle un pelo a TN_____. Primero lo mato. Sentí que la mano de ella se apoyaba en mi hombro. La miré.
—Te amo —me dijo.
Una presión en el pecho no me dejaba estar tranquilo. Algo me decía que tenía que estar listo para lo peor. Sacudí levemente la cabeza.
—Yo también... mucho más de lo que puedo explicarte.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, y su mano se posó en mi mejilla. Le sonreí tiernamente. Nos quedamos en silencio, compartiendo el momento. Pero entonces mi mirada se posó en el espejo retrovisor. Tres autos negros venían detrás de nosotros. TN_____ miró hacia atrás.
—Es él —musitó nerviosa. Tragué saliva y aceleré más. Los autos también aceleraron —¡Cuidado! —gritó ella.
Agaché un poco la cabeza al escuchar el sonido de un disparo. Las balas comenzaron a golpear contra el coche. Observé como la gasolina comenzaba a disminuir rápidamente.
—TN_____ —la llamé. Ella me miró —El auto esta perdiendo gasolina...
Dos de los tres autos negros se colocaron a nuestros costados. Maldije entre dientes y apreté el pedal hasta el fondo. No pudimos salir del medio de ellos. El coche que estaba de mi lado se vino hacia nosotros, chocándonos. Perdí el control del auto.
Sentí un golpe en mi cabeza, siseé. Todo comenzó a dar vueltas. Solté el volante y tomé a TN_____ en brazos. Cuando todo dejó de girar abrí los ojos... miré a TN_____, ella también los abrió. La puerta del auto se abrió y sentí que alguien me arrastrada del asiento, separándome de mi gitana.
—¡No, no lo toques! —escuché los gritos de TN_____.
Aun todo daba vueltas a mí alrededor. La cabeza me dolía de sobremanera. No podía ver el rostro del que me arrastraba. Pero estoy seguro que es este mal nacido.
Podía sentir el rasposo piso de carretera bajo mi espalda. Y el dolor en mi cabeza no solo se debía al golpe que me di en el auto. Él me arrastraba sujetándome con firmeza del cabello.
—Infeliz —logré decirle entre dientes.
Su agarre me soltó. Mi cabeza cayó con algo de fuerza contra el suelo. Un dolor inmenso me invadió cuando recibí un golpe en una de mis costillas. Siseé.
—¡Nooo! —gritó ella.
Escuché el sonido de un golpe seco, una maldición y al instante la sentí sobre mí. Levantó mi cabeza y la apoyó contra su pecho. La reconocí por su inconfundible perfume. Abrí lentamente los ojos para verla. Acarició mi rostro. Le sonreí.
—¡Suéltalo, TN_____! —le gritó él.
—No —dijo ella sin dejar de acariciar mi rostro. Le iba a hablar pero las palabras no podían salir de mi boca.
—Si no lo sueltas...
—¿Qué? —lo enfrentó, esta vez mirándolo —¡No te tengo miedo, basura!
—¡Métanlos a los dos en el auto! —ordenó. Divisé que un par de hombres se acercaba.
—¡Yo puedo hacerlo sola! —los detuvo TN_____.
Lentamente se puso de pie y con mucho esfuerzo me ayudó a hacerlo a mí. Besó mi mejilla.
—Te prometo que vamos a salir de esta, mi amor —me susurró al oído —Te lo prometo.
Solo pude asentir. Nos subieron a uno de los autos. TN_____ no me soltaba por nada del mundo. El terrible mareo ya se había terminado, pero el dolor de cabeza era cada vez peor.
Mis ojos se fueron cerrando de a poco. Mi cabeza se apoyó en el pecho de TN_____, y todo se volvió total y completamente oscuro...
Comencé a despertarme. Escuché unas cuantas voces muy a lo lejos. Fruncí el ceño e intenté moverme. Pero algo me lo impidió. Abrí los ojos y observé a mí alrededor. Estaba sentado y atado en una silla, en medio de un enorme salón. Intenté moverme de nuevo.
—Mie-rda —dije entre dientes —¡TN_____! —la llamé.
La puerta se abrió y él entró. La sangre me hirvió. Volví a moverme para soltarme.
—Al fin te despiertas, chiquillo —me dijo.
—¿Dónde está TN_____, mal nacido? —le pregunté.
—Ella esta muy bien.
—Suéltame, infeliz... —luché con las sogas que me tenían preso.
—Te lo advertí, chiquillo. Te dije que no te metieras con lo que es mío... —me reí estrepitosamente.
—¿Tuyo? —inquirí —¿Qué es tuyo? ¿TN_____? —volví a reír —No, amigo —negué con la cabeza —TN_____ no es tuya, jamás va a serlo. Porque es mía, solamente mía.
Recibí un golpe en la mandíbula. El dolor se hizo presente pero lo dejé de lado. Alcé la cabeza para mirarlo.
—Vas a morir por haberte enamorado de ella.
—No me importa —le aseguré —Porque voy a morir por amar y ser amado. Algo que tú no tienes... voy a morir feliz.
—Vas a presenciar algo muy hermoso antes de tu muerte —lo miré fijo —Estas cordialmente invitado a mi boda.
—¿Qué? —pregunté. Él rió.
—Si, imbécil, me caso. Con TN_____.
La puerta se abrió y ella entró. Estaba vestida con el vestido blanco del disfraz de ángel que le di. La miré extrañado.
—¿TN_____? —susurré.
—Ven aquí, amorcito —le dijo él. Ella caminó lentamente hacia mí. La miré bien.
—Lo siento —dijo. Pero entonces se dio la vuelta y golpeó a Jordan en el medio de la nariz. Este cayó al suelo agarrándose mientras soltaba un juramento. TN_____ se acercó a mí y comenzó a desatarme.
—¿Vas a casarte con él? —le pregunté.
—No —me dijo. Terminó de desatarme y me ayudó a ponerme de pie. La abracé contra mi pecho —Pero debes irte...
—¿Sin ti? —dije y la miré —Estas loca —le aseguré. Jordan se puso de pie.
—¡Corre! —gritó ella.
Tomé su mano y comenzamos a correr. Escuchamos que Jordan gritaba un par de nombres.
—¿En dónde estamos? —quise saber mientras seguíamos corriendo —¿Y por qué estas vestida de novia?
—Cuando logremos salir responderé todo eso, amor —dijo.
Escuchamos un par de disparos y de una de las puertas salió un hombre, deteniendo nuestros pasos.
—TN_____ —dijo él —¿Estás escapando el día de tu boda? Eso no es nada bueno, cuñadita.
—Brad —dijo ella entre dientes  


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