Capitulo 31: La pelea

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  Sentí una cierta sensación de vergüenza al observar que Zayn no tenía remera. ¿Por qué anda sin remera como si nada? No pude evitar mirar aquel torso desnudo. No pude evitar mirar los músculos que surcaban su pecho y abdomen.
'Por dios que lindo sería poder besar cada músculo de ese cuerpo' —la voz de ______(2do nombre) sonó algo agitada en mi cabeza.
'No puedo creer que estés diciendo eso, _______(2do nombre)'
'¿Y cómo no voy a decirlo, TN____? ¡Mira lo que es eso! Simplemente admite que no esperabas que el maldito fuera tan condenadamente atractivo'
'Verdaderamente... no'
Nerviosa saqué mi mirada de él y miré a Alex pude notar su mandíbula tensa. Sus ojos verdes brillaban pero con la intención de hablar y contar todo. Si él le dice que besó a Isabella esto no va a terminar bien... o quizás Zayn se ría y suban las escaleras para ir a jugar como dos niños a la play station.
—¿Por qué siguen callados? —preguntó Zayn parándose derechamente en la puerta. Cruzó sus brazos sobre su pecho y cada músculo de él se tensó más —¿Por qué dices que estás comportándote como yo, Alex?
—Zayn, yo tengo que contarte algo —dijo el rubio. Ahora la que se tensaba era yo.
—Alex, no —susurré. Él me miró.
—¿Por qué no, gitana? ¿Qué están escondiéndome? —preguntó el azulino.
Respiré profundamente y decidí que era mejor quedarme callada. Ya no era prudente, ni mucho menos lo mejor que yo siguiera metiéndome en todo.
—Zayn yo... el otro día yo —comenzó a hablar Alex. Comencé a mover frenéticamente los dedos sobre mi pierna.
—¿Qué pasó el otro día? —preguntó Zayn ya impaciente.
—Besé a Isabella —soltó Pettyfer sin siquiera respirar.
Rápidamente miré a Zayn y su ceño se frunció. Sus brazos se descruzaron y miró bien a su mejor amigo.
—¿Qué? —dijo sin poder creerlo.
—Pero todo tiene una explicación —dijo Alex ya un poco nervioso.
—Claro que tiene una explicación y más vale que empieces a soltarla ahora mismo —la voz de Zayn sonó amenazadora. ¿Él no sería capaz de lastimar a Alex? ¿O si?
—Bien fue... fue después de la heladería yo la llevé a su casa y en el camino... en el camino estuvimos hablando y después bueno... después todo pasó muy rápido Zayn, yo no... yo no quise hacerlo, amigo.
—¿Besaste a mi novia?
—Si pero no... no... Es muy gracioso todo, Zayn —dijo tratando de sonar despreocupado. Pero sus nervios lo estaban traicionando —Bella ha estado muy nerviosa por todo esto, piensa que es el fin del mundo. Pero no lo es... ¿cierto?
Ambos miramos fijamente a Zayn, esperando alguna reacción de su parte. Sus ojos miel estaban más cafés de lo normal
—Eres un traidor, Pettyfer —rugió y se tiró encima de él.
No alcancé a impedir que cayera encima del rubio y ambos terminaran en el pasto del jardín de la casa. Los golpes comenzaron.
—¡Zayn, no! —le grité y me acerqué a ellos para separarlos.
No sabía con perfecta claridad quien era quien. Los golpes iban y venían de ambos lados. Ambos decían incoherencias y se insultaban.
—¡Tú no sabes respetarla, idiota! —escuché que Alex le decía a Zayn.
—¡Claro y eso te da el derecho de ir a darle consuelo! ¿Verdad? —dijo el castaño.
—Yo no la busqué para darle el consuelo... ¡Tú mismo la tiraste a mis brazos esa noche como si no fuera nada tuya!
Oh por dios, esto va a terminar muy mal.
Volví a acercarme y fui un poco más valiente al meterme en medio de ambos. Pero entonces mientras intentaba separarlos recibí un golpe justo cerca del labio. Siseé y di un paso hacia atrás. Ambos me miraron al instante. Levanté la vista y coloqué mi mano sobre la comisura de mi boca. Un poco de sangre comenzó a salir de allí.
—¡No te alcanzó con golpearme a mí! ¡También la golpeas a ella! —gritó Alex mientras volvía a enfrentarlo.
—¡Yo no la golpeé imbécil, fuiste tú! —rugió Zayn y otra vez volvieron a golpearse.
La sangre que salía de mi labio no se detenía. Y el maldito dolor comenzó a hacerse presente. ¡Par de imbéciles! Ambos van a pagármela.
Volví a meterme en medio de ellos. Le di un codazo a Alex en las costillas y golpeé con la palma de mi mano a Zayn en la nariz. Logrando alejarlos considerablemente. Zayn maldijo entre dientes mientras se tomaba la nariz con ambas manos. Alex se sostuvo sobre sus rodillas con la cabeza hacia abajo y respirando trabajosamente.
Zayn sacudió la cabeza y me miró con odio. Miró a Alex y volvió a acercarse a él me paré en frente suyo con firmeza. Su musculoso cuerpo chocó contra el mío y al instante bajó la mirada hacia mí.
—Hazte a un lado, maldita sea —me dijo entre dientes. Volvió a intentar pasar, pero entonces lo agarre de ambos brazos. Y giré mi cabeza buscando a Alex.
—Vete, Alex —le dije.
—¡No, aun no he terminado con él! —gruñó Zayn. Su voz sonó extremadamente masculina en aquel gruñido. Sacudí la cabeza.
—¡Que te vayas, Alex! —elevé más mi voz. El rubio se enderezó bien y comenzó a caminar alejándose de allí.
—No... no —dijo Zayn y comenzó a forcejear conmigo.
—¡Quédate quieto si no quieres que te de una patada en los huevos por comportarte como todo un idiota! —le grité.
Él dirigió su intensa mirada a mí rostro. Su mandíbula estaba tensa y su pecho subía y bajaba por su agitada respiración.
Me tomó con fuerza del brazo y me hizo entrar hacia su casa. Cerró la puerta con fuerza detrás de nosotros. Se acercó de nuevo a mí y volvió a tomarme del brazo. Me acercó a él y me miró fijo a los ojos.
—Otra vez tú —murmuró en voz baja pero amenazadora.
—¿Otra vez yo, qué? —pregunté entre nerviosa y agitada.
—Metiéndote en donde no te llaman.
—Tenía que hacerlo —dije e intenté soltarme de él pero no pude. Su mano me sostenía con fuerza y su cercanía era cada vez más notoria —Estabas golpeando a tu mejor amigo... a tu hermano.
—Él no es mi hermano —gruñó y me soltó. Caminó unos pasos en círculo. Se masajeó la cabeza y volvió a mirarme —¿Desde cuando lo sabes?
—Me enteré hoy a la mañana.
—¿Y por qué no me lo dijiste?
—Porque no era yo la que tenía que hacerlo.
—Claro —dijo irónico —Pero si puedes venir y meterme en donde no tienes por qué estar metida como una maldita mosca. ¿Acaso no tienes una vida? ¿Acaso no tienes algo más productivo que hacer que andar detrás de mis cosas o de las cosas de los demás? ¿Tan sola estás que no tienes nada mejor para hacer? ¡¿Te gustaría que te consiguiera un novio para entretenerte así ya no molestas más?!
Sus palabras llegaron a dolerme un poco, pero solo un poco. Y esas palabras me las gano por ser una maldita metida. Apreté los labios y siseé al olvidar que aun sangraba. Bajé la mirada y levanté mi mano para secar la gota de sangre que comenzaba a salir de nuevo por el gesto que hice recién.
Sentí que él se acercaba, le ordené a mis pies que retrocedieran pero no lo hicieron. Sentí una áspera y caliente mano en mi mentón. Levantó mi rostro rápidamente hacia el suyo.
—Suéltame —musité y me solté de su mano.
Pero él volvió a tomar mi mentón haciendo que sus ojos se posaran en los míos. Su mirada bajó hasta la herida que sangraba en mi boca. Su pulgar se levantó un poco y con cuidado apretó. Volví a sisear y quise alejarme, pero esta vez no pude. Volvió su mirada a la mía.
—¿Te dolió más el golpe ese o mis palabras? —preguntó. Maldito cínico infeliz.
—Lo único que voy a decirte es que tienes mucho problemas, amigo —mi voz tambaleó un poco. Sus palabras habían logrado lastimarme más que aquel maldito golpe —Es que eres un verdadero imbécil. Alex fue sincero contigo y vino de frente a decirte lo que había pasado. Y te crees con la moral suficiente para caerle encima a golpes. Tú has estado jugando con los sentimientos de Isabella y revolcándote con Tiffany, que de paso sea dicho también lograste jugar con los sentimientos de la pobre oxigenada. Así que yo no tendré una vida de la que ocuparme, no tendré un novio al cual perseguir. Pero tengo en claro, que no soy lo que tú si eres... una persona fría que solo piensa en si misma.
Me solté de su agarre y caminé hacia la puerta de salida. No pensaba quedarme ni un segundo más allí. Salí dando un portazo y no lo pude evitar. Una lágrima cayó por mi mejilla.  


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