Capitulo 43: La venganza

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  -Zayn
El cosquilleo en mi estomago era bastante seguido mientras caminaba entre todos y sentía la mano de ella bien sujeta a la mía. Su mano es pequeña y suave... negué con la cabeza. Es solo atracción, maldita atracción. Con un poco de dificultad logré que llegáramos hasta donde estaba el DJ.
—¡Apaga la música! —le grité para que me escuchara, ya que la música amortiguaba mi voz. Él frunció el ceño.
—¡Pero todavía no son las doce! —me contestó.
—¡No importa! ¡Esto ya no puede esperar! —dije.
Él asintió y la música dejó de sonar. Todos comenzaron a abuchear y silbar. Me subí al pequeño escenario y tomé la mano de TN_____ para subirla también.
—¿Qué haces? —me preguntó en voz baja.
—Ya lo veraz —le aseguré. Me alejé un poco de ella y tomé un micrófono. Respiré profundamente y relajé un poco mis músculos. La venganza hay que comerla fría... sin pensar y sin dudar —Ya, ya dejen de abuchear. Esto les va a interesar mucho, lo se —dejaron de hacerlo y me prestaron atención. Volví a mirar a TN_____. Su rostro mostraba desconcierto y duda —Conocen a TN_____ ¿cierto? —un par de sí llegaron a mis oídos —Pues... ella no es lo que parece.
Los murmullos se hicieron presentes. Miré a la gitana. Su rostro de desconcierto había pasado a ser de miedo. ¿Acaso tiene miedo?
—No lo hagas —musitó. Me acerqué un poco a ella.
—Tarde... muy tarde —le dije. Volví mi vista a las personas —Hablemos un poco de ella... no todos la conocen mucho —mi mirada se posó en los rostros preocupados de su grupo de amigos. ¿Por qué ella tiene gente que se preocupa? ¿Por qué ella logró ganarse la confianza de mi padre tan rápido? ¿Acaso nadie ve lo que yo si? Es una maldita gitana manipuladora... es hora de que se rían un poco de ella. Que la vean con lastima —Vamos a conocer un poco más a la bonita gitana.
—Zayn —me llamó por lo bajo. La miré y negué con la cabeza.
—Todos tenemos secretos, ¿verdad? —comencé a caminar de un lado a otro. Me detuve y sonreí levemente —Y ella no es la excepción. Su secretito es muy chistoso —unas personas rieron levemente —¿Les gustaría saberlo?
—¡Si! —ahora eso fue más general. Volví mi vista a ella.
—Esta chica que ustedes ven aquí —dije sin dejar de mirarla. Sus marrones ojos se volvieron vidriosos —Esta chica que se atrevió a golpear al capitán del equipo de fútbol americano —todos volvieron a reír pero más tendido aun —Esta chica que metió las narices en donde nadie la llamó. Y se atrevió a golpearme a mí —más risas —Y a arrancarle varios cabellos a Tiffany...
—No, por favor —me rogó.
Me está rogando... ella me está rogando. Una parte de mí disfruto mucho al escuchar aquellas palabras.
—...Tiene un secreto —volví a decir.
—¡Eso ya lo sabemos! —gritó alguien.
—¡Di el secreto de una vez! —dijo otro más.
Miré de nuevo hacia todos ellos. Sus rostros mostraban impaciencia. Estaban ansiosos por saber, por conocer 'el secreto' de TN_____. Todos parecían animales esperando a que su dueño les lanzara un trozo de comida. Ansiosos por devorar lo que viniera.
—La bella TN_____ está disfrazada de ángel hoy —dije y otra vez la miré —Bonito ángel ¿verdad?
Los chicos del equipo se encargaron de afirmar mi pregunta gritando SI y silbando como los cerdos que son... Y yo no me alejo tanto de esa condición.
—¡Es un encanto! —el grito de Brian sobresalió sobre los demás.
—Estoy contigo —le aseguré. Todos rieron de nuevo —Porque así como la ven vestida, le hace un perfecto honor y todo.
—Por favor —volvió a murmurar.
La miré a los ojos. Pude volver a ver esa inseguridad en sus ojos. Esa inseguridad que siempre se encarga de ocultar perfectamente.
—A la angelical TN_____ Hudgens —tragué saliva —Nunca la han besado.
Los murmullos de asombro se hicieron presentes. Luego algunas risas, incluso algunos insultos.
—¡Eso no puede ser verdad! —Brian volvió a gritar.
—Si lo es, Brian —le dije y la miré —Pero aquí tiene a alguien que va a hacerle el favor.
Rápidamente la tomé del brazo y la jalé hacia mí provocando que su boca chocara contra la mía. Mi corazón se aceleró. Las risas fueron absolutas.
Ella comenzó a forcejear para alejarse. Pero fui más rudo y la tomé con más fuerza. Sus labios se sentían algo fríos y estaban completamente inmóviles.
—Bésame —le ordené.
—No —logró decir apenas.
La acerqué más. Intenté abrir su boca con la lengua, pero no pude. Las risas no paraban. Podía sentir la sensación de enojo recorrer mi cuerpo. Sus labios se sentían suaves a pesar de la presión que estaba ejerciendo sobre ellos. Ella seguía luchando.
Pero entonces algo tibio cayó sobre la unión de nuestras bocas. Mi mano aflojó el agarre de su brazo y al instante ella se soltó y dio un paso hacia atrás. La miré y sus ojos estaban soltando lágrimas. Y las risas continuaban...
Miró hacia la gente y volvió a mirarme. Ahora su mirada no mostraba inseguridad... me mostraba decepción. Incluso dolor.
Miré sus labios... temblaban levemente y se veían rojos por la fuerza. Pude distinguir el leve brillo que había sobre ellos, por el contacto de mi lengua.
Esperé pacientemente a que ella reaccionara y se acercara a mí para golpearme, insultarme o hacer lo que sea. Pero eso no sucedía. Solo estaba allí parada llorando en silencio.
—No era así como lo había imaginado, Zayn —su voz salió ahogada —Yo pensé que iba a ser tierno y dulce como en las películas... no así —las lágrimas dificultaban su respiración. Se volvieron más seguidas. Bajó la mirada y secó sus mejillas con manos temblorosas. Volvió a mirarme.
Fue como si alguien me hubiese dado una patada en los huevos cuando aquella mirada encontró la mía. Ahora solo había tristeza —Era por eso que me habías dado el disfraz... no porque estabas cambiando. Era por eso que parecías tan amable. Solo para vengarte —se acercó a mí y sin dejar de mirarme tomó el micrófono. Miró a todos —Ya pueden seguir bailando. Su diversión terminó...
Soltó el portavoz y se bajó. Comenzó a correr entre medio de las personas, empujando a cualquiera que estuviera en su camino.
—¡TN_____! —la llamó Alex. Se giró a verme desencajado —¡¿Qué es lo has hecho?! ¡¿Qué mier-da es lo que está pasando contigo?! —ahora ya nadie se reía. Todo el mundo estaba en silencio —¡Arruinaste su primer beso, Zayn! ¡Algo que tenía que ser especial para ella! ¡Algo que va tener que recordar! —se subió al escenario y me enfrentó empujándome un poco. No hice nada ante esto —Esa chica que acabas de humillar estuvo toda la semana tratando de encontrar la forma en que yo entendiera que tú no tenías la culpa de ser así... que lo que hiciste lo hiciste porque por alguna razón ya eres así. Esa chica a la que acabas de besar de manera vil y despiadada no se merecía esto... te desconozco.
Se alejó de mí y salió corriendo por el mismo camino por el que acababa de huir ella. Miré a todos. Y todos me miraban fijo.
—Si no fuera porque vamos a ir a buscarla, me subiría ahí ahora mismo y te rompería la cara a golpes, hijo de pu-ta —blasfemó Payne.
—Eres una basura enserio, Zayn —dijo mi prima —Yo no te creía capaz del tal acto.
—Poco hombre —dijo Harry.
Todos ellos salieron de la casa sin dejar de insultarme. La puerta se cerró con fuerza. Todo el lugar seguía en silencio.
Me quedé quieto esperando a que la sensación de gloria por la venganza cobrada llegara a mí. Pero lo único que llegó fue el vacío. No había ninguna satisfacción en mí.
Miré hacia el DJ.
—Pon la música, Álvaro —le dije —La fiesta debe continuar.
El sonido volvió al lugar. Las charlas se reanudaron y el baile también. Todo pareció volver atrás. Como si nada de lo que acababa de pasar hubiese pasado.
Con cuidado me bajé del lugar y comencé a caminar. Necesitaba salir a tomar un poco de aire. Llegué al jardín trasero y para mi buena suerte no había nadie allí.
El clima había cambiado notablemente y pude sentir la presencia del frío allí. Cerré los ojos y respiré profundamente. Nada había terminado como yo quería que terminara.
**—No era así como lo había imaginado, Zayn.**
—Tampoco yo —musité.
Otra vez sentí la sensación de rabia crecer adentro mío. Rabia hacia todos, rabia hacia ella y principalmente rabia hacia mí. Verdaderamente soy un maldito hijo de pu-ta. Yo si que le hago honor a mi madre. Y que mejor que seguir haciéndole honor que yendo a llenar mi cabeza de alcohol.


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