—Me agrada el vestido que tienes puesto —me dijo Becca mirándome de arriba a bajo.
El día de clases había terminado y habíamos quedado con las chicas en ir a nuestros respectivos hogares y volver a juntarnos en el instituto para ir a lo de Dani.
—Ojala pudiera decir lo mismo —dije entre dientes.
—¿Qué? —preguntó Demi que al parecer vio el leve movimiento de mis labios.
—No, que si es muy bonito... la... la novia de mi padre me lo regaló —les dije mientras me miraba a mi misma.
¡Por dios! ¿Qué hago yo con una cosa como esta? Color lila con detalles sobre el pecho y que apenas llega sobre mis rodillas. Definitivamente cuando terminé con esta maldita misión voy a quemar una y cada una de estas cosas.
—¿Tú padre tiene novia? —preguntó la melliza de Taylor.
—Si, si. Su nombre es Erica... una loca sin remedio la pobre. Pero se nota que lo quiere. Y aunque él me diga que ya esta harto de ella, se que no es cierto —dije mientras comenzábamos a caminar.
—Oigan —escuchamos un llamado. Las tres nos giramos a verlo. Becca sonrió al ver a su hermano dentro de su auto —¿Las llevo?
—Ay hermanito, eso sería grandioso —saltó contenta y corrió hacia el auto.
Demi rió por lo bajo y tomó mi brazo para comenzar a caminar. La miré extrañada. ¿Por qué tomaba mi brazo para caminar? ¿Acaso se sentía mal? Lo dejé de pasar, pues su rostro no muestra ningún tipo de mal estar.
Rebecca estaba por subirse en la parte del copiloto, pero Alex le dijo algo en voz baja. Ella asintió y volvió a cerrar la puerta.
—¿Hacia donde se dirigen? —preguntó el rubio de ojos verdes.
—Tú le gustas...
La voz del maldito idiota con patas sonó en mi cabeza.
—Vamos hacia lo de Dani —dijo Becca mientras abría la puerta de atrás y subía —Demi, ¿te sientas conmigo aquí atrás? Necesito comentarte una cosa.
—Si claro —dijo ella y se encaminó hacia la puerta abierta. Fruncí el ceño y me dirigí hacia allí también —TN____, ¿Por qué mejor no te sientas adelante? Vas a estar más cómoda que aquí atrás.
Miré al chico rubio y él me miró.
—Tú le gustas...
¡Maldita sea! Eso no es cierto. Él solo estaba bromeando. Este chico ni siquiera me conoce como para que yo le guste.
—Claro —dije soltando un suspiro y abrí la puerta del copiloto para sentarme.
—¿Cómo estas TN_____? —me preguntó. Lo miré y me sentí repentinamente muy incomoda.
—Muy bien, ¿y tú? —le pregunté.
—Excelente —dijo esbozando una amplia sonrisa.
Tiene una linda sonrisa. Tiene lindos ojos... Me gusta su pelo. Mechones rubios caen sobre su rostro, dan ganas de acomodarlo.
'Yaaaa, ¿también vas a decir que es una copia exacta de Brad Pitt? —ya es habitual que mi conciencia me este hablando.
'Solo lo estoy contemplando'
'Si, seguro. Tonta'
—Pon un poco de música, Alex —habló Becca y me giré a verlas.
—Con gusto hermanita —dijo él.
—¿Y... alguien más irá a la reunión? —les pregunté.
El auto arrancó y una canción familiar para mis oídos comenzó a sonar en la radio.
—No, es solo reunión de chicas. Antes íbamos Dani, Demi y yo. Pero ahora tenemos una nueva integrante.
—¿Esa soy yo, verdad?
—Si —dijeron las dos divertidas.
—¿Y puedo saber qué es lo que tanto hacen en sus benditas reuniones? —preguntó Pettyfer.
—Eso no es de tu incumbencia —respondió Becca.
—Cosas de chicas —dijo sin importancia Demi.
¡Aay, no! Cosas de chicas... lo detesto.
—Eso si que debe ser muy interesante —dijo irónico. Reí por lo bajo y él me miró. Sonrió y volvió su vista al frente —¿Tú también lo encuentras interesante?
—Es... es divertido hablar de cosas de chicas —la nariz me va a crecer como a pinocho —Pero no voy a negar que amo el fútbol y ver partidos los domingos mientras como nachos con queso y tomo litros de gaseosa.
—¿Sabes las calorías que contiene lo que acabas de decir? —preguntó atónita Becca.
La miré divertida y negué con la cabeza.
—¿Y haces eso siempre? —prosiguió Demi.
—Todos los domingos —aseguré.
—Eso es genial —musitó Pettyfer y lo miré.
Él no dejaba de mirarme. Una media sonrisa se curvaba en su rostro. Alcé ambas cejas esperando a que dijera algo.
—¡Alex mira al frente! —le gritó Becca y al instante el reaccionó.
Giró hacia su derecha y esquivó a un auto que estaba detenido en doble fila. Los cuatro soltamos un suspiro a la vez.
—Eso estuvo cerca —susurró él.
—Si, eso te pasa por estar mirando en donde no tienes que mirar —dijo no con un muy buen tono Demi. Nadie dijo nada después de aquel pequeño incidente. Lo único que se escuchaba en el auto era la radio y la voz insoportable de aquel locutor que me estaba hartando.
Alex se detuvo frente a una lujosa casa de tres pisos. Mi boca se abrió levemente al contemplar aquel lugar.
—Wow —dije sin intención de decirlo.
—Lo se —dijo el rubio —Es enorme. Yo no sé como hacen para no perderse.
Lo miré y sonreí. Él es simpático... y como lo dije antes tiene una linda sonrisa.
Becca y Demi bajaron de auto y copié su acción. Cerré la puerta con cuidado y miré una vez más a su conductor.
—Gracias por alcanzarnos, hermanito —le dijo Becca mientras caminaba con Demi hacia la entrada.
—No es nada —le dijo él.
—Adiós —dije mientras comenzaba a caminar.
—TN_____ —me llamó. Me giré verlo —¿Tu equipo favorito?
—Ninguno —contesté. Él frunció el ceño —Todos son demasiado malos.
Él rió por lo bajo y volví a caminar. Aceleré mis pasos para alcanzar a las chicas. Miré a Demi y ella tenía una expresión rara en el rostro. Miré a Becca y un 'luego te explico' salió de sus labios pero sin voz. Tocaron el timbro y unos cuantos segundos después la gran puerta se abrió para mostrarnos a la simpática prima de Malik. Ella sonrió contenta y nos dio el paso. Mi boca se volvió a abrir al ver el interior de aquella casa. Esto si que es realmente enorme.
—Que bueno que ya llegaron —dijo Dani y nos saludó a cada una con un beso —¿Tienen hambre? ¿Sed?
—Preparemos unos licuados —sugirió Becca.
—Genial —dijo Dani y luego miró a Demi —¿Y a ti qué te pasa?
—Nada —dijo y me miró —Absolutamente nada.
Caminó con prisa hacia la cocina. Las tres la miramos extrañadas.
—Alex —musitó Becca antes de ir tras ella.
—Oooh, no de nuevo —dijo exasperada la rubia.
—Lo siento pero... no entiendo nada —le dije. Ella me miró y soltó un suspiro.
—Demi está enamorada de Alex —comenzó a contarme en voz baja mientras caminábamos hacia la cocina —Ellos tuvieron algo hace algún tiempo, pero no funcionó.
—¿Y yo que tengo que ver con todo eso? —pregunté confundida.
—Alex es un chico muy bueno, dulce, pero demasiado... demasiado enamoradizo. Puedo asegurarte que ahora tú le gustas.
—¿Qué? —mi voz se volvió a agudizar.
—Pero tranquila... a Demi ya se le va a pasar.
—A mí... a mí no me gusta Alex —dije nerviosa.
—No te preocupes, TN____. Esto es pasajero, pasa siempre.
Asentí y entramos a la cocina. Becca le hablaba por lo bajo a Demi mientras que esta asentía con la cabeza. Ambas nos miraron.
—Lo siento, TN_____ —me dijo. La miré bien.
—No... yo lo siento —dije sin saber porque —Quiero que sepas que no me gusta Alex.
—Lo se —dijo soltando un suspiro —Solo soy yo mis y estúpidos celos.
—Pero ahora nada de chicos, y esas cosas. ¡Vamos a darle la bienvenida a una nueva amiga al grupo! —dijo elevando su voz Dani.
Reímos divertidas y nos pusimos a preparar las cosas. Las horas pasaron rápidas. Estas chicas hablan sin parar. Tuve que hablarles sobre 'mi vida' en Los Ángeles y la trágica historia del abandono de mi madre. Ellas prestaron mucha atención a cada una de mis palabras. Pero yo necesitaba salir un minuto de aquella cocina e investigar un poco.
—Lo siento, pero necesito ir al baño —le dije a Danielle.
—Si, subes las escaleras y encontraras el baño al final del pasillo a tu izquierda.
—Perfecto, enseguida regreso —les dije y me puse de pie.
Salí de la cocina y me dirigí a aquellas imponentes escaleras. Comencé a subir con cuidado y pronto llegué al primer piso. Miré hacia mi derecha y un montón de puertas había de aquel lado. Miré hacia mi izquierda y lo mismo pasaba. ¡Diablos! ¿Cómo voy a saber cual es cual?
Tomé mi celular y marqué el número de Jones.
—¿Qué pasó? —me preguntó.
—Estoy dentro de la casa de Malik —le dije mientras comenzaba a acercarme a una puerta para abrirla. Aquel lugar no era un despacho. Volví a cerrar.
—Eso es estupendo, ¿Dónde estas ahora? —me preguntó.
—Solo necesito que busques un plano de la casa o algo por el estilo y me digas en donde demonios está el despacho —dije hablando en voz más baja.
Unas voces se escucharon a lo lejos. Colgué el teléfono y entré en la primera puerta que tuve al frente. Las voces se hicieron más cercanas y cerré con cuidado para no hacer ruido al lugar al que había entrado. Giré lentamente para encontrarme con la cosa que jamás quise encontrarme en mi vida. Aguanté la respiración.
Él dormía boca arriba, totalmente desparramado en aquella cama. Una de sus piernas colgaba fuera del colchón. Lo miré fijo, contemplando lo débil que se ve dormido. Mi celular comenzó a sonar. Rápidamente lo tomé ya que él comenzó a moverse.
—¿Y? —pregunté en voz baja.
—¿Dónde estas ahora? —me dijo ella.
—En el cuarto de Zayn —musité mientras lo miraba acomodarse para seguir durmiendo.
Solté el aire que había estado aguantando.
—Bien, el despacho de Malik está a dos cuartos del de Zayn. Pero de la mano del frente.
—Genial, adiós —colgué rápidamente y me apoyé sobre la puerta. Lo miré una vez más antes de salir —Hasta dormido te ves idiota.
Salí de allí y miré hacia la dirección a la que tenía que ir. Al parecer las personas que estaban en aquel piso ya no estaban pues no había señal de ningún movimiento. Llegué a la puerta indicada y abrí con cuidado. Asomé apenas mi cabeza y para mi buena suerte no había nadie en aquel lugar. Entré del todo y sin rodeos me acerqué al escritorio.
Comencé a abrir los cajones. Mi celular volvió a sonar.
—Ya estoy adentro —le dije a Jones.
—Perfecto —aseguró ella —¿Qué estas haciendo?
—Estoy revisando unos papeles —dije mientras tomaba unas cuantas carpetas que había allí.
—¿Y qué dicen? —preguntó.
—Mmm... son todos papeles de la campaña. Hablan sobre las condiciones y tareas que tendría que tomar Malik si ganara.
—¿Qué más hay? —dijo ella.
—Espera, espera. No soy Flash —le dije. Tomé más papeles y los leí rápidamente —Hay facturas de publicidades y tonterías.
Guardé los papeles en el cajón y comencé a revisar los demás.
—Revisa bien, por favor. Cualquier cosa sospechosa es importante.
—Lo se, lo se —puse mis ojos en blanco. ¿Acaso piensa que no sé hacer mi trabajo?
En los demás cajones había la misma porquería que en el primero.
—¿Y? —preguntó impaciente Jones.
—No, no hay nada —suspiré y llegué al último cajón. Intenté abrirlo pero no se podía. Este cajón tiene llave —Espera... hay un cajón que tiene llave.
—¡Ábrelo! —dijo exaltada.
—Te llamo cuando lo abra —dije y colgué.
No voy a poder hacerlo tranquila si ella esta taladrándome la cabeza. Tomé un invisible de mi cabeza y con él comencé a abrir. Un 'Clic' me informó que la cerradura había cedido. Sonreí y lentamente abrí el cajón. Fruncí el ceño al ver que estaba lleno de sobres. Tomé uno y lo abrí. Una foto cayó del mismo. La tomé y la miré. Aquella era la esposa de Malik. Giré la foto y atrás decía algo que me desconcertó totalmente.
—EXTRAÑO A NUESTRO HIJO, ¿CUÁNDO PODRE VERLO?
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Nothing in my way EN EDICIÓN
Novela JuvenilCuando pasas toda tu vida cumpliendo órdenes dentro de un buncker, inevitablemente, algún día tienes que salir al mundo real. Tienes que aprender a ser una chica como cualquier otra, hacer amigos, guardar secretos, ser cautelosa y evitar a los idio...