Capitulo 22: Hermanos

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  -Zayn
—¿Acaso te volviste loco? —me preguntó enojado mientras caminábamos hacia mi auto. Él abrió la puerta y se subió del lado del copiloto. Cerrando, luego, con un poco de fuerza.
—Cálmate ya. Solo intento ayudarte —le dije.
Prendí el auto y comencé a manejar hacia su casa.
—¿Intentas ayudarme? ¡Me mentiste al decirme que tenía novio!
—Bien, ella me dijo que te mintiera —le mentí.
—Pero eres mi amigo, no el de ella... no debiste mentirme. Además ¿Por qué te invitaste a la heladería con nosotros?
—Primero, ella no había aceptado... hasta que entré yo y me invité a ir.
—Si, y ella acepto.
—Solo cuando dije que iría con Isabella. Y entonces ella aceptó.
—Eres odioso —me dijo.
—Vamos, hermano... verás que te ayudaré.
—Más te vale Malik, sino voy a empezar a pensar que te gusta TN_____.
Tragué saliva y negué rápidamente con la cabeza. Pero el suave y diminuto roce que le di a sus labios en la enfermería hizo que me doliera el estomago.
—¿Cómo va a gustarme esa gitana? —le pregunté. Aunque tiene uno muy buen trasero. Volví a negar con la cabeza —No me gusta y tampoco va a gustarme.
—¿Hablaste con Tiffany? —me preguntó. Lo miré extraño ante su repentino cambio de tema.
—No, no la he llamado.
—¿Sabías que TN_____ me golpeó solo para ir a pegarle?
No pude evitar reír por lo bajo.
—Esta totalmente loca —le aseguré.
—¿Cómo se enteró?
—Al parecer habló con Isabella y ella le dijo que piensa que yo la engaño. Y bien... ella se puso a 'investigar' y nos escuchó hablando a Tiffany y a mí.
—Pero ¿Por qué lo hizo si ella y Bella no son amigas, ni nada?
—Lo mismo me pregunto yo.
—¿Y qué vas a hacer Zayn?
Lo miré mientras estábamos detenidos en un semáforo. Sonreí por lo bajo al recordar sus 'opciones'
Ella no podía estar hablando enserio ¿o si?
—Creo que... nada, no voy a hacer nada.
—¿No vas a dejar a Tiffany?
—No —dije.
—Eres un idiota, amigo.¿Y qué pasa si TN_____ le cuenta a Isabella?
—No lo hará —le dije muy seguro de ello.
—¿Cómo lo sabes?
—Porque simplemente no lo hará.
Me detuvo unos cuantos metros antes de la casa de mi amigo. Él soltó un suspiro y me miró.
—Eres un cabeza dura... y cuando todo explote te vas a quedar sin el pan y sin la torta.
Quedaría la gitana...
—Eso no va a pasar —dije mientras trataba de no hacerle caso a aquel pensamiento idiota que acaba de sonar en mi cabeza.
—Deja a Tiffany, Zayn... Isabella de verdad no merece lo que le haces.
—Voy a pensarlo —miré hacia el frente. Un auto estaba detenido delante de nosotros. Bastante más adelante que nosotros. Lo miré bien y creo, no estoy muy seguro, que ese es el auto de Mayer —¿Ese no es el auto de Mayer?
Alex miró al frente y frunció el ceño.
—Creo que si —dijo extrañado.
Y entonces vimos como Rebecca bajaba del auto. Ambos abrimos bien los ojos. Ella giró para mirar una vez más hacia dentro del auto. Sonrió bobamente y tiró un beso al el conductor.
—Esa es tu hermana, ¿cierto? —pregunté.
—No, no puede ser —dijo él.
Ella rodeó el auto para comenzar a caminar hacia la casa. Pero detuvo su paso y se giró a ver el auto una vez más. Y entonces él no estábamos muy seguro de si era, bajó del auto. Ella sonrió y corrió hacia él llegando de esa forma hasta terminar en un beso.
—Voy a matarlo —musitó Alex. Tomó la manija de la puerta pero lo detuve.
—Quédate ahí —le ordené.
—¡Pero está besando a mi hermana! —gritó.
—¡Alex, quédate quieto! —levanté mi voz casi tan alto como la suya. Volvimos a mirar al frente y su apasionado beso ya había terminado. Ahora Mayer le decía algo mientras con una mano la tenía rodeaba y con la otra acomodaba su cabello. Becca asintió varias veces y luego le dio un corto beso.
—¿Qué es lo que está haciendo esta chica? Voy a matarla —dijo Alex. Lo miré.
—Tranquilo... es mejor que no sepan que lo sabemos —le dije. Él me miró.
—¿Y qué quieres que haga? ¿Qué me quedé callado mientras este mal nacido seduce a mi hermana? ¡Le lleva más de 10 años, maldita sea!
—Creo que ya se como podemos sacarnos de encima de una buena vez a Mayer —le dije sin dejar de sonreír.

Llegué al cuartel y todos sonrieron al verme. Recibí un par de abrazos, palabras bonitas, sonrisas... pura cursilería.
—Albert —dije acercándome hacia donde él estaba sentado.
—¿Qué tal dinamita? —dijo sonriendo y me tendió la mano —¿Cómo va todo?
—Creo que no marcha como quiere tu hermana. Por algo estoy aquí ¿no?
—Ya sabes como es ella —dijo divertido —Pero te aseguro que con la información que nos has mandado por ahora todo marcha bien. Estamos tratando de meternos en cuentas y transferencias de Malik. Necesitamos saber si sigue teniendo contacto con el gobierno Ruso. Y saber que armas y planes ha vendido.
—Entiendo —le dije asintiendo. Entonces las cartas que encontré en el despacho de Richard vinieron a mi cabeza —Albert ¿Quién era Donna?
—La madre de Zayn —dijo él. Puse los ojos en blanco.
—Eso ya lo se —dije exasperada.
Él sonrió —A lo que me refiero es a que más sabes de ella a parte de que era la madre de Zayn.
—Por lo que estuvimos averiguando en general sobre los Malik, ella se suicidó delante de su hijo.
—¿De que forma? —pregunté.
—Se pegó un tiro en la cabeza con una de las armas de Richard mientras él no estaba en casa. Al parecer en ese momento no solo estaba su hijo, sino también su hermana mayor. Ángela Baskett.
Sentí un vacío justo en la boca del estomago. Un niño de 7 años viendo morir a su madre. Zayn viendo a morir a su madre...
—¿Sabes el motivo de por qué lo hizo?
—Hay muchos rumores sobre ello. Unos dicen que estaba cansada de los malos tratos de su marido. Otros dicen que su hermana la llevó a hacerlo ya que después de lo ocurrido nunca más se supo de ella. Y otros dicen que engañaba a Richard y que él la había descubierto y que por eso se mató.
"Extraño a nuestro hijo, ¿Cuándo podré verlo? D."
Cartas, que no fueron escritas por una mujer y tampoco por Richard. Miré a Albert.
—¿Había alguien conocido para ellos que su nombre o apellido empezara con D? —le pregunté. Él me miró extrañado.
—¿Por qué quieres saberlo? —me dijo.
—Solo respóndeme —le pedí.
Soltó un suspiró y cerró los ojos tratando de recordar o pensar en lo que le acababa de preguntar. Frunció el ceño.
—No, no lo recuerdo.
—TN_____ —dijo una de las chicas asomándose por la puerta —Erica te espera en su oficina.
—Gracias Katty —le dije y miré de nuevo a Albert.
—Voy a ver a tu hermana, Albert. Muchas gracias por la información.
—No, no es nada dinamita —sonrió. Comencé a caminar hacia la puerta. Mi cabeza no dejaba de pensar en la mamá de Zayn y tampoco en la salida de esta noche a la maldita heladería ¿Qué diablos voy a hacer yo ahí? Dios, esto es tan complicado —TN_____ espera —me dijo. Giré rápidamente a verlo —¿Dijiste alguien con D, cierto?
—Si, así es —dije entusiasmada.
—Si había alguien que su nombre empezaba con D.
—¡Pues dime quien es! —exigí ansiosa.
—David Malik, hermano menor de Richard. Murió unos meses antes de que Donna lo hiciera.  



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