Él se acercó a mí con una mirada inquisitiva. Apreté mis labios y esperé hasta que él se sentó a mi lado.
—Jamás pensé que iba a tener que venir a una escuela porque 'mi hija' causó unos cuantos disturbios en ella —me dijo. Bajé la mirada.
—Lo siento —susurré. Sentí que tomaba mi mentón con su mano y levantó mi rostro hasta que mi mirada quedó en la suya. Sonrió levemente.
—Monstruito... me alegro que te metas en problemas —dijo divertido. Lo miré extrañada. Él rió por lo bajo —Eso hace la gente... meterse en problemas.
—¿No estás enojado? —pregunté curiosa.
—Debería de estarlo, y voy a tener que aparentarlo cuando entre a la oficina del rector. Pero no, no lo estoy.
—Golpeé al hijo de Malik y a su dama de compañía —le conté.
—Lo se... me informaron que uno estaba en la enfermería y que a la otra tuvieron que mandarla a su casa para calmar el estado de nervios en el que había entrado.
Reí por lo bajo y él también lo hizo. Volvió a hacer que lo mirara.
—¿Te gusta está vida, Monstruito? —me preguntó. Lo miré fijo y un nudo se formó en mi garganta.
A mí cabeza vinieron los días que ya pasaron para mí desde que llegué. Las personas que conocí en este lugar. Las tardes con los chicos... las interminables historias de amor de Dani y Liam. Las aventuras de Selena en Londres. Las locas hipótesis sobre la vida de Becca. Los problemas de amor de Demi. Los chistes tontos de Harry. La risa contagiosa de Taylor.
—Bien —dijo Lautner —Necesitamos un apodo para TN_____.
—Ya tengo uno —les dije. Liam, Harry y Tay estaban sentados uno al lado del otro frente a mí. Esperábamos a que las chicas trajeran el almuerzo —Las chicas me dicen TN_____.
—Naah, pero tiene que ser un apodo que nosotros podamos utilizar —dijo Liam.
—Uno que acorde bien contigo —añadió Tay.
—¿Cómo que? —les pregunté algo divertida.
Harry se tocó la barbilla mientras ponía cara de tonto pensador. Reí por lo bajo.
—¿Qué les parece honguito? —preguntó Styles.
—¡No! —chillé. Liam y Taylor negaron con la cabeza.
—Es malísimo, Harry —le dijo el novio de Dani.
—El peor apodo que has inventado en tu vida —le siguió el novio de Selena.
—Bien, por lo menos lo intento —se quejó él.
—¿Qué tal pulgarcita? —dijo Liam.
—Olvídalo —dije mirándolo mal.
—Es demasiado común —dijo Taylor.
—¿Y bien señor Lautner, usted ha pensado algo? —le preguntó Harry con tono irónico.
—Si, si he pensado en algo —dijo él con una sonrisa autosuficiente —Le diremos chichoncita enojona.
'Te dije que no te encariñaras'
'Yo no me encariñé' —le aseguré.
'Si claro, y yo soy Madonna'
—Extraño el cuartel —le mentí. En está semanas no pensé en el cuartel. Es más apenas le he estado dando importancia a mi misión.
—Pero, ¿la pasas mal en casa? —dijo preocupado. Sonreí sin dejar de mirarlo.
—No, no la paso mal. Me gusta estar en tu casa.
—Bien, eso me deja más tranquilo. Pero también es tu casa, Monstruito mío —dijo y besó mi frente.
—No hagas eso —le dije y me alejé. Él rió —Las muestras de amor paterno la dejas para otro lugar.
—Tonta —dijo divertido —Si te encanta que te demuestre que te adoro Monstruito pequeño.
—Pero no en publico... y en ningún otro lado —dije rápidamente —Guárdate las cursilerías.
—Señor Hudgens, puede pasar a hablar con el rector —dijo una mujer asomándose por la puerta.
—Gracias —le dijo él y se puso de pie. Se giró a verme —Puedes irte, yo dije que iba a hablar solo con él. En la tarde vamos al cuartel... Jones quería hablar contigo de no sé que.
—Bien —también me puse de pie —Te veo más tarde, extraño.
Comencé a caminar.
—Monstruo —me llamó. Me detuve y me giré a verlo —Ven aquí y dale un beso y abrazo a tu padre.
Puse los ojos en blanco y me acerqué a él para de manera rápida darle un beso en la mejilla y un abrazo.
—Ya está —dije alejándome.
—Algún día voy a lograr que me abraces y me llenes de besos y me digas papi te amo sin que te pongas en esa actitud de tontita.
Lo miré mal y comencé a caminar para el otro lado. Miré a mi alrededor buscando a las chicas, pero no estaban por los pasillos. Seguro que están en la cafetería.
Sentí que alguien me silbaba. Giré mi cabeza para ver y no había nadie. Volví mi vista al frente y seguí caminando. Otra vez me silbaron... y yo conozco ese silbido.
Mi corazón se aceleró y comencé a apresurar más mis pasos. Sentí sus pasos detrás de mí. No, él no está aquí... él esta preso, yo lo se. Yo misma lo metí allí. Otra vez el silbido. Volví a mirar hacia atrás y no había nadie. ¡Maldita sea! ¿Estoy loca? Giré de nuevo al frente y ahogué un grito cuando choqué con su cuerpo.
—Tranquila, soy yo —me dijo. Levanté la vista y lo miré.
—Alex —dije agitada y entonces no pude evitarlo y lo abracé.
Apoyé mi mejilla contra su pecho y me quedé quieta cerca de él. Sentí como sus brazos me rodeaban despacio. Cerré los ojos, tratando de no pensar más en el pasado. De no pensar más en su promesa.
-Zayn
Con cuidado salí de la enfermería y de la misma manera comencé a caminar. El dolor que sentía mi cuerpo había disminuido un poco. Mi cabeza no dejaba de pensar en la estupidez que estuve a punto de hacer. ¡Casi la beso! ¿Es qué acaso tengo problemas mentales?
Solté un irritado suspiro y miré como Danielle caminaba hacia a mí.
—Oh, no —dije por lo bajo. Ella se detuvo frente a mí.
—¿Viste a TN_____? —me preguntó.
—No, no la vi —le dije —Y espero tampoco verla.
Ella rió por lo bajo.
—Si, me enteré de lo que te hizo a ti y a Tiffany.
—¿Qué le hizo a Tiffany? —le pregunté.
—Oh, la dejó como un manojo de nervios, llorando y gritando. ¡Ja! Tuviste que verla.
—No me parece gracioso, Danielle.
—Pero a mí si —dijo y comenzó a caminar de nuevo.
Me acerqué a la pared para poder apoyarme en ella para caminar. A paso lento fui llegando hacia la puerta de la cafetería. Pero entonces detuve mis pasos al ver a dos personas sentadas en la sala de música. Los miré bien y eran ellos dos. Alex y TN_____. Me acerqué un poco más para escuchar.
—De verdad, siento haberte golpeado —le dijo ella. Él negó con la cabeza.
—Ya te dije que no lo sientas más... estás perdonada —le aseguró. Ella le sonrió levemente. Tenía cara de preocupada —Y si no fuera que tienes novio, te invitaría a tomar un helado.
Negué con la cabeza y me apoyé bien sobre la pared para ver aquel patético espectáculo de mi amigo, mendigándole a esa tonta gitana.
—No tengo novio – la miré bien.
—Pero... ¿Cómo? Zayn me dijo que tenías novio —dijo Alex confundido.
—No, no tengo novio —volvió a repetir. Él la miró bien.
—¿Qué?
—No, no lo tengo... te mintió porque yo le pedí que lo hiciera. Es que... me pones nerviosa.
—Entonces —dijo él sonriendo —¿Aceptas ir a tomar un helado conmigo?
Oh no, eso no podía estar pasando. Él no podía estar rebajándose a semejante humillación. Y ella simplemente no puede aceptar. ¿Y por qué no puede aceptar?
—Alex... yo no puedo —le dijo ella. Miré bien la cara de decepción de mi amigo. Maldita gitana, voy a tener que juntar los pedazos de su corazón por tu culpa.
—¿Por qué? —le preguntó él.
—Uno: de verdad me pones nerviosa. Dos: Demi fue tu novia y ahora es mi amiga y ella... sigue pensando en ti. Y tres: en este momento hay alguien que nos esta viendo.
Me quedé perfectamente quieto al escuchar lo que ella acababa de decir. Y entonces Alex se giró a verme.
—¿Qué haces ahí, Zayn? —me preguntó entre enojado y confundido.
Entré del todo. Miré fijo a TN_____ y ella me sonrió burlonamente. Maldita gitana...
—Solo... pasaba por aquí, hermano. Y perdón no pude evitar escuchar. ¿Van a salir a tomar un helado? Bien, tengo ganas de uno. Espero que no les moleste que vaya con ustedes.
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Nothing in my way EN EDICIÓN
Roman pour AdolescentsCuando pasas toda tu vida cumpliendo órdenes dentro de un buncker, inevitablemente, algún día tienes que salir al mundo real. Tienes que aprender a ser una chica como cualquier otra, hacer amigos, guardar secretos, ser cautelosa y evitar a los idio...