Capitulo 41: Hipnotizado

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  Me miré fijo al espejo que estaba frente a mí, dentro de mi vestidor. Ahora veo por qué la bolsa se veía tan grande. Estas alas de ángel parecen tan reales.
'Te consiguió un disfraz de ángel, ¿Por qué habrá pensando en ti como un ángel? Yo creí que te daría un disfraz de gitana o algo por el estilo' —dijo _____(2do nombre).
'Es que no es cualquier disfraz de cualquier ángel, ______(2do nombre). Es idéntico al disfraz que utiliza Julieta en la película' —le conté.
Acomodé bien la parte larga del vestido blanco. ¿Por qué se la habrá ocurrido este disfraz?
**—Estoy seguro de que te quedará perfecto ese disfraz.**
Sonreí levemente y negué con la cabeza.
'¿Ves? Cada vez que piensas en él terminas sonriendo'
No le contesté. Decidí ignorar sus palabras.
—TN_____, ¿ya vas a salir? —escuché la voz de Demi en la puerta del vestidor.
—Si, ya salgo —dije rápidamente.
Me había olvidado completamente de que Dani, Selena y Demi en casa. Me terminé de acomodar y salí despacio. Las tres se giraron a verme.
—Por dios... —musitó Danielle —Te ves hermosa.
—Tampoco tanto —le quité importancia y caminé hacia el otro espejo que estaba allí.
—No, Dani tiene razón TN_____ —dijo Selena y la vi acercarse por el espejo —Realmente pareces un ángel —le sonreí.
—Bueno, muchas gracias.
—¿Cómo se te ocurrió el disfraz? —preguntó Demi.
Yo no podía decirles que me lo había cruzado a Zayn en la calle y él me había dado la bolsa con el disfraz. Eso sería muy raro.
—Fui idea de mi padre —les mentí.
—Aaaw, eso es tierno —aseguró Peazer. (Danielle)
—Pero algo le falta —Selena frunció el ceño y se acercó más a mí —Hay que plancharle el pelo y hacerle una trencita en la cabeza en forma de aureola.
—Y así se vería igual a Julieta Capuleto en la fiesta de disfraces en donde conoció a Romeo —dijo Demi entusiasmada.
—Manos a la obra, chicas —la rubia se puso de pie y camino hacia mí.
Me hicieron sentarme y las tres se colocaron a mí alrededor para comenzar a hacerle cosas a mi cabello. Me limité que quedarme quieta y a hablar cuando era solo necesario. Cerré los ojos y sonreí. Quizás hoy si sea una buena noche y una buena fiesta... ¡por dios! Pensar que es la primera vez en mi vida que voy a ir a una. Estoy casi tan emocionada como cuando Hugh me regaló mi primera arma.
**—¿Enserio estás diciéndome que nunca te han besado? —Alex me había preguntado algo asombrado en la cafetería por la tarde. Habíamos estado hablando muy fluidamente cuando mi bocota se le escapó aquel maldito detalle.
—Lo se... suena a que soy una extraña. Pero...
—No, no eres una extraña —esbozó una leve sonrisa —Eso dice que estás esperando el momento y a la persona indicada ¿o no?
—Creo que si —asentí.
—Ojala todas fueran así como tú... en especial las hermanas.**
Sonreí levemente y volví mi mente al presente. Alex se ha convertido en un gran confidente y chismoso.
-Zayn
Miré a mí alrededor y la música sonaba a todo volumen. Mi casa ya estaba infestada de gente. Y apenas son las 10 de la noche. La busqué con la mirada al parecer todavía no había llegado. Más le vale venir... tiene que venir. Este maldito disfraz de caballero es lo más incomodo que utilicé en mi vida. Mi prima y sus amigas tampoco estaban, así que lo más probable es que lleguen todas juntas. Alguien tocó mi hombro. Giré a ver de quien se trataba.
Él estaba parado y disfrazado del zorro frente a mí. Se sacó el sombrero y me miró fijo.
—¿Podemos hablar un segundo? —preguntó.
—Claro —dije. Caminamos entre las personas hasta salir al jardín de la casa. Había unas cuantas parejas allí... pero nada que molestase —Bien, Pettyfer, te escucho.
—Zayn... tú eres mi amigo, mi hermano —comenzó a hablar. No pude evitar sonreír, sabiendo que se vendría la parte cursi de la reconciliación —Y verdaderamente no me gusta estar peleado contigo.
—A mí tampoco —dije sin mirarlo.
—Entonces... antes que nada y que todo quiero que sepas una cosa —ahora si lo miré.
—¿Qué? —pregunté.
—Necesito saber qué pensarías si te dijera que me pasan cosas con Isabella —dijo.
Pude notar el nerviosismo en él cuando sus pupilas se agrandaron un poco. Sin darse cuenta comenzó a mover un pie contra el pasto. ¿Le pasan cosas con Isabella? ¿Eso me molestaría?
—Nada —le contesté. Él me miró bien.
—¿No? —dijo algo sorprendido —¿No te molestaría?
—En absoluto... yo ya no tengo nada con Isabella —dije.
—Pero fue tu novia por 2 años y medio... algo debería de molestarte.
—Verdaderamente no me molesta nada, Alex.
—Entonces, ¿todo está bien, hermano? —preguntó.
—Todo está bien —contesté.
Se acercó a mí y me abrazó. Reí por lo bajo y palmeé su espalda. Jamás en mi vida podría estar mucho tiempo enojado con este mal nacido, jamás. Se alejó de mí y comenzamos a caminar hacia la casa de nuevo.
—Oye, me agrada tu disfraz de caballero. Me recuerda al que utilizó Leonardo Dicaprio cuando hizo de Romeo —dijo.
—¿Ah, si? No me digas —dije con tono burlón.
—No te burles, tonto —se quejó.
Entramos a la casa y había mucha más gente de la que había cuando salimos. Era un mundo de disfraces. Algunos chistosos, otros más normales.
Y entonces la vi... allí estaba ella parada en medio de todos, totalmente llamativa por esas alas y aquel vestido blanco. Su pelo negro no estaba ondulado... sino que perfectamente lacio. Y tal cual la bella Julieta, la bella TN_____ traía su mismo peinado. Un ángel... un maldito ángel.
—Allí están las chicas —dijo Alex y comenzó a caminar hacia ellas.
Decidí no ir con él. Tenía que mantenerme alejado de TN_____ por lo menos hasta las doce de la noche en donde mi venganza hacia ella iba ser realizada.
¿Qué? ¿Acaso pensaron que yo ya me había olvidado de lo que hizo? Soy la persona más rencorosa del mundo y ella no va a salvarse de mi rencor.
Pero entonces quise caminar y no pude. Ella me había visto y se había despedido de las chicas y venía caminando hacia mí. Me quedé quieto en mi lugar, sin poder mover un solo músculo, hipnotizado por su mirada... tierna. ¿Me está mirando de manera tierna? ¡Demonios! ¿Desde cuando tiene aquella mirada tan... linda?
Se detuvo frente a mí. Mi mirada bajó un poco ya que ahora estaba cerca y nuestras alturas se notaban con bastante claridad. Hoy tampoco se había puesto tacos. Recorrí su rostro con la mirada... estaba levemente maquillada. Sus pestañas se arqueaban largas y oscuras... hacían que su mirada fuera más cautivadora aun.
—Hola —dijo y esbozó una leve sonrisa.
El maldito cosquilleo de últimamente, cada vez que la veo, comenzó en mi estomago. Sentí que mi corazón comenzaba a latir un poco más acelerado de lo normal. Dios... esto no es normal yo no me pongo así con nadie.
—Ho... Hola —le respondí luego de unos cuantos segundos.
Ella miró a su alrededor y luego volvió su vista a mí. Me miró de arriba a bajo y luego sonrió mostrando una perfecta sonrisa blanca.
—Estás vestido de caballero —dijo sin dejar de sonreír. Una sonrisa impropia de mí fue arrancada de mis labios.
—Y no de cualquier caballero... querida gitana Julieta.
—Muchas gracias por el disfraz —dijo bajando un poco más la voz —Tienes que decirme cuanto te costó para darte el dinero.
La miré fijo sin decir nada. Se que en este momento la estoy mirando con cara de bobo... lo se perfectamente porque ella me está mirando con cara divertida.
Ya Zayn... ya basta ¿Qué pasa contigo hermano? No soportas a la chica que está frente a ti... te atrae, eso no lo neguemos pero ya no puede ganarte la atracción. Pero diablos ¿Por qué tenía que verse tan hermosa en ese maldito disfraz?
—No, no —negué repetidas veces con la cabeza —No quiero que me lo pagues.
—No puedo aceptarlo de esa forma, Zayn —dije.
—¿Por qué? —le pregunté.
—Porque no tiene sentido que lo hagas. No lo encuentro razonable.
—Te lo debo por el abrazo del otro día.


Nothing in my way EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora