Narra Sienna:
Genial, lo peor que podía pasarme, que me asignaran hacer un trabajo con Dominik. Lo peor, es que prácticamente me estaba obligando a que fuera a su casa. Era un idiota, un estúpido muy grande. ¿Cómo podía yo evitarlo, si él se acercaba? Pensé que quería que lo dejara en paz. Como sea, hombres.
Era viernes por la noche, y le dije a mi papá que saldría. Unas vecinas de mi cuadra, que no sabía que existían, me invitaron a ir a un bar a tomar algo. Acepté de ir porque hace mucho que no salía y no me venía mal olvidarme un poco de las cosas. Lo que sí, debía volver temprano para luego ir a casa del arrogante (entiéndase que es Dominik) para hacer el trabajo.
Llegamos al bar con Britney y Khara, nos acercamos a la barra a pedir unos tragos. Yo estaba riendo con ellas, nunca me había divertido así, en realidad nunca me divertí. Ya estábamos algo bebidas por las cervezas que habíamos tomado antes en casa de Khara. Yo reía, parecía loca de atar.
Britney se fue al baño en un momento. Yo seguía riendo y bebiendo con Khara, hasta que miré a mi alrededor y me encontré con su rostro que buscaba desesperadamente a alguien en aquel bar.
A pesar de mi ebriedad, mi cara cambió al ver a Dominik al otro lado. Esto debía ser una broma. ¿Qué hacía él aquí?
Miré hacia atrás mío y vi a una chica de cabello rosa. "¿Qué demonios?" Pensé. Iba a ir en busca de él, pero luego repensé las cosas.
"Oh, ya. Esa debía ser Sylvia. La detestable y manipuladora Sylvia". Sip, esa tipa ya tenía mi odio.
En lugar de eso, aproveché la cantidad de gente y tomé a "Sylvia" de su brazo.
-Escucha, ¿vienes por Dominik?.- traté de decir, no sé si esas palabras salieron de mi boca, pero traté de mostrarme segura.
-Estás bebida, no me toques.- replicó la teñida.
En eso, Dominik se acercó y al verme, su expresión cambió.
-Sienna, ¿qué haces aquí?.- preguntó como diciéndome que iba a matarme. Lo conocía, se le notaba en su cara.
-¿La conoces?.- preguntó pero antes que él pudiera decir nada, ella lo empujó hacia la pista.
Quedé aturdida, tanto por la música como por lo que la chica esa estaba haciendo. Lo tomó del cuello y comenzó a bailar con él. ¿Enserio? Quería asesinarla. Quitarle esa melena falsa y quemársela. De un momento a otro, ella lo besó. ¿Qué? Suficiente, no me quedaría de brazos cruzados. Caminé hacia ellos y tomé a Dominik.
-Aléjate de mi novio.- me quejé. ¿Novio? Hasta yo estaba asombrada por lo que mi boca emitió.
-Tranquila, solo quiero lo que vine a buscar.- me respondió y dirigió su mirada a Dominik.- Dominik, el frasco.
-¿El frasco?.- antes de que dijera algo más, la loca me abofeteó. Mi instinto de tigre salió al acto. No debió haberme golpeado. De un segundo a otro, estábamos en el suelo, peleando. Tirándonos del cabello y logré darle dos golpes. Alguien me tomó de la cintura y me sacó del bar.
-Espera.- me quejé.
-¿Estás loca? ¿Qué creías que hacías? Yo solo debía entregarle esto.- miró su mano.- Ay no, Sylvia, el frasco.- antes que dijera más, lo tiré hacia mí. Ambos caímos al suelo, cuando intenté abrazarlo. Era un desastre literal en ese momento.
-No debes ayudar a que un suicida logre hacer lo que se encapriche. Vale más su vida, aunque no quiera vivirla.- susurré en su oído.
-Vamos, levántate. Te llevaré a casa.- su voz era de resignación.- Al cabo, que de igual modo, no veré más a Sylvia.- mi cara se iluminó ante esas palabras.
-Lo lamento, Dominik. Pensé que también tomarías pastillas para morir.
-Shhh... Cállate, ¿quieres? Tu estado de ebriedad hace que hables tonterías.- me sonrió. Yo esperaba que esté enojado.
Dominik se agachó y quitó mis sandalias.
-Gracias, ya estaba muriendo.- él solo rió.
-Vamos, Sienna.
Caminamos media cuadra, hasta la parada de taxis. Dominik paró uno y subimos. No podía saber si seguía enojado, con él nunca se sabía nada, más si se trataban de sus estados de humor.
Me observó y me rodeó con su brazo, para acercarme a él. Yo sonreí como una boba y apoyé mi cabeza en su hombro.
-No deberías usar faldas tan cortas, podrían violarte si te ven así.
-Ay vamos Dominik, no es taaaan corta.- exageré, pero sabía que él tenía razón. No sé ni porqué la usaba.
Quedamos en silencio, sin decirnos nada más. Al rato, el taxi paró en frente de mi casa. Bajamos y Dominik estaba por abrir la puerta, cuando lo detuve.
-Espera. No puedo llegar así, mi padre me matara si me ve ebria.- llegué a decirle, a lo que Dominik hizo una mueca.
-¿Cómo entrarás entonces?
-Déjame, ya subiré por la enredadera del costado.
-¿Estás loca?.- se burló.- ¿No puedes mantener un pie en equilibrio e intentarás trepar hasta tu habitación por una enredadera? Ni modo, entraremos por la puerta.
-Está bien, está bien. Tu ganas, pero no hagas ruido.
Tocó el picaporte y lo abrió lo más silencioso que pudo. Entramos e intenté subir, cuando tropecé con un escalón. Casi pegué un grito, pero Dominik me agarró antes de que cayera. Me levantó en brazos y me subió hasta mi habitación.
Una vez adentro, cerró la puerta de mi habitación. Inconcientemente, comencé a quitarme la ropa, olvidándome que Dominik estaba ahí. Me giré y me encontré con sus ojos puestos en mi cuerpo. Reaccioné al momento y tomé un cuaderno para taparme.
-¡Oh, por Dios! Lo siento, olvidé que estabas aquí.- me acerqué a mi armario y tome una camiseta, la cual me coloqué rápidamente.
-Descuida, no me molesta. Fue un honor increíble haberte visto en poca ropa.- me miraba arrogante pero con una mirada distinta, como de deseo.
-Está bien.- respondí y entré al baño a refrescarme un poco. Me lavé la cara, y mis dientes.
Salí y Dominik estaba sentado en mi cama.
-Creo que debería irme.- respondió.
-Estoy de acuerdo. ¿Quieres que te acompañe hasta la entrada?
-No, no. Saldré por la ventana, tomaré la enredadera.- se burló.
-De acuerdo.- me acerqué a él y besé su mejilla.- Hasta mañana, Dominik.
Quedó paralizado, todo el tiempo con su mirada puesta en mí.- Hasta mañana, Sienna. Descansa. Te quiero...- me ilusioné por un segundo.- ...temprano en mi casa, ¿vale?.- asentí y se fue.
Sin dudas, esta noche sonaría con él.
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Corregido.
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Justo A Tiempo (Dominik Santorski)
RomanceDominik, un chico de 18 años que sufre muchísimo de bullying luego que sus supuestos amigos le jugaran una mala pasada por besarse con un chico, Aleksander. Su vida dio un giro bastante horrible para él, sumado a la poca atención que le dedican sus...