Capítulo 21- Yo por ti, tú por mí (Parte I)

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Narra Sienna:

Era ya viernes. Último día de exámenes, gracias al cielo, y el día de mi cita con Dominik.

Había llegado temprano, pues mi exámen de historia, lo rendía en las primeras horas. Llegué temprano y me senté en mi banco, saqué mi libro para hacer un repaso fugaz.

-¡Hey, llegas temprano!.- Dominik me interrumpió de mi concentración mental.- Ya deja de repasar, es obvio que sacarás diez.

-¿Lo crees? Espero que sí. ¿Tú cómo estás para el exámen?

-El viejo baboso te pondrá diez, no sólo por lo que te mira demasiado sino porque trabajas, y prácticamente tú das las clases.- me hizo reír.

-¿Viejo baboso? Te juro que no había notado que el profesor me miraba y tampoco que tú estabas celoso por eso.- le respondí divertida.

-Vamos, ¿yo celoso? Pffff...- me miró sólo unos segundos.- Pues, puede ser, porque tú eres mía.- dijo fingiendo estar molesto.

-Vaya Santorski, sí que eres seguro de ti mismo, además de posesivo.- me burlé de él. Me miró y se relamió los labios, a lo que me sonrojé.

Sonó la campana, y el profesor entró como gazela al salón.

-Atención jóvenes, saquen bolígrafos y que no haya nada sobre los bancos. Ahorrénse el trabajo de copiar, porque conmigo es imposible.- dijo sarcástico.

Teníamos una hora para hacer el exámen, miré el cuestionario y comencé a responder. En un momento, vi la cara desesperada de Dominik, así que corrí mi hoja para que él pudiera copiar. Espero que el profesor no se diera cuenta.

Terminamos y al salir, nos dirigimos al patio a almorzar. El día era tranquilo y ninguno de los dos decía nada de lo de esta noche.

Narra Dominik:

Estaba nervioso por lo de hoy, sí, a veces suelo ser inseguro de lo que hago o quiero hacer. Si todo sale bien, le pediría a Sienna que sea mi novia. Tengo la esperanza que diga que sí, aunque creo que también podría decir que no. En fin, me quiero arriesgar y averigüarlo hoy a la noche.

No sacamos el tema para nada. Pero habían muchas cosas que ella no me había dicho, necesitaba conocerla un poco más. Tal vez, ¿estaba reconsiderando mi petición?

-Tierra llamando a Dominik. Me encanta tu cara cuando te cuelgas en tus pensamientos.- ella me sonrió.

Siempre sabía o deducía lo que me pasaba.

-¿En qué piensas?

Demonios. Se dio cuenta.

-Nada, tonterías. Y también estoy constantemente pensando en ti, eres lo único con sentido en mi mundo.- Sienna sonreía y pude notar que el color de sus mejillas aumentaba.

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Narra Sienna:

Me encontraba en mi habitación, buscando que ponerme para dentro de un rato. No sabía como vestirme, era la segunda vez que pasaba por esto, y la verdad que es bastante estresante.

Revolví mi armario y arrojé todos los vestidos que tenía en mi cama. No quería estar impresentable, pero tampoco quería parecer un actriz vestida para alfombra roja. Quería algo sencillo pero elegante, que sea femenino y a la vez casual.

Agradecía no ser de esas chicas que dicen no tener ropa, para salir compulsivamente al shopping. Luego de tanto buscar y acomodar, encontré un vestido estampado en tonos violetas, rosas y azules. Era perfecto para la ocasión, era algo descubierto en la espalda y me llegaba unos ocho dedos por arriba de la rodilla. Era corto pero solo lo justo y lo necesario. Luego, busqué unas sandalias no muy altas, pero con algo de tacones, para que pudiera caminarlas y para que no sea tan hobbit al lado de Dominik.

Me duché, salí y me vestí con el vesturio previamente seleccionado. Peiné mi cabello y le coloqué un moño pequeño y me maquillé ligeramente. Tomé una chaqueta de jean y acomodé mis cosas en mi bolso.

Ya estaba lista, y faltaban quince minutos para que Dominik llegara por mi. El tema ahora, primero que todo, era decirle a mi papá que saldría, pero en una cita con Dominik.

Pensé al menos unos minutos y bajé hasta la cocina. Justo, él estaba ahí. Entré y me dirigí hacia la heladera por jugo o agua.

-¿Adónde vas a salir sonrisita?.- preguntó observando cada uno de mis pasos, parecía de buen humor. Pero... no podía decirle que saldría con Dominik.

-Saldré con las vecinas, ya sabes, Britney y Khara.

-¿Y adónde irán?.- sospechoso que esté tan preguntón.

-A un bar, ¿por qué?.- quería saber porqué sus preguntas.

-Pensé que saldrías con Dominik.- dijo mirándose las manos.

Por algún motivo, me ahogué con el sorbo de jugo que había tomado, y comencé a toser. Diablos, ¿cómo lo sabía?

-Vale... ¿Quién te dijo eso?.- dije desanimada, porque me había descubierto.

-Su madre, la sra. Santorski.- lo miré incrédula.

-De acuerdo, sí, es cierto. Saldré con él, pero por favor no te enfades.

-Mmm... No. Ya tienes dieciocho años, tú sabes lo que está bien y lo que está mal, por lo tanto no puedo detenerte, pero me preocupa que salgas con él.

-De acuerdo papá, gracias. Eres el mejor.- besé su mejilla y lo abracé, luego salí corriendo de ahí cuando vi la hora en mi móvil. Ya era tarde.

Escuché la puerta y corrí a abrir, pero mi papá se me adelantó. ¡Oh, oh, no por favor!

Mi padre miró unos segundos a Dominik y luego, cuando pensé que todo estaba perdido, le extendió su mano para luego estrecharla. Por fin, mi papá estaba dejándome que hiciera por lo que yo creía correcto.

-Sr. Rutkowski...

-Sr. Santorski...- ambos se miraron fijamente.- Cuida a mi hija.- le pidió.- Diviértanse.

-Llegaré tarde. No me esperes, papá.- besé su mejilla y nos fuimos.

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Llegamos a un restaurante pequeño, pero acogedor. El mesero nos guió hasta nuestra mesa y tomamos asiento. Me quité la chaqueta y Dominik me sonreía todo el tiempo.

-¡Me gusta el lugar, es muy bonito!.- quería romper el ambiente tenso que sentía a mi alrededor.

-¡Estás hermosa, como siempre!.- me ruboricé e instintivamente me mordí el labio inferior.- Y eres más linda, cuando te pones nerviosa.- se rió.

-Quiero que sepas, que esto me pone algo nerviosa. Desde antes de salir de casa que lo estoy.- hablaba muy acelerada.

-Tranquila, estás conmigo. No te pongas nerviosa. Solo quiero que disfrutes de la velada.- dijo y quedamos en silencio mirándonos.

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Corregido.

Justo A Tiempo (Dominik Santorski)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora