Capítulo 20- ¿Qué somos?

580 51 2
                                    

Narra Dominik:

Habían pasado dos semanas, desde la muerte de Sylvia. Todo volvió a su curso normal, pocos días después. Estábamos con exámenes del primer semestre, y en este tiempo, sólo había visto a Sienna un par de veces.

Sienna, se había convertido en una parte importante de mi vida, no podía estar sin su compañía. Pues, era ella, la que le ponía un poco de color a mi vida.

Desde la última vez que me quedé en su casa, mi madre me castigó por el hecho de dormir allí. Entiendan que ella no era una persona que escuchaba tus excusas, por más que las tuvieras y por más que sean justas.

Al menos, ya había pasado la mitad del bendito castigo. Me prohibió ver a Sienna, pero igual nos encontrábamos y aprovechábamos ese tiempo para estar juntos. Esto era, en la escuela, a la salida de ésta, ir por un café express, porque no tenía tanto tiempo.

Además no quería causarle más problemas con su padre. El tipo era muy alterable, ¿se imaginan si Sienna y yo fuéramos novios? Creo que tal vez mandaría a la mafia a que me matara.

En el colegio, las cosas habían cambiado un poco, pero no mucho. Las burlas y los insultos, habían cesado un poco, Aleks y Karolina por fin habían salido de mi vida, ya no serían una molestia. Las clases, eso sí, eran una verdadera mierda. No es que me consideraba superior, pero todo lo que nos "enseñaban", fácilmente podría estudiarlo solo en casa, o con Sienna.

Timbre de campana, todo el mundo a clases. Entré y me senté a su lado. De a ratos, nos mirábamos y nos sonreíamos. Para nuestra suerte, estábamos en clase de educación sexual, así que la profesora no omitió vernos.

-Sr. Santorski, srta. Rutkowski, ustedes dos, que según veo, están bastante enamorados. ¿Cuánto tiempo llevan saliendo? Recuerden que no los quiero poner en evidencia, pero me gustan como ejemplo para el tema que vamos a encarar ahora.

Ambos nos miramos con los ojos como platos, no sabíamos qué decir.

-Pues... No somos novios...- dijo tímidamente Sienna.- Pero, si hablamos de estar saliendo, creo que llevamos algo así como ¿dos meses?.- me miró confusa.

-Según recuerdo.- sonreí.- Llevamos saliendo más, si consideramos esa noche que nos deshicimos de una amiga que hacía mal tercio. Indirectamente, te invité a salir. Así que, teóricamente, ya vamos cuatro meses.- miré a Sienna, aún con mi sonrisa en mi rostro.

-¡Oh, eso es tan dulce!.- dijo la profesora emocionada, mientras todas las miradas estaban puestas en nosotros.- Es mejor que se tomen con calma el tema de la relaciones.- continuó la profesora Pawalk, dirigiéndose a todo el grupo.- A veces, nos apresuramos pero podemos caer, y cuando caemos viene la tristeza, un vacío por no conseguir ese amor que anhelábamos.- seguía diciendo, pero en un momento dejé de prestarle atención, para observar a Sienna que prestaba atención a sus palabras.

************

Al fin, la campana del almuerzo. Ya no aguantaba la clase. Siempre la misma historia en la que te dicen que te cuides, porque no estás listo para traer un niño al mundo. Nosotros aún ni pensábamos en eso, no por el momento. Aún debíamos definir que pasaba entre Sienna y yo.

-¿Y... qué te pareció la clase?.- me preguntó Sienna, restándole importancia a la pregunta.

-Muy buena, excepto por el hecho que nos pusiera de ejemplo...- ella me miró expectante.- Y porque no presté atención a lo último que dijo.

-Ah, era de suponer.- la miré confundido.- Pensaba que mientras me clavabas la mirada, escuchabas lo que decía la profesora.- se burló.

-Ja ja, qué graciosa. Deberías ser comediante.- me burlé.

La cafetería era un caos, descontando que varios nos miraban. En eso, Aleks se acercó hasta nosotros.

-Hey Dominik, ¿me dejas que hable con Sienna unos minutos? Prometo no decirle babosadas ni hacerle nada.- parloteó nervioso al ver mi gesto de odio y disgusto por su petición. Le rodé los ojos.

-¿Te molesta hablar con él?.- me dirigí a Sienna.

-No.- dijo algo confundida.

-Los estaré mirando.- mi amenaza iba para Aleks.

Narra Sienna:

Aleks quería hablar conmigo. ¿Qué quería saber o decirme? Él no me daba buena espina, ni menos era una persona de fiar.

-Dime Aleksander, ¿qué quieres?

-Bueno, quería hablar contigo sobre algo que tal vez te moleste.

-Vamos, dilo ya, no tengo todo el día.

-Bueno...- suspiró.- El tema es que tu padre tendrá problemas, él está en problemas. Pero no sé decirte más, es todo lo que yo escuché.- dijo apenado.

-¿Dónde escuchaste eso, Aleks?.- pregunté algo asustada, pero no sabía si podía creerle.

-Eso dijeron unos hombres que fueron a mi casa la otra noche, querían hablar con mi papá. Por si no sabes, él trabaja con el equipo de seguridad que está detrás del ministro. No sé a qué se referían, pero lo que te dije es lo que llegué a escuchar.- no parecía estar mintiendo, pero con Aleksander nunca se podía saber.

-De acuerdo, muchas gracias por decírmelo.- le agradecí, no muy convencida y volví con Dominik.

-¿Qué quería el estúpido?.- espetó molesto.

-Advertirme que mi papá está en problemas, que lo están buscando.- Dominik quedó helado.

-¿Crees que sea cierto? Tal vez es una mentira de Aleksander para que creas que ahora es bueno, por advertirte de tu padre y por querer ser agradable conmigo. Déjame decirte que yo no le creo.- dijo con gesto reprobatorio.

-Tal vez, tengas razón. Olvidémoslo. Ahora vamos a nosotros.- dije muy feliz, no quería que sea tan evidente mi entusiasmo pero no lo pude evitar.

-¿A qué te refieres?.- Dominik lento, lento, quería matarlo.

-A lo que dijimos hoy en clase...- reí, no quería darle importancia porque parecía que no entendía. Puto Dominik- Olvídalo.- solté en carcajadas.

-Ahh... Sí, cierto. Pues, tú dime, ¿qué somos? ¿Pareja? ¿Novios? ¿Amigos con beneficios?.- me codeó cuando dijo lo último.

-Ja ja, eres un idiota, Santorski.- dije irónicamente y sólo me reí.

-Bueno, a ver. Este idiota, quiere saber, si usted srta. Rutkowski, quiere salir en una cita con él. ¿Qué dice?.- él sonrió. Amaba cuando sonreía.

-Claro que me encantaría salir con el sr. Santorski.- respondí siguiéndole el juego.

-Perfecto. El viernes pasaré por usted a las ocho.- dijo con una vocecita divertida.

*************

Corregido.

Justo A Tiempo (Dominik Santorski)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora