«Solo es medicina»
Harry no quería creer que sostenía ese papel en las manos. Sin embargo, se resignó. Dejó de pensar que se trataba de solo un mal sueño; aceptó que está vez no iba a despertar. Estaba viendo la cruel realidad en ese momento; con los niños mirándolo desde la puerta como si supieran exactamente lo que se avecinaba, o mejor dicho, aceptar que la tormenta venía. Y todo lo que restaba era soportar un golpe que él mismo admitía, no estaba listo para recibir.
Harry se había mantenido fiel hasta último momento, hasta que ver la realidad le hizo sangrar los ojos, metafóricamente. Porque siempre se había sabido un conocedor de Louis, y de todas sus etapas. Desde la más compleja a la más sencilla. Harry había visto a Louis desde abajo. Se había enamorado aún conociendo su peor lado. Pero había una parte de él, que no conocía, o quizás siempre había estado ahí y Harry pretendía no verla.
Le gustaba pensar que lo conocía. Que no dormía con un extraño en la cama.
Pero el papel que sostenía entre sus manos esa mañana, le indico que había vivido engañado. Que Louis no era lo que había visto en esos diez años, pero también, aceptó que no se conocía el mismo cuando dijo que amaba completamente a Louis por sobre todas las cosas.
De hecho, lo amaba, pero no amaba a ese Louis que solo jugaba con el filo de cuchillo sobre su piel.
Pero es como dicen. Lo bueno dura lo que dura un parpadeo, una canción, un recuerdo, un día.
Le tocó entender de la peor forma que ellos nunca habían sido infinitos realmente.
(Flashback)
Cuando Harry llegó, no esperó encontrarse con aquella melancólica escena. Habían pasado dos meses desde el casi suicidio de Louis y todo había sido una aburrida y monótona rutina. Desde el tema del divorcio, no habían vuelto a hablar. Harry comenzaba a borrar de su memoria el melodioso sonido de la voz de Louis.
Dos meses desde ese trágico día, Harry ingenuamente había pensado que sería el último episodio sangriento. Pero al llegar temprano a casa se dió cuenta de lo tonto que había sido al pensar aquello. Louis tenía una fascinación por herirse que no terminaba de entender ¿Que belleza podía verle a los hilos rojos que corrían por su brazos, cuando aquello era ciertamente triste de ver? ¿Qué ganaba con aquello? ¿Qué sentía con hacerlo?
Louis estaba sentado en el piso, con las piernas estiradas y la botella medio vacía de whisky. Estaba lo suficientemente ebrio como para sentir ardor en las heridas que tenía abiertas. Harry le miró con desaprobación, al momento en el que Louis le daba un largo sorbo a la botella.
— ¿Qué se supone que estás haciendo? -preguntó y no entendió como hacía para no gritarle. No por enojo, aunque ciertamente se sentía así. Era más bien por miedo. Gritar sin saber que hacer para controlar lo que pasaba por Louis y su extraña mente.
— ¿A ti que te parece? -preguntó. Tenía ese tono melancólico al que Harry todavía no se acostumbraba.
— Hace dos meses abriste tus putas venas, no deberías hacer eso.
— Hace dos meses quise morir, no me dejaste hacerlo.
Harry suspiró, molesto. Intentó contar mentalmente, lo intentó y tenía a Dios como testigo de eso, pero todo lo superaba. El divorcio, el casi suicidio, sus brazos abiertos y el olor a alcohol que flotaba en la cocina. Era mucho para un persona. Harry sabía que había cometido errores, lo reconocía. Pero era suficiente.
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Save me from The Dark » Larry Stylinson
Fanfiction[...] El problema quizás comenzó cuando los vió tan delgados, tan devotos y entregados a la que alguna vez, también fue su Diosa [...] [🥀] Segunda temporada de "In the dark" Disponible en mi perfil.