«Entonces te veo y me quedo sin aliento. No importa si duele después, sólo tocame como si aún me quisieras»
Louis había resignado muchas cosas desde el momento en que aceptó que William no se iría. Una de ellas, por supuesto, había sido la tranquilidad de dormir en paz al menos, por dos horas. El problema con tener a William, era lo impredecible que podía llegar a ser. Louis sólo lo contemplaba, cuando lo veia caminar lentamente, como si estuviera planeando cosas que prefería no saber.
Lo que le gustaba de observar a William, era la belleza que podía encontrar mientras lo hacía. William no era para nada distinto a él, pero había diferencias abismales que los volvían personas completamente distintas. Louis intentaba encontrarle un sentido, o al menos encontrarle una razón a sus actos, sin embargo, siempre terminaba en blanco porque había algo en la mirada felina de William que lo terminaba volviendo un tonto.
A pesar de que no era exactamente la compañía que quería, Louis a veces se encontraba pensando que sin William al lado, las cosas serían completamente distintas. No había sido la traición de Harry lo que lo había terminado por enloquecer, era más bien, la acida sensación de deja vú que siempre tenía. Al final, su miserable existencia sólo le convencía de una cosa. Era para ser desechado. Tal y como lo había hecho su padre en su momento, Harry también lo había hecho.
Y es que no entendía porque seguía vivo.
Eso era una de las grandes diferencias que tenía con William. Mientras Louis sólo terminaba en fallidos intentos de suicidios, William caminaba de un lado al otro con heridas abiertas, sangrantes, que nunca manchaban el piso. William era decidido, audaz, dueño de su existencia y sobre todo, su cuerpo. A William no le costaba nada tener que empuñar algo filoso y abrir su piel a diestro y siniestro, con una sonrisa demasiado placentera para estar haciendo algo tan atroz.
Mientras que Stan dormía plácidamente a su lado, William se paseaba de un lado al otro en la habitación. Louis lo miró, con los ojos llorosos, preguntándose que era lo que le pasaba por la mente.
William entonces pareció pecartarse de su mirada, y lo miró fijamente, con algo de diversión en un infinitos ojos negros. William sabía que tenía el poder de convencer a Louis de hacer lo que quisiera, aun si Louis no estaba de acuerdo con ello, lo haría. William se movía de una forma lenta que parecía estar iniciando los pasos de una danza catastrófica. A pesar de que veía borroso, Louis no pudo no sentirse sin aire al mirarlo. William además de terrorífico, era hermoso.
Le sonrió de forma siniestra mientras se dirigía a la puerta de la habitación. No hicieron faltas palabras, William sabía que no tenía que decir en voz alta sus deseos para que Louis los cumpliera. Y aunque no lo diría en voz alta, a Louis le gustaba seguir sus órdenes si con eso, William lo miraba con algo parecido al orgullo.
William miró una única vez sobre su hombro, para asegurarse de que Louis captara la indirecta. Y no tardó en ponerse de pie, en realidad. Louis se moría por saber que tenía planeado ahora. Le gustaba lo juguetona que podía ser su mente y desastre que planeaba.
Louis contempló la espalda de William mientras lo seguía, con solo su ropa interior cubriendo su desnudez. William en cambio, llevaba un pantalón que le quedaba demasiado grande. Las vértebras de su columna, estaban tan marcadas como de costumbre y Louis no podía no ver sus huesos sin sentir envidia.
William tenía exactamente el cuerpo que Louis todavía ansiaba.
Entonces, de un momento a otro, se encontraba ligeramente encorvado hacia adelante. No recuerda como fue que llegaron a esa situación, pero si la mirada que le había dado William. Esa que, sin decirlo en voz alta, hablaba más que mil palabras.
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Save me from The Dark » Larry Stylinson
Fanfiction[...] El problema quizás comenzó cuando los vió tan delgados, tan devotos y entregados a la que alguna vez, también fue su Diosa [...] [🥀] Segunda temporada de "In the dark" Disponible en mi perfil.