-Alan tenemos que hablar contigo.
Mi madre apareció de la nada en mi habitación mientras yo tenía mi música a todo volumen escuchando diversas canciones de j-rock.
Ella apago mi música sin esperar a que contestara y me indico que fuera al salón con la cara seria.
En otros momentos me habría cabreado bastante, pero como ya era el 1º día de septiembre ya me imaginaba de que querían hablar.
Me levante de cama, me puse unos pantalones negros a juego con la camiseta de L que ya llevaba puesta y me arregle un poco el pelo viéndome en el espejo.
-Maldito pelo zanahoria -Maldije a la vez que lo revolvía con la mano.
Camine hasta el salón sin ganas, mis padres estaban en el sofá con la expresión seria y con la TV apagada.
-A donde nos mudamos ahora? -Pregunté nada más entrar.
-Donde nos mudamos no, donde te vamos a dejar -Contestó mi padre haciéndome palidecer.
-Roberto! Podrías decirlo con más delicadeza! -Protestó mi madre.
-Como que me vais a dejar!? -Solté sin escuchar una palabra más.
-Alan tu padre y yo nos vamos a Australia, pero está claro que no te vamos a llevar tan lejos, ya que te estuviéramos moviendo por toda Europa es suficiente -Explicó con calma mi madre.
-Te vas a un instituto privado para chicos, allí también tienen residencia así que no tendrás el problema de vivir en un edificio y tener que saberte el camino y mantenerte.
Estaba claro que nunca me había gustado lo de estar de ciudad en ciudad y país en país, pero que mis padres me dejaran en un instituto privado era igual de desagradable, sobre todo por lo de "para chicos", ahora a que chica se supone que me tiro?
-Alan tampoco es tan malo, podrás empezar bachillerato tranquilo y terminarlo tranquilo, así es mucho más fácil -Intento convencerme mi madre.
-Lo dice a quien no dejan tirada -Conteste con algo de odio en la voz.
Puede verle en la cara que se sintió dolida, y enseguida agacho la cabeza tapándose la cara con su mata de pelo zanahoria.
-Alan! No hagas un mundo! Nos preocupamos por ti! Y ya as repetido las suficientes veces! Tienes que terminar tus estudios de una vez y centrarte! Con nuestro trabajo está claro que no lo conseguirás nunca!
-Di lo que quieras! Eso no quita que me dejéis tirado en un país que ni siquiera es en el que nací! Ah! PERDÓN! QUE EL PAÍS EN EL QUE NACÍ FUE DE PURA CASUALIDAD!
-ALAN! -Gritó mi padre ante mi contestación.
Yo lo ignore completamente y me fui a mi habitación, donde me encerré con llave y empecé a lanzar las almohadas por todas partes, después siguieron libros, peluches, ropa, hasta que me tranquilice no deje de lanzar todo lo que me pareciera que no rompería.Una semana después aún no había perdonado a mis padres, pero ya daba igual, ellos se irían a Australia y yo me quedaría aquí en un estupido instituto para chicos. Me daba asco solo pensarlo.
-Venga Alan, ni te vas a despedir? -Preguntó mi madre con los brazos abiertos para darme un abrazo.
Yo solo mire para otro lado y deje que me abrazara, mi padre me miraba con el ceño fruncido, seguramente el mal humor lo había sacado de el por qué por lo demás no nos parecíamos en casi nada. El era de pelo café y bastante alto, su piel también era algo morena, tenía el cuerpo ejercitado y siempre estaba con el ceño fruncido. Yo por el contrario salí a mi madre, no tenía una altura considerable y era un palo aunque intentará coger músculo, aunque agradecía ser algo más alto que mi madre y tener más fuerza de la que parecía, los dos teníamos el pelo zanahoria, la piel blanco leche y la cara con pecas, aunque a mí solo se me arremolinaban en la zona de la nariz, mi madre las tenía por toda la cara.
Después de que mi madre se quedara contenta con la despedida me subí al taxi y me puse en camino a mi nuevo instituto.Tarde poco tiempo en llegar, la verdad es que esperaba que quedará más lejos, ya que estaba a las afueras de la ciudad, pero solo fueron unos 30 minutos.
Todo a su alrededor era bosque y la verdad tenía pinta de ser un instituto de ricos, eso hacía que lo odiara más todavía. Pero estaba claro que a mis padres les sobraba el dinero así que tampoco me extrañaba.
El taxista nada más dejarme se fue, ya que mi padre le había pagado por adelantado y le
había dado propina de sobra.
De mala gana empecé a caminar traspasando el enorme portón, la verdad es que no tenía ni idea de a dónde tenía que ir, pero por suerte vi a unos chavales también con maleta y los pude seguir hasta un edificio algo alejado del edificio del instituto lo que me permitió poder ver algunas instalaciones, como un invernadero (nada pequeño) y una piscina cubierta y una pista de atletismo a lo lejos. Así quedaba confirmado que era un instituto para gente rica.
Empecé a subir las escaleras del edificio de internos y me fui fijando en los cartelitos, cada planta era para 2 cursos distintos, y empezaba en 1º y 2º de la ESO, así que yo tendría que subir hasta el 3º piso.
Cargar con las maletas hasta el 3º piso y solo habiendo escaleras fue un chollo, pero tampoco podía parecer débil nada más llegar, en el 2º piso me fijé en 2 chavales que se estaban metiendo con otro chico rubio y más bajito que ellos, seguramente de mi altura, y con facciones algo afeminadas. Yo ignore lo visto y seguí mi camino, aún me quedaba 1 piso y si el chaval estaba en esa situación sería por algo.
Agradecí con toda mi alma llegar de una vez al 3° piso, a demás de que en la puerta a de las habitaciones había un cartelito con el nombre de las personas que les tocaba dormir ahí.
Mientras buscaba mi habitación me encontré con un chico de gafas, tenía el pelo negro azabache e iba leyendo un libro, era mucho más alto que yo, hasta me atrevería a decir que era más alto que mi padre, tenía la mirada puesta en un libro que iba leyendo mientras iba en dirección contraria a mi, él debió de oír mis pasos y levantó la vista del libro para verme, usaba gafas y tenía unos ojos de color ámbar casi amarillo que se veían de lejos dado al negro de su pelo, su expresión era serena y la verdad es que era guapo, el tipo de chico por el que caía cualquier mujer, también sabía vestir bien, llevaba una camiseta de manga corta blanca y unos simples pantalones vaqueros con unas convers, aunque estaba claro que una vez llevará puesto el uniforme no se vería así, el uniforme no favorece a nadie.
Después de mirarme de arriba a bajo y de yo mirarlo de arriba a bajo a él me puse a ver otra vez para las puertas y él volvió a mirar a su libro.
Estaba claro que yo no me veía tan bien como el, solo llevaba unos vaqueros negros y una camiseta gris de Nirvana, a demás de que era mucho más bajo que el.
Después de seguir caminando durante un rato termine encontrándome con mi habitación, era una de las últimas.
-Esteban Ortiz -Comente en voz alta, ese era el nombre de mi compañero de habitación.
Entre dentro sin llamar y me encontré con la habitación vacía.
Como no había nadie escogí la cama más lejana de la ventana y cogí una de las 2 llaves, que estaban justo encima de un papel con las normas de los dormitorios.
Aunque eran las típicas, toque de queda a las 12, hora del desayuno a las 7:30, entrada en clase a las 8:45, y bla bla bla. Cosas que no me interesaban.
De repente escuche abrir la puerta de la habitación y me asuste, no esperaba que llegara tan pronto el compañero.
Nada más verlo entendí por qué llego tan pronto, era el chico rubio y de facciones afeminadas del 2º piso.
-Tu no eres del 2º piso? -Pregunté sin creerme que el renacuajo estuviera en bachillerato.
-Yo? Jajaja, aunque parezca mentira, no, no lo soy -Contestó dedicándome una gran sonrisa.
Metió en la habitación sus maletas y me agradeció que le dejara la cama cercana a la ventana. Yo seguía sin creerme que narices hacia ese renacuajo en bachillerato.
-Es tu primer año en este instituto? -Preguntó mientras desafiamos las maletas.
-Si, mis padres se mudaron y no me quedo otra.
-Jajajaja, bueno, no eres el único, aquí hay muchos que sus padres se andan a mudar todos los meses.
-Tu no eres nuevo, verdad? -Pregunté a la vez que recordaba a los 2 chicos que se metieron con él antes.
-Nop, llegue en 3º.
-Y por qué se metían contigo los 2 chavales del 2º piso?
El se quedó callado de la nada, así que lleve la mirada hacia el y deje de atender a la ropa.
-Bueno, yo pase de curso y ellos no, supongo que será eso ja ja -Contestó sin dejarme nada convencido.
-Deberías defenderte -Conteste volviendo a atender a la ropa.
-No soy muy fuerte, me darían una paliza si lo intentara, estoy mejor así.
Estuve a punto de llamarlo tonto en toda la cara, pero me contuve, pasaba de tener malos rollos el primer día, antes me daba igual ya que solo estría 1 mes o 2 y me daba igual como terminaran las cosas, pero ahora pasaría 2 años aquí así que no me podía permitir esa tranquilidad, tendría que intentar retener mi mal humor lo máximo posible.Holaaaaaa ☆*:.。. o(≧▽≦)o .。.:*☆
Todos sabíais que no tardaría demasiado en ponerme a escribir otro yaoi (^◇^)
Para suerte de todos este va a ser más largo, ya quiero hacer una historia con su salseo bien hecho xD
Muchas gracias por leer! Los que ya leyerais mi otra obra yaoi (la primera xD) ya sabréis que mis cap no suelen ser taaaaaan cortos, pero bueno, estábamos empezando, también intentare hacerlos más cortos por qué hay gente que me a comentado como me extiendo en los cap, pero claro, después viene el tema de que no entendáis algo que explique pero de forma breve, así que intentaré que mi cabeza no explote y teneros contentos a todos -^-^)
También este es una historia que estoy intentando hacer mejor que la otra, ya que quiero que dure más, pero pondré todo mi esfuerzo en conseguir traeros el caso cada semana, igual que lo hago en el resto de mis historias (>^ω^<)
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Aléjate ! (Yaoi)
Genç KurguHISTORIA ABANDONADA Alan Herrera es un chico solitario y malhumorado, después de que sus padres lo estuvieran trasladando de un sitio a otro desde que era pequeño decidió que ya era tonto tener amigos, o siquiera intentar llevarse bien con alguien. ...