Luego de 3 días, Kagome se encontraba saliendo de su casa con una mochila repleta de cosas. Se despidió de su familia y fue corriendo al templo para luego lanzarse al pozo y ser rodeada por una preciosa luz violeta. Inmediatamente apareció de nuevo en el pozo, tiró su mochila y luego saltó ella para salir. —Hmm.. —Se quedó sentada en el pasto por un momento pero se levanto para ir con sus amigos, cogió la mochila y comenzó a caminar pero se detuvo en seco—. Hum, aún no quiero ver a InuYasha.. Mejor voy a otro lugar —Pensó la muchacha desviándose. No llevaba flechas ni nada para defenderse pero por alguna razón no le importaba, si ella estaría en peligro, InuYasha la salvaría ¿Verdad?.
Siguió caminando, un pequeño escalofrío le recorrió el cuerpo. El clima estaba algo frío y entre más caminaba se volvía un poco más frío y soplaba con más intensidad. A lo lejos pudo ver la salida del bosque, sonrió y corrió. Se tapó la cara por la falta de costumbre a la claridad, pero para cuando ya no le afectaba tanto aparto su mano y parpadeó varias veces.
Ante sus ojos se podía presenciar un hermoso prado lleno de flores blancas, el viento ahora era mas fuerte y hacia que su largo cabello azabache volara en desorden despeinándola. Dio un largo suspiro y dejo su mochila en el suelo, se tiró al suelo de rodillas y comenzó a acariciar las flores y el pasto. Era suave y frío.
—Es cierto, aquí fue dónde murió Kagura.. —Pensó. Esta vez se acostó en el pasto. Miró a los lados fijándose de que no hubiera nadie y dobló sus rodillas, su falda se corrió y claramente se podía ver su ropa interior.Cerró los ojos. El lugar es tan tranquilo, tanto que la tranquilidad se apoderaba de su cuerpo. Ese lugar fue dónde Kagura logró obtener su libertad, pudo ser libre como el viento; por esa misma razón el viento soplaba más fuerte en ese lugar es como si el alma de la mujer de los vientos caminara por ahí moviendo rápidamente sus abanicos, es como si estuviera danzando.
—Eres una mujer muy exhibicionista.
La voz fría de aquél demonio la hizo levantarse de inmediato y acomodarse su falda. Su delicado rostro adopto un color rojo por la vergüenza haciendo que al demonio le diera un poco de gracia.
—¿Me estabas espiando?— Le preguntó Kagome con el ceño fruncido.
—No.
—Mentiroso.
Sesshomaru le dedicó una mirada tranquila. El silencio se adueño del lugar y los envolvió a ambos. Sus miradas eran las únicas que hablaban aunque para ellos era inaudible.
Kagome abrazó sus piernas.—¿Qué hacías por acá? —Ella rompió el silencio.
—Sólo pasaba —Se limitó a decir. Kagome no quedó satisfecha con esa respuesta así que lo miró un poco más, lo miro a los ojos tratando de adentrarse en ellos y perderse para buscar una respuesta digna—. Hmm, no me mires así, mujer.
—Deja de decirme mujer, me haces sentir vieja —Sesshomaru no dijo nada. Kagome aprovechó y lo miro de pies a cabeza—. Es muy apuesto.. —Pensó con un brillo en sus ojos.
—¿Sientes atracción por mi? —Esas palabras atravesaron a Kagome como una daga. Sus mejillas se tornaron rojas. Volteo su rostro y comenzó a jugar con sus manos. Esa pregunta no se la esperaba— Vaya mujer.. —Pensó el demonio con una pequeña sonrisa.
—N-no es lo que crees —Balbuceó ella—. Es sólo que.. No me tomado el tiempo de verte bien, es todo.
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Sesshomaru:
Por dentro estaba que me echaba una gran carcajada. Esta mujer no puede disimular muy bien lo que piensa acerca de mi. Kagome, esta mujer despide la misma inocencia que Rin, es como una niña pequeña.
Cuando sentí su presencia no sé si fue involuntariamente pero en cuestión de minutos ya me encontraba volando en su dirección. Cuando llegué y ella me preguntó que si la espiaba no le iba a responder, muchas veces mi orgullo ha estado en juego por culpa de ella y esto no puede seguir así. Además no iba a admitir que estaba viendo como esa ropa extraña dejaba ver una de las grandes debilidades para el hombre de cualquier especie, aunque esta era cubierta por otra extraña prenda.—Hum —Me acerque a ella y me agache para quedar a su altura, pues estaba sentada. Sus mejillas se pusieron rojas y sus ojos color chocolate brillaron con mas intensidad—. ¿Porqué estas nerviosa? —Entre cerré los ojos.
—No estoy nerviosa —Bajo la mirada. Esta mujer, es realmente bella.
Un momento, no. Patético, ella no, es una humana. No puedo tener estos pensamientos acerca de ella. Yo soy el Lord Sesshomaru y no puedo rebajarme tanto.
—Kagome —Las palabras salieron sin permiso de mi boca. ¿Qué pasa? Mi corazón está latiendo a un ritmo muy apresurado. Acerqué mi mano y agarre su mentón e hice que me mirara. ¿Por qué hago esto?, podía escuchar también los latidos de su corazón, iban a una rapidez extraordinaria, la misma rapidez de cuando estuvimos en la tumba de mi padre y estuve cerca de ella mientras sostenía a colmillo de acero.
—Sessho.. —Susurró.
Me fui acercando más a ella pude ver como se hacía más atrás hasta quedar acostada de nuevo en el pasto. Yo quede encima de ella mirándola fijamente, ahora si que su corazón se iba a salir. Agarro la manga de mi kimono y la estrujó, estaba muy nerviosa. ¿Es que a caso nunca había estado en una situación así? Me incline más y metí mi rostro en su cuello, huele muy bien, es un olor a rosas exquisito.
—Hum.. Sesshomaru.. —Dijo ella. ¿Porqué estoy comportándome así? Y con una humana, ¿Porqué ella no me detiene? ¿Será qué..? No, imposible. Pude sentir su cálida mano acariciando mi cabello. Esto es tremendamente inaceptable y patético. Puedo sentir su calidez, su ternura, su cariño, viajan a través de su tacto llegando a mi corazón. ¿Porqué yo no la detengo? ¿Porque no me detengo yo? ¿Porqué mi cuerpo no responde?
Me separe de su cuello y volví a mirarla fijamente a los ojos, tenían un brillo especial y sus mejillas seguían coloradas. Acaricie su mejilla y luego me acerqué, me acerque lentamente a su rostro. ¡Debo detenerme! ¿Porqué ella no me detiene? La voy a.. La voy a..
—¡¿KAGOME!? —Maldición. Que me detuviera cualquier cosa menos él. Ese maldito híbrido.
De un salto me separe de ella y me quede de pie mirando fijamente a InuYasha, apretaba los puños con mucha fuerza. Kagome se sentó y miro a InuYasha con pena.
—¿Te arrepientes? —Le pregunté en un susurro. Ella me miró y negó suavemente. Cada vez me sorprendo más de ella. InuYasha preparó sus garras.
—¡Maldito! ¿Que planeabas hacerle? —Gritó notablemente molesto. Las acciones de esta mujer conmigo me hacen pensar que a ella ya no le interesa.
—InuYasha, detente —Dijo ella levantándose. La mire detenidamente. InuYasha gruñó—. No es nada que te importe.
¿Qué ha dicho esta mujer? ¿Escuche bien? Su manera de dirigirse a InuYasha es indiferente.
—Hasta luego, Sesshomaru —Se despidió cogiendo su mochila. Asentí, InuYasha no hizo nada simplemente bajo su cabeza y de un salto desapareció de mi vista en una dirección distinta que al de la humana. Yo me quede en el mismo lugar.
¿Qué acaba de pasar?
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¿Qué me has hecho, mujer? || Sesshomaru y Kagome.
FanfictionDespués de aquel encuentro con Inuyasha en la tumba de su padre, y esa muchacha extraña que suele acompañarlo.. Sesshomaru comenzó a sentirse extraño y Kagome también. ➡️Los personajes pertenecen a Rumiko, la historia es mía. ➡️La imagen de la port...