¿Qué me has hecho, mujer? || Sesshomaru y Kagome.

Capítulo 32.

Inuyasha.

—¡Kikyo! —Grité. Podría jurar que había palidecido al verla en los brazos de Sesshomaru con un enorme hoyo en su pecho donde salía miasma. El olor de Naraku estaba por todo su cuerpo, su hombro estaba quebrado hasta una parte de su rostro. ¿Qué había pasado? ¿Porque Naraku..? ¿Porqué Kikyo? No podía seguir viéndola de esa manera, sus ojos estaban cerrados, mi pulso estaba acelerado y mis manos comenzaron a sudar—, ¿Qué pasó, Sesshomaru? —Le pregunté agarrando con cuidado su frágil y pálido cuerpo manchado por el miasma. Sesshomaru sólo metió su mano en la manga de su Haori y sacó algo que yo pensé que jamás volvería a ver. El miasma y la "sangre" si así se le podía llamar, de Kikyo caía en la nieve manchándola. Estaba horrible, sentí como si el mundo se me cayera.

—La sacerdotisa de barro estaba en el suelo con esas heridas, que aparentemente se las hizo Naraku. Tenía la perla en sus manos y estaba balbuceando cosas—. Me respondió mirándome fijamente.
Extendió su brazo esperando a que agarrara la perla, fruncí el ceño. No quería esa cosa, solo trajo problemas. Además, ya no la necesito—, Hay que darle la perla a Kagome. —Dijo sin más.

—¡Miroku! ¡Sango! —Los llamé desesperado. Era nuestra oportunidad, acabar con la perla y con Naraku. Kikyo no reaccionaba alterándome los nervios, ¿Qué sería de mí?, esto aparenta ser su fin.

Después de todo yo no quería que ella sufriera, quería que descansara en paz y fuera feliz con eso. Lastimosamente nunca he podido protegerla de la manera que debió ser, nunca he podido estar con ella y salvarla del peligro.

Sango y Miroku aparecieron y enmudecieron al ver a Kikyo en este estado. —Por favor, cuiden a Kikyo. Necesito dejar la perla con Kagome.

—¿La perla? —Preguntaron los dos al unísono. Agarre la perla en la aún extendida mano de mi hermano y se las enseñe, por un momento pensé que se desmayarían—, ¿Cómo es posible? —Volvieron a Preguntar a la vez.

—Eso no importa. —Reproché—, Miroku cuida a Kikyo. —El se acercó y puso sus brazos en posición para recibir a Kikyo. La coloque con cuidado y le indique a Miroku que la cuidaran—, Vamos Sesshomaru. —Le dije y comencé a saltar para llegar más rápido al pozo. Mi cabeza no sacaba esa imagen de Kikyo, estaba muy preocupado y no sabia que hacer con ella, tan solo sé que debo darle la perla a Kagome. Solo pongo todas mis esperanzas en Miroku, Sango y Kaede.. Espero que puedan hacer algo.

¿Qué habrá pasado? ¿Cómo Kikyo obtuvo la perla? ¿No que se había ido? Estaba un poco molesto con ella pero, aun así no puedo dejar de amarla y ahora me siento terrible. Tengo que salvarla.

—Apúrate, Híbrido. —Dijo Sesshomaru volando a mi lado.

Pude ver el pozo, agarre la perla con fuerza y acelere el paso. Tan solo un poco más, si Kagome desaparece la perla todo volverá a ser como antes y destruiremos a Naraku más fácil. Todo dependía ahora de Kagome. Solo debo saltar en el pozo e ir a su época para entregarle la perla.

El destino de todos ahora depende de ella. Depende del deseo que ella pedirá.

Mi futuro, su futuro, el futuro de todos. —Que esperas, salta. —Dijo Sesshomaru agarrándome del pelo y tirándome en el pozo. Todo pasó tan rápido que ni sentí el impacto de mi cara en el suelo del pozo. Me levanté y sacudí mi ropa. Fruncí el ceño al sentir aún la presencia de Sesshomaru.

—¿Sesshomaru? —Grite. El se asomó cruzado de brazos—, ¿Sigo en la época antigua? —Dije para mí mismo pero Sesshomaru asintió. Me tense—, Esto no puede ser. —Miré la perla—, Yo debo pasar.. Pero, no me permite hacerlo.. —Sesshomaru seguía asomado con el ceño fruncido.