Cruzadas de brazos y con el ceño fruncido, la azabache y la castaña se encontraban mirando con enojo al Lobo, el monje y el híbrido. El cabello de ambas aún goteaba ya que ni siquiera pudieron darse el tiempo de quedarse un rato más para secarse el pelo. InuYasha miraba a otro lado sonrojado, Miroku sonreía nervioso y Koga solo jugaba con sus pies avergonzado. Sesshomaru como todo macho que se respeta.. Huyó del lugar hasta esperar a que su mujer se tranquilizara. No quería tener problemas con Kagome porque.. Bueno.. El también la vio desnuda pero prefirió no decir nada. —Pervertidos. —Dijeron las dos. Shippo junto con Kaede, Rin y Jaken veían la escena divertidos, Kagome estaba dando señales de que soltaría "abajos" sin descanso en cualquier momento y Sango iría por su Hiraikotsu para darle en la cabeza a Miroku mientras le gritaba "Monje libidinoso".
—Tranquilízate, Kagome. —Le dijo InuYasha tratando de acercarse pero el Aura maligna que tenía la sacerdotisa detrás lo hizo detenerse de inmediato. El aire alborto la tensión que había en el lugar. Sabían que era algo que constantemente pasaba pero, aun así les molestaba mucho que se atrevieran a verlas desnudas(sin siquiera preguntar qué había pasado) además de que también a Kagome le molesta que InuYasha se ponga a pelear por nada y use los poderes de su espada sin cuidado.
—Como sea. —Dijo Kagome agarrando un poco de su cabello y escurrirlo. Caminó sin decir nada más y entro a la cabaña de la anciana Kaede seguida de Sango. Los tres hombres dieron un suspiro de alivio y se sentaron en el suelo. Shippo se acercó a ellos riendo pero InuYasha lo golpeó, Koga se limpió el sudor con el brazo y luego se fue a sentar en una banca que estaba en frente de la cabaña, Miroku lo siguió. Enseguida apareció Sesshomaru con una mueca de burla en la cara al ver a los tres desde aquel árbol.
—¡Señor Sesshomaru! —Gritó Rin con una sonrisa.
—Cállate, mocosa. —Reprochó Jaken agitando su báculo y como siempre, fue ignorado por Rin.
—Pero si es el perro mayor, vaya sorpresa. —Fingió Koga alzando sus cejas. Sesshomaru rodó los ojos.
—¿Qué quieres, Sesshomaru? —Pregunto InuYasha mirándolo fijamente.
—¡Señor Sesshomaru cuanto tiempo!
—¡¿Kohaku?! —Preguntaron todos al unísono al ver al niño azabache con el traje de exterminador, su arma y una sonrisa. Todos estaban completamente sorprendidos por la presencia del pequeño hermano de Sango que se encontraba como si nada hubiera pasado.
—¿Donde estabas, mocoso? —Pregunto InuYasha acercándose a él con una sonrisa.
—No tienes ni idea de cuánto a sufrido Sango, ya te estábamos dando por muerto. —Le dijo Miroku. Kohaku se rasco la cabeza algo nervioso.
—Lo lamento.. Anduve haciendo unas cosas. —Se excusó.
—¿Cómo es que sigues vivo? —Preguntó la anciana Kaede.
—Lo que pasa es que sigo sostenido por el fragmento.
—Pero la perla ya está completa, la tenemos aquí en la cabaña de la anciana. —Le dijo InuYasha.
—¿Se han tomado el tiempo de revisarla bien? —Se burlo el niño caminando hacia la cabaña.
Ninguno entendía, una vez estuvo con ellos que lograron rescatarlo e incluso se fue con Rin a no sabían que cosa. Luego de eso ella regresó diciendo que Kohaku había desaparecido. Lo estuvieron buscando durante toda una noche y luego al otro día lo dieron por muerto, tuvieron que decirle a Sango que seguramente Naraku otra vez lo tenía a su control para que no se preocupara demasiado y estuviera tranquila con saber que su hermano aún estaba vivo.
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¿Qué me has hecho, mujer? || Sesshomaru y Kagome.
Hayran KurguDespués de aquel encuentro con Inuyasha en la tumba de su padre, y esa muchacha extraña que suele acompañarlo.. Sesshomaru comenzó a sentirse extraño y Kagome también. ➡️Los personajes pertenecen a Rumiko, la historia es mía. ➡️La imagen de la port...