Soltó un suspiro mientras veía a su medio hermano con aburrimiento. Sesshomaru e Inuyasha esperaban fuera de la cabaña para qur dejaran de verlar el cuerpo de la sacerdotisa. —¡Agh! —Se quejó el híbrido levantándose ya decidido a sacar a todas las personas pero su hermano se posicionó al frente.—Ni siquiera lo pienses.
Inuyasha frunció el ceño. Aún faltaba para que el sol se asomara, ninguno sabía de lo que ocurría con Kagome y Midoriko y estaban a tan solo unas horas de quemar su cuerpo. El peli plata menor no soportaba lo que la realidad le estaba mostrando, le dolía el alma, el corazón con sólo pensar en lo que había pasado.
Había perdido a Kagome y no pudo hacer nada.
—Esto es un asco —murmuró.
—Si no te gusta puedes irte, nadie te detiene —Dijo Sesshomaru.
—¡¿ES QUE NO TE DUELE?! —Gritó ya dolido. Sesshomaru lo miró neutro, no es que no le dolía. Por supuesto que sí, sólo que él no podía mostrarse débil como Inuyasha lo hacía en ese instante—. Me la quitaste para nada, infeliz.
—Ella decidió quedarse conmigo, que tu fueras el idiota infeliz no es mi culpa.
Inuyasha comenzó a susurrar insultos hacia su hermano. No quería pelear por respeto a Kagome y más porque los aldeanos estaban ahí y ya habían pasado muchas cosas como para hacer más enredo.
Sango y Miroku, salieron con Shippo y Rin de la cabaña, tanto ellos como los niños llevaban quimonos de colores oscuros y moqueaban.
Sango aún dejaba que ciertas lágrimas cayeran por sus mejillas, sentía que algo la faltaba, tenía a Kohaku de nuevo pero perder a Kagome era como perder a alguien que era parte de su familia.
—Señor Sesshomaru.. —Sesshomaru miró a Rin. Se impresionó de inmediato al ver su mirada tan apagada y escuchar su voz tan suave, más de lo normal—. ¿No puede resucitar a la señorita Kagome con Colmillo Sagrado?
Sesshomaru negó. Lo había intentado pero no aparecieron los mensajeros del otro mundo. No sabía que significaba, le preguntó a Inuyasha si ella ya había muerto pero le dijo que no.
—¿Porqué? —Preguntó Rin con los ojos cristalinos de nuevo—. ¿Porque? ¿Entonces no volverá? —Sesshomaru se agachó a su altura y dejo que lo abrazara mientras sollozaba. Shippo miraba como Rin abrazaba a Sesshomaru y comenzó a llorar.
—Perdón, Rin —Susurró el demonio mientras acariciaba su largo cabello color cafe.
Todo estaba realmente tenso y hasta algo incómodo. Nadie hablaba casi, era todo bastante extraño.
Inuyasha se levantó de golpe al sentir una extraña presencia y olfatear a alguien diferente. Sesshomaru se apartó de Rin al sentir lo mismo y se levantó sacando a Bakusaiga.
Dos niñas con quimono blanco, ojos negros y cabello corto aparecieron de la nada, su expresión era neutra.
—¿Quiénes son? —Preguntó Miroku. Una de las niñas lo miró.
—Yo soy Kei —Dijo una de ellas.
—Y yo soy Mei —Dijo la otra.
—Venimos por Kagome —Dijeron las dos.
—Sobre mi cadáver —Gruñó Sesshomaru.
—Entonces así será.
Ambas niñas comenzaron a jugar con las manos. Los presentes se encontraban extrañados mirando como las niñas chocaban sus pequeñas y casi transparentes manos.
—¿Qué hacen?
—No lo sé pero parece una trampa —Comentó Sango haciéndose hacia atrás con Shippo en brazos.
Una tercera presencia, más aguda alertó a Sesshomaru. Se quedó quieto y como si fuera en cámara lenta se volteó mirando a una mujer, igual físicamente que las niñas pero adulta con Kagome en brazos.
—La señora Midoriko nos ha mandado por el cuerpo de la guardiana de la ya inexistente perla de Shikon.
—Su corazón volverá a latir en la mañana —Dijo la mujer que la llevaba en brazos.
—Pero con ustedes cerca será imposible.
Inuyasha las miró con una ceja levantada.
—¿Están insinuando que no está a salvo con nosotros?
—¿Se te ocurre algo más? —Preguntaron dejándolo callado.
Miroku se quedó pensando en lo que habían dicho. Entonces fue cuando se dio cuenta de lo que hablaban.
—Su corazón volverá a latir en la mañana.. —Murmuró—. ¡La señorita Kagome está viva! Pero, ¿Cómo es posible? Perdió grandes cantidades de sangre, ella no tenía pulso ya..
—La sangre del demonio —Interrumpieron—. Si el no hubiera hecho esa marca, realmente hubiera muerto. Ella aún vive, su sangre humana a desaparecido por completo y ahora será una inmortal.
Todos las miraron con incredulidad. No les transmitía confianza ese par de niñas y esa extraña mujer.
Sesshomaru se dio cuenta de que pertenecían al mundo espiritual y con disimulo guardó a Bakusaiga y saco a Colmillo Sagrado.
No dejaré que se la lleven.
—¿Cómo piensas impedirlo, demonio? —Preguntó la mujer que con sólo levantar el dedo índice dejo a Kagome flotando a su lado—. Tu espada no puede vencerme.
—¡Déjala! Es totalmente imposible que ella esté viva —Gritó mirándola fijamente.
En el momento en que Sesshomaru y ese extraño espíritu comenzaron a discutir, Sango se fue ya que se le había hecho extraño que la anciana Kaede y los aldeanos no se hicieran presentes.
Entró con cuidado corriendo la cortina. Sus ojos se abrieron de par en par al ver que todos estaban congelados, su hermano, la anciana, Kirara, todos.
—¡Qué ironía! Quieren tenerla devuelta pero no creen que sea posible. Idio--—¡Que hiciste con la gente que estaba en la cabaña! —Sango apareció con su bumerán lista para lanzarlo.
—Los congele para que no intervinieran. —Miró fijamente a Sango con aquellos ojos oscuros como la noche—. Y a ustedes también les haré lo mismo —Junto sus manos formando una bola de energía—. Estorbos..
Ninguno pudo reaccionar a tiempo y en un segundo, de esa bola de energía aparecieron varios rayos que los congeló a todos por completo.
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¿Qué me has hecho, mujer? || Sesshomaru y Kagome.
Fiksi PenggemarDespués de aquel encuentro con Inuyasha en la tumba de su padre, y esa muchacha extraña que suele acompañarlo.. Sesshomaru comenzó a sentirse extraño y Kagome también. ➡️Los personajes pertenecen a Rumiko, la historia es mía. ➡️La imagen de la port...