¿Qué me has hecho, mujer? || Sesshomaru y Kagome.

Capítulo 26.

Kagome.

—¡¿Qué?! —Gritó InuYasha más que furioso. Asentí mientras guardaba unas cosas en mi mochila.
Estos días decidí que mejor estaría un tiempo con Sesshomaru, iría a su palacio a pasar tiempo con él y también con Rin, que estaba muy emocionada por ello. Le comenté a los chicos sobre esto y se lo tomaron bien, excepto InuYasha. Me estaba gritando por qué decidí pasar tiempo con su hermano, aunque me pareció extraño. Estuvo muy indiferente conmigo y además siempre se iba con Kikyo aprovechando que yo no estaba y ahora me está pidiendo que le explique y me está prohibiendo ir con Sesshomaru. No tenía ganas de discutir por eso no quería que él supiera pero no me quedo de otra.
Di un último suspiro y guarde lo que faltaba, no llevaría mi mochila porque Sesshomaru Me dijo que no sería necesario, así que solo guardaría las cosas. Cogi el regalo que le tenía a Sesshomaru que por cierto descubrí que se puede poner una foto en el, es un collar con un pentagrama realmente bello y dentro puse la foto que nos habíamos tomado, tal vez él lo valore más. Luego salí de la cabaña. —¡Kagome! —Gritó InuYasha siguiéndome—. ¡Es peligroso, no vayas con el! —Lo ignore y seguí caminando.

Desde que volví del encuentro con Sesshomaru y de que él me regalara la pulsera, InuYasha ha estado actuando raro. Realmente no sé a qué se debe su extraño comportamiento pero no me importa. —Abajo. —Dije y se estampó en el suelo. Entre los árboles pude ver a Sesshomaru así que corrí pero inmediatamente InuYasha apareció en frente mío con el ceño fruncido. Pude ver la rabia y los celos en sus ojos. Sesshomaru se vio obligado a acercarse. —¿Qué es lo que quieres? —Pregunte de mala gana.

—No debes ir, entiende. —Reprochó.

—¿Porque? Mira, no me interesa. Pero ahora tú estás con Kikyo ya no me molestes. —Pase a su lado empujándolo con mi hombro. Sesshomaru venía a mí con un semblante relajado. Sonreí y corrí para luego abrazarlo. El acarició mi cabello.

—Pronto será luna nueva, es peligroso que vayas con ese imbécil. —Gritó de nuevo. Me separe de Sesshomaru y rete a InuYasha con la mirada. El comenzó a acercarse, pude sentir como Sesshomaru se tensaba. ¿Había algún problema acerca la luna nueva? No lo sabía, pero supongo que si—. Sesshomaru no controlará sus instintos y te hará daño. ¡Escúchame! —Sesshomaru apretó los puños con fuerza.

—InuYasha, vete. —Le dije. El negó y agarro a colmillo de acero pero no la desenvainó—. Sesshomaru, Vámonos. —Le dije, aunque realmente fue una orden. Él me miró y puso su brazo detrás de mis piernas y con el otro sostuvo mi espalda y comenzó a levitar. InuYasha corrió detrás de nosotros, hice un campo de energía(que por cierto aprendí de la anciana Kaede) InuYasha lanzó el viento cortante pero mi campo le devolvió el ataque. —Ese idiota. —Susurre. Cerré los ojos por el toque del viento en mi rostro se sentía tan bien. Volví a abrir los ojos y observe todo con atención. Todo se veía precioso desde arriba.

(..)

—¡Señorita Kagome! —Gritó Rin corriendo. En frente mío pude presenciar un hermoso castillo japonés color blanco y un gran corredor donde había un trono. El jardín era igual de hermoso y habían guardias por todo lado con alabardas que tenían la hoja en forma de luna menguante. Todos tenían una expresión seria en el rostro y no se movían para nada. Abrace a Rin y luego avancé admirando todo.

—Esto es precioso. —Opiné con una sonrisa. Habían cerezos en cada esquina del jardín. Esos árboles siempre me han encantado, son preciosos. Seguí caminando mirando todo, sin perderme de nada.

—Iré adentro. Si me necesitas estaré en mi oficina, las sirvientas te ayudarán. —Dijo Sesshomaru subiendo las escaleras. Asentí y luego el desapareció de mi vista.