¿Qué me has hecho, mujer? || Sesshomaru y Kagome.

Capítulo 16.

Dedicado a ImSweetPoison

Kagome.

—¡Mamá me voy! —Grite. Ella me respondió con un "cuídate". Me fui corriendo al pozo y me lancé, de inmediato aparecí en la época antigua. Salí como pude del pozo y comencé a caminar hacia a la aldea. El festival comenzaría al atardecer y yo había salido un poco tarde de mi casa, me había quedado dormida por estudiar para el último examen del semestre. InuYasha comenzará a reprocharme, ¡ay Dios!, ¿qué hice yo para merecer esto?. Suspiré y seguí caminando. A lo lejos pude ver la aldea, que alivio, gracias a Dios el pozo no está tan lejos.

—¡Kagome! —Me volteé y vi a Shippo. Estaba transformado en esa cosa rosada. Sonreí y lo salude—. Es mejor que te apures, Sango terminara de alistarse pronto —Dijo. Yo asentí y me eche a correr.

Me pregunto si InuYasha realmente estará presente.

Llegue a la cabaña de la anciana Kaede entre jadeos y respiraciones agitadas. Sango me recibió y agarro mi mochila para sacar la yukata y extenderla. Me dijo que me limpiara el sudor y que luego me amarrara el cabello en un moño, asentí e hice lo que me dijo. En un pequeño mueble había un espejo así que me mire.
A veces siento que no soy muy atractiva. Bueno, nunca tuve un buen autoestima e InuYasha me recordó desde el primer día que Kikyo es más atractiva y aún lo siguió haciendo. Di un suspiro y me quite el uniforme, los zapatos y las medias. Quede en ropa interior, no me daba pena que Sango me viera, somos mujeres. Pase el trapo húmedo por mi cuerpo y para cuando termine fui con Sango para que me ayudara con la Yukata.

Una vez con la Yukata puesta fui al pequeño mueble y comencé a peinarme, un moño sencillo con dos mechones de cabello sueltos. Me puse un poco de maquillaje, labial rojo y traje unos cuantos cosméticos de mi época. Me puse rímel y luego perfume. Me levante y busque las sandalias. Cuando ya estaba completamente lista fui con Sango, me esperaba afuera junto con Miroku y Shippo.

—Te ves hermosa, Kagome —Dijo Sango con una sonrisa.

—Así se ve mucho más encantadora, señorita Kagome —Miroku se acercó a mí pero Sango lo detuvo de inmediato.

—Tan linda como siempre, Kagome —Opino por último Shippo o al menos eso creía.

—Gracias chicos —Me sonroje un poco.

—Sabía que te quedaría bien —InuYasha.. Apareció de la nada con una sonrisa, comiendo ¿Dangos? ¿Eso eran Dangos?

—Hola, InuYasha —Sonreí. El llego y me agarro de la mano haciéndome girar mientras me miraba con atención.

—Te ves muy bien —Sonrió y luego me soltó.

—Gracias. Y ¿Qué esperamos? Vámonos —Junte mis manos con una sonrisa.

—Tendremos que esperar. Rin vendrá así que hay que esperarla —Dijo Sango.

¿Qué Rin vendría? Eso significa que Sesshomaru iba a llegar, o al menos estaría cerca. Inmediatamente me puse nerviosa. Hace dos días me encontraba dudando de mis sentimientos, pero gracias a Eri, Ayumi y Yuka , me di cuenta de que estoy enamorada de Sesshomaru. Esa simple atracción pasó a más y sinceramente temía que eso sucediera. Sesshomaru es un gran reto así que lo mejor sería quererlo en silencio. Me senté en una banca que de casualidad había ahí con Shippo y esperamos.

Sesshomaru.

—¿Qué tal me veo?— Preguntó Rin con un brillo en sus ojos mientras daba vueltas con la yukata que le había dado. Podía ver toda su inocencia en ese rostro de alegría. Se parece mucho a Kagome. Le revolví el cabello y agarre su pequeña mano para luego salir de mi castillo. Jaken estaba encima de Ah-Un esperándonos. Apenas me vio bajo del bicéfalo y me dio espacio. Subí a Rin y luego ayude a Jaken, yo iría volando por mi cuenta.