Capítulo 12.

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El grupo de InuYasha había estado caminando aleatoriamente por toda la región. Naraku no se había presentado en ninguna ocasión, a excepción de una de sus extensiones. Byakuya se había aparecido solo para molestar a nuestro querido grupo, como siempre InuYasha peleó pero no gano ya que el demonio de los sueños desapareció.
La relación de Kagome e InuYasha ahora es más distante, no se dirigen la palabra a menos que sea para decir si hay algún fragmento cerca o si alguno se encuentra en problemas. Kagome no quiso darle explicaciones a InuYasha sobre lo que ocurrió con su hermano y hasta el momento solo Sango y el saben lo que pasó.

Los encuentros de InuYasha y Kikyo han estado disminuyendo, por alguna razón ella ya no se presenta tan constante como antes, al igual que Sesshomaru, él no ha vuelto ha aparecer ante InuYasha o Kagome aunque a esta última la pasa espiando cada vez que puede.

—Uhm —InuYasha se detuvo. Miroku se acercó a él—. Huele a Naraku —Dijo olfateando el lugar. Kagome asintió, porque ella ya había sentido los fragmentos. Siguieron caminando. Para InuYasha el olor se hacía más agudo cada vez y para Kagome los fragmentos se acercaban cada vez más.

Esta vez todos corrieron hasta llegar a un lugar que estaba con el olor de Naraku. Había mucha neblina así que no podían distinguir bien que era lo que estaba sucediendo en ese lugar. Sango agarró su Hiraikotsu y Kagome apretó se arco y sacó una flecha, mientras InuYasha sacaba a colmillo de acero y Miroku preparaba su agujero negro.
Un remolino se acercaba a gran velocidad hacia ellos. —Ese lobo —Pronunció InuYasha con molestia. El remolino desapareció dándole lugar a Koga, este corrió de inmediato hacia Kagome.

—Kagome, preciosa —Dijo agarrándole la mano—. Perdona por no poder llegar a verte desde antes, he estado buscando a Naraku —Dijo— ¿Ese perro te ha cuidado bien? —Kagome negó. Koga gruñó y le pego a InuYasha en la cabeza.

—No importa, Joven Koga —Sonrió—. No necesito que él me cuide.

Todos se quedaron en un silencio incómodo, la frialdad con que Kagome decía las cosas los dejaba boquiabiertos, ella nunca había hablado de esa manera mientras se tratara de InuYasha. La neblina comenzó a dispersarse, ahora se podía ver un lugar horrible, no había vegetación ni nada, estaba completamente baldío. A pesar de que el lugar olía a Naraku el no estaba presente, los fragmentos habían desaparecido, ahora solo estaban los de Koga.

Luego de unos minutos de silencio apareció Byakuya de nuevo. A su lado estaba Kanna. Kanna estrujo un poco más a su espejo y de esto salió un humo blanco. Nadie sabía de qué se trataba. Los planes de Naraku siempre eran un misterio para nuestro querido grupo. Shippo y Kirara corrieron lejos del lugar mientras que los otros solo retrocedían. Kagome corrió pero una barrera de energía le impidió salir.

—Maldita sea —Dijo Kagome. InuYasha preparó a colmillo enrojecido para luego de un movimiento mandar el viento cortante pero no pasó nada. Luego de eso, el humo blanco los alcanzo y los encerró a todos en una ilusión.

(..)

Ilusión de InuYasha.

El híbrido caminaba sin sentido, envainó a colmillo de acero y siguió caminando, no había nada en ese lugar, estaba solo. Frunció el ceño. Ahora no era momento para estar jugando, lo único que quería era matar a Naraku y acabar con todo.
A lo lejos pudo ver a alguien así que corrió. Llegó al árbol sagrado y ahí se encontraba Kagome dándole la espalda mientras veía con atención el árbol. InuYasha camino despacio y quedo a una distanció aceptable. —Kagome..  —Susurró. La nombrada se dio la vuelta. Esta vez no era Kagome, era Kikyo. Miraba fríamente a InuYasha.

El plan de Naraku era jugar con las mentes de sus enemigos y desgarrar su alma con algo que realmente le duela. En este caso, InuYasha estaba lastimado por Kagome y Kikyo y era vulnerable ante la ilusión.
—¿Me llamaste Kagome? —InuYasha se quedó en silencio. La ilusión de Kikyo suspiró y agarro a InuYasha de la mano—. Ven, te enseñaré lo que Kagome realmente siente —InuYasha la siguió inseguro. Fueron caminando y caminando, hasta llegar al lugar del pozo, lo pasaron y siguieron caminando. InuYasha estaba muy confundido. El no sabía lo que Naraku realmente quiere y él le está dando el placer de ganar ante su corazón.
—Mira —Le dijo Kikyo señalando un lugar en medio del bosque, InuYasha miró con atención. Ahí apareció Sesshomaru, estaba sin armadura ni sus espadas, solo con su kimono y la estola. Estaba sentado debajo de un árbol.

—¿Qué quieres enseñarme con esto?  —Pregunto irritado. Kikyo no respondió.

Una mujer desconocida de cabello oscuro pero más largo apareció en frente de Sesshomaru, tenía un traje blanco con rojo, InuYasha entre cerró los ojos, no podía ver el rostro de la mujer. Sesshomaru se levantó y se acercó a esa mujer, parecían estar hablando pero él no podía escuchar lo que decían hasta que ella decidió abrazarlo. InuYasha decidió salir de donde estaba y acercarse más.

No pudo reaccionar al ver de quién se trataba.

Ilusión de Kagome.

—¡Sango! ¡Monje Miroku! ¡Shippo! ¡Kirara! ¡InuYasha! —Gritaba la sacerdotisa mientras daba vueltas por el lugar desconocido. Kagome tenía miedo, estaba asustada a ella no le gusta la soledad, siempre ha tenido miedo a eso desde que es una niña. El tan solo pensar de estar sola en un mundo desconocido la volvía vulnerable, su corazón cada vez se volvía débil, ella también estaba cayendo en la trampa de Naraku.

Comenzó a correr por todo lado, no había nadie, las lágrimas estaban luchando por salir de sus ojos pero ella quería ser fuerte, sabía que en cualquier momento podría salir de ese horrible lugar. De esa horrible ilusión. —Chicos.. —Susurró para luego dejarse caer de rodillas en el frío suelo. Luego todo se volvió negro y solo una luz la iluminaba.

—Kagome —Una voz la llamaba, era la voz de Naraku. Ella se espantó y miro a su alrededor no había nadie—. Me encanta ver tu corazón lleno de miedo y tristeza al sentirte sola en la oscuridad —Le dijo con burla. Kagome comenzó a llorar más, no entendía porque a ella le tenía que pasar ese tipo de cosas.

—¡Sácame de aquí! —Gritó. Naraku comenzó a reírse.

—Kagome, sabes, hay algo que se me hace interesante –Le dijo—. Pude examinar tu corazón. Al parecer tus sentimientos por InuYasha han ido desvaneciéndose.

—Eso no debería importarte.

—Voy a mostrarte algo que harás por culpa de tus estúpidos sentimientos —Otra luz apareció al lado de Kagome, pero no había nadie—. Umm.. ¿Quién crees que podría aparecer ahí? —Kagome se levantó y no dijo nada—. Kagome, ¿Sientes atracción por el hermano de InuYasha?, no, ¿Sientes amor por el hermano de InuYasha? —En frente de ella apareció Sesshomaru, la miraba fijamente sin decir nada sin moverse.

—Yo.. No lo sé.. Ya me di el tiempo de estar sufriendo por InuYasha. Sesshomaru es aún imposible. No puedo sentir algo por él, no siento amor por él.

—Engañas gravemente a tu corazón —Acusó el híbrido. La imagen de Sesshomaru desapareció dándole lugar a una imagen horrible de él. —Tu asesinaras a Sesshomaru —Le dijo Naraku con burla. Kagome retrocedió aterrada por la imagen que tenía, comenzó a llorar más. El demonio estaba recostado con tres flechas en el pecho, estaba sangrando y estaba con heridas muy graves.

—¿¡Porque me enseñas esto!? —Pregunto desesperada—. ¡Sesshomaru y yo no tenemos nada que ver! ¡El no es nada de mi! ¡Ya déjame salir!

—¿Porque sientes remordimiento? —Preguntó Naraku—. Puedo sentir el dolor que llevas dentro al ver esa imagen.

—Yo no haré tal cosa.. No tengo razones para asesinar a Sesshomaru..

—Mírate las manos, Kagome. La sangre de ese demonio está en tu ropa y en tus manos. — Kagome bajo la mirada. Su ropa ahora no era la de colegiala y tenía sangre por todo lado.

—¡Deja de decir tonterías! Si yo amara o no a Sesshomaru no tendría razones par asesinarlo, además de que eso no pasara nunca, apenas acabemos contigo me iré de aquí para siempre —Sentenció—. Nunca me involucraré con él. Es una manera muy estúpida y cobarde de tu parte jugar así con mi mente y mi corazón. Eres un cobarde.

Por más que lo niegue, lo sé, terminaré enamorándome de él, por ahora debo fingir que todo sigue igual, si me relajo por un momento todo habrá acabado.

¿Qué me has hecho, mujer? || Sesshomaru y Kagome.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora