Capítulo 18.

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Kagome negaba rápidamente. Su rostro tenía una expresión de terror, sentía como la presión se le bajaba. No podía ser cierto, ella sabía que Sesshomaru nunca moriría tan fácil pero ahora mismo estaba siendo atravesado. Kagome apretó su arco, no sólo ella estaba impresionada por lo que acaba de pasar. InuYasha no se lo creía, Sango, Miroku y Shippo estaban boquiabiertos. Rin y Jaken no paraban de llorar.
Magatsuhi sacó el tentáculo del cuerpo de Sesshomaru y lo soltó por completo haciendo que el cayera al suelo. El demonio estaba inconsciente, no se movía y Kagome estaba aguantando las lágrimas, quería ir con el, quería estar con el y curar sus heridas.

Kagome comenzó a avanzar, poco a poco su paso se volvió rápido. Estaba corriendo, quería ir con el. Lanzó su arco y flechas solo para ir con el demonio, no tomo en cuenta que ella también podría salir lastimada. InuYasha la vio e inmediatamente fue tras ella. Gracias a que él es mucho más rápido pudo detenerla de inmediato agarrándola de la cintura. —¡No, déjame ir!— Gritaba ya al borde de comenzar a llorar.

—¡Miroku! —Gritó InuYasha. El monje entendió y echó a correr para coger a Kagome.

Ella no dejaba de moverse, se movía y se movía. No tuvo otra opción, si no iba rápido no estaría tranquila. Golpeó a InuYasha en el estomago con su codo y se zafó de su agarre para luego salir corriendo—. ¡señorita Kagome por favor deténgase! —ella ignoro las palabras del monje y siguió corriendo. Estaba desesperada. Si perdía a Sesshomaru tan pronto, ¿Qué sería de ella?

—¡Sesshomaru! —Gritaba con la esperanza de que el reaccionara y se levantara pronto pero no sucedía nada. InuYasha no entendía aunque para Sango y Miroku ya era bastante claro lo que sucedía. Kagome tenía miedo de perder a Sesshomaru.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca se arrodilló y corrió un poco de cabello del rostro de Sesshomaru. Tenía los ojos abiertos y estaban completamente rojos y una aura maligna comenzaba a rodearlo, InuYasha se alarmó y corrió.

—¡Kagome aléjate! —Gritaba el híbrido. Kagome siempre fue muy terca y caprichosa, por eso ignoraba siempre cualquier cosa que le dijeran—. ¡Te hará daño!

—¡Ohhh, el amo Sesshomaru sigue con vida!— Gritaba Jaken emocionado.

—Kagome.. Aléjate..—Decía Sango. Sabía que eso se iba a poner feo así que se subió en Kirara. Todos estaban muy preocupados y Kagome no colaboraba mucho en ese aspecto.

Byakuya y Magatsuhi miraban la escena divertidos. Lo que sucedería a continuación sería algo que para ellos es lo más divertido del mundo mientras que para los otros sería un poco preocupante. Sus corazones se llenaría de temor y dolor.
Esta vez no era si quería o no, Kagome debía apartarse si valoraba su vida. InuYasha estaba consciente de eso y por eso debía apartarla de Sesshomaru cuanto antes. Ahora el demonio se encuentra en un estado en el que no puede controlar su fuerza y su ira y mataría lo primero que tuviera en frente, en este caso, Kagome.
Ella seguía al lado de Sesshomaru sin importarle como se encontraba el, o bueno.. Eso no duró mucho. El rostro de Sesshomaru estaba comenzando a deformarse, Kagome retrocedió un poco pero eso no impidió que el demonio la atacara. Rasgo el brazo de Kagome y esta pego un grito que hizo que todos reaccionaran. Sango ordenó a Kirara que fuera con Kagome y la alejara de el demonio y así lo hizo.

El brazo de la sacerdotisa no paraba de sangrar, toda su ropa se estaba manchando de ese líquido rojo. —¡Kagome, resiste! —Le gritó Sango. Kirara descendió y dejó a Kagome en el suelo con delicadeza.

—Maldición..—Decía InuYasha—. ¡Sesshomaru detente!— Ya era demasiado tarde. Estaba transformado. Le arrancó la cabeza a Magatsuhi mientras que de el cuerpo de este comenzaban a salir extensiones rodeando a la bestia hasta dejarla atrapada, inmóvil. Nadie sabía que hacer ahora, ni siquiera InuYasha. Kagome sangraba y su medio hermano estaba perdiendo contra un espíritu. Rin y Jaken se acercaron a Sango y Kagome, ella estaba sangrando mucho y eso preocupaba a sus amigos, podría morir desangrada. Shippo y Miroku se mantuvieron cerca de InuYasha.

—¡InuYasha! ¡Kagome está sangrando mucho! —Gritó Sango.

InuYasha.

Maldición, maldición, a este paso Kagome podrá morir. —¡Llévenla a la aldea yo iré luego con Sesshomaru! —Sango asintió y se fue con Kagome. Esto no podría seguir así, vamos a perder y ese maldito de Sesshomaru ni transformado en perro sirve. No me quedaba de otra tendría que hacer algo, ese idiota moriría también.
Desenvainé a Colmillo de acero, funcione o no, tenía que hacer algo. Sesshomaru ya estaba completamente envuelto en ese montón de extensiones, ni siquiera se veía su cola.
Los sollozos de Jaken me tenían harto. Me des concentraban.

—Cállate sapo —Le dije. —Sesshomaru no morirá. —Me ignoro y siguió llorando. Dios mío, qué insecto tan llorón. Ni siquiera Shippo llora tanto.

Corrí y de un salto llegue donde estaban todas esas extensiones juntas. Comencé a cortar con colmillo de acero, no pasaba nada. ¿Porque no podía hacer nada? ¿Cómo este tipo era tan fuerte? Este imbécil de Sesshomaru, entiendo que no nos llevemos muy bien pero él no merece morir de esa manera. Tenía que salvarlo, no me importa si quiere o no mi ayuda, ahora eso no es una elección. —¡Mierda, mierda! —Gritaba mientras cortaba pedazos. Me sentía inútil, era la primera vez que me sentía inútil. ¿Este es el fin de todo? No, no lo es, es muy pronto para que todo acabe de una manera tan patética.

—¡InuYasha, mira! —Gritó Miroku. Una luz comenzaba a salir de ese montón de extensiones, de un salto me aleje de el. Qué extraño. ¿Qué está pasando? ¿Qué es esa luz? Le dije a los chicos que se alejaran un poco más, tal vez sería una explosión grande o no se, pero no podría mantenerlos en riesgo.

—Esta sucediendo —Dijo alguien con una voz muy conocida.

—¿Totosai? —Pregunte. ¿Qué hacia ese viejo ahora? De repente todas esas extensiones se separaron en una explosión. Ahí, en medio estaba Sesshomaru, normal como si nada hubiera pasado a excepción de que ahora una luz verde apareció en su brazo izquierdo, ¿Eso era a caso..?

—¡Señor Sesshomaru! ¡Está recuperando su brazo! —Gritó Rin emocionada. Jaken comenzó a dar brincos. Así que era eso, su brazo. El que le corte con colmillo de acero.

—Sesshomaru ha logrado alcanzar los poderes de su padre. Por eso ha recuperado su brazo y junto con el una nueva espada que llevaba en su interior, Bakusaiga —Dijo Totosai mirando con atención a Sesshomaru que ya tenía el brazo y la espada—. Tu espada tiene el poder de destruir todo e impedir que se regenere.

—¿Entonces esta espada..?

—Sí Sesshomaru, la llevabas en tu interior. No es heredada de tu padre. —Sonrió Totosai. Eso es impresionante, tanto que ese idiota peleo por Colmillo de acero y solo era cuestión de tiempo para tener una mejor—. Anda prueba la espada.

Sesshomaru no lo pensó, Tokijin fue como basura lanzada al suelo y de inmediato apuntó a Magatsuhi con su espada, de ahí salió una luz verde amarillenta y comenzó a destruir el cuerpo de Magatsuhi. El trataba de regenerarse pero no podía así que decidió encerrarse en una barrera de energía y escapar con Byakuya. Que cobarde.

Sesshomaru descendió y Rin y Jaken corrieron hacia él felices mientras gritaban "Que bueno que está bien". Miroku y Shippo también se acercaron para ver mejor la espada. Sinceramente se ve que es una espada genial.

—¿Dónde está Kagome?

¿Y ahora porque el pregunta por ella? Pensándolo bien, Kagome estaba muy preocupada por el, incluso lloraba.
Tal parece.. Que me he dado cuenta que no era el único al que le importaba Kagome.

Ya la he perdido, no vale la pena luchar por algo que alguna vez tuve y que se fue por la misma razón, por mi.

¿Qué me has hecho, mujer? || Sesshomaru y Kagome.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora