Después de aquel encuentro con Inuyasha en la tumba de su padre, y esa muchacha extraña que suele acompañarlo.. Sesshomaru comenzó a sentirse extraño y Kagome también.
➡️Los personajes pertenecen a Rumiko, la historia es mía.
➡️La imagen de la port...
La voz grave y neutra de ese demonio la hizo abrir los ojos en grande. La corona de flores que tenía en sus manos cayó al suelo y su corazón reaccionó de manera violenta. Su labio inferior tembló pero luego apareció nuevamente una gran sonrisa.
Por unas horas temió no volverlo a ver, no volver a besarlo. Estaba enamorada de él ¿cómo no sentir temor de no volver estar a su lado? Sesshomaru se había robado por completo su corazón. Al principio fue cruel, trató de matarla pero le demostró lo que otros no; la quería.
Se volteó.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Sesshomaru..
De un salto y extendiendo sus brazos, se lanzó hacia el demonio y rodeó su cuello con sus brazos. —Eres una idiota —Le dijo Sesshomaru acariciando su cabello. Si no fuera tan frío posiblemente las lágrimas ya estarían saliendo de sus ojos por la felicidad de volver a verla.
Los demás miraban con una sonrisa tierna y a la vez divertida a la pareja. Todos estaban felices pero nadie podía estar tan feliz como aquella pequeña niña de cabello castaño.
Ver a Sesshomaru y Kagome juntos era todo un sueño cumplido. Juntó sus pequeñas manos y un sonrojo apareció en sus mejillas, estaba feliz. Siempre lo estaba pero ese momento era único, simplemente daba gracias a cualquier ser espiritual que existiera por lo que pasaba.
—Es bueno ver que están juntos de nuevo —Dijo la anciana moviendo la sopa que estaba haciendo.
—La señorita Kagome es una joven maravillosa. Merece ser feliz. Aunque me hubiera gustado que Inuyasha estuviera con ella.. lástima que es un tonto —Cruzó los brazos haciendo una mueca divertida. Luego miró a Sango de Reojo—. Ahora que todo esta bien...
—¡Excelencia! —Exclamó Sango cuando el monje la agarro de las manos con un sonrojo.
—Por favor Sanguito, ya no me llames así —se acercó a ella con su típica sonrisa seductora—. Llamame "querido".
—¿Ehhhh? —La cara de la exterminadora era un poema.
—Oh Sanguito.. ¿Quieres casarte conmigo?
Kagome, Shippo, Rin, todos miraron a la pareja con una expresión de sorpresa. Kagome sabía que Miroku si estaba enamorado de su amiga pero por sus genes no podía evitar ser mujeriego. —Sango, ¿Vas a decir que no? —Pregunto divertida.
—¡Hermana!
—¡Kohaku! Ah.. ehh.. yo puedo explicarlo.. n-no..
—Kohaku, no te enojes con la señorita Sango, ella quiere casarse —Rin se acercó a la nombrada y dejó una corona en su cabeza. Sango soltó las manos de Miroku sin dejar de mirar a su hermano que apareció de la nada con la sorpresa reflejada en el rostro.
