"—Eres humana. No podría sentir otra cosa por ti que no sea odio o repugnancia" —Esa respuesta no le servía a Kagome, a parte de que no era a eso a lo que se refería. Tímidamente bajo su mirada a la manga izquierda del kimono de Sesshomaru, ese sentimiento de culpa al ver que le faltaba un brazo la carcomía por dentro; dio un suspiro pesado y volvió a mirar al frente.
—¿Pasa algo? —Preguntó el demonio con el ceño fruncido. Kagome negó con la cabeza y nadie dijo nada más.
Sesshomaru y Kagome fueron envueltos por el silencio. A ella le molestaba y a la vez le incomodaba mucho estar en silencio, quería hablar más con él pero dudaba que le dijera más de 5 palabras así que prácticamente hablaría sola, a Sesshomaru le daba igual, aunque el silencio le ayudaba a pensar mejor y lo hacía sentir tranquilo.
Mientras caminaban Kagome se la pasaba esquivando piedras por miedo a caer, el camino se le hacía eterno y ya se estaba cansando.—¡Ay! —Estuvo a punto de caer pero agarro equilibrio, se tambaleó un poco e hizo que su mano chocara con la de Sesshomaru, él se detuvo.
—Es aquí —Dijo con poco interés. Kagome se detuvo y pudo ver a sus amigos a lo lejos descansando, sonrió aliviada. El demonio solo observaba a la joven sacerdotisa en silencio y luego se dio la vuelta para ir con sus acompañantes, pero la fría mano de Kagome lo detuvo, ambos se miraron un momento hasta que ella decidió hablar.
—¿De verdad lo que sientes es sólo por ser humana? —Le preguntó Kagome, sus ojos brillaban y examinaban a fondo los ojos ámbar que tenía en frente en busca de una respuesta que no llegaba. Sesshomaru no entendía a que se debía la repentina pregunta de la muchacha y tampoco daría explicaciones. —¿No me odias por..?
—No, y no es tu problema. —La interrumpió—. Deja de culparte por algo insignificante y ocúpate de tus propios asuntos —Le dijo y se soltó de Kagome para desaparecer del lugar. Ella resopló con decepción y caminó hacia donde se encontraban sus amigos y descansar un poco, al otro día no sabía que mirada dedicarle al híbrido o qué tono usar al hablarle, ni siquiera sabía si quería seguir cerca de él.
Mientras se acomodaba para dormir, en medio del bosque se veía al demonio caminando tranquilamente, no dejaba de verse la mano y el momento en que su mano choco con la de la sacerdotisa se aparecía en su mente a cada momento, gruñó molesto con sí mismo por pensar cosas realmente repugnantes, en ese momento le daban ganas de arrancarse la mano con su veneno pero no le quedó de otra que ignorar lo que pasó momentos atrás. Esa muchacha de vestimenta extraña le pasó tranquilidad a sus ser con sólo un toque, su mirada le daba calidez y eso él no podía aceptarlo le molestaba mucho al darse cuenta de qué estaba teniendo pensamientos tontos acerca de una humana.
—Patético —Susurró. Detuvo el paso al ver a la sacerdotisa muerta, ahí estaba ella parada observándolo sin ninguna emoción, Sesshomaru no dijo nada y avanzó de nuevo pasando al lado de la mujer. Kikyo frunció el ceño al sentirse ignorada. —Eres desagradable —Mencionó Sesshomaru con la misma indiferencia de siempre. Kikyo apretó los dientes y lo apunto con una flecha, una risa amarga salió de la boca del albino y siguió caminando. Era cierto, esa mujer se le hacía lo más desagradable que pudo haber visto nunca y se le hacía todavía más que su hermano estuviera enamorado de un poco de barro, además de que por alguna razón le molesto lo que hizo esa mujer para hacer sentir mal a Kagome, él no entendía, no sabía muy bien por qué. Cada vez se molestaba más con él mismo por sentir enojo sólo porque hicieron sentir mal a una mujer de una raza inferior. Patético, estúpido, débil, así describía Sesshomaru los sentimientos hacia los humanos, no es algo de lo que uno deba sorprenderse, su padre engaño a su madre con una mujer humana y trajeron al mundo a un ser que no es demonio ni es humano, gracias a su madre pudo superar eso. Irasue era y es una mujer que no le da importancia a las cosas y desprecia un sentimiento llamado "amor" y le influyó a su hijo el odio, el rencor y el deseo de la supremacía sin tener obstáculos estúpidos y que resultan ser una gran pérdida de tiempo. Chasqueó la lengua y emprendió vuelo para ir a buscar a Jaken y a Rin, esta última se podría decir que es la única a la que el gran demonio tolera tener cerca, y aunque el no lo sepa, esa niña humana es lo más valioso que tiene consigo y le tiene un cariño incondicional.
—Qué tipo tan insolente —Dijo la sacerdotisa bajando el arco para luego comenzar a caminar junto a sus serpientes que en este acaso ellas volaban. Mientras InuYasha no la encontrara desagradable a ella no le importaba lo que dijeran otros seres, de todas formas él era el único que podía juzgarla.
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¿Qué me has hecho, mujer? || Sesshomaru y Kagome.
FanfictionDespués de aquel encuentro con Inuyasha en la tumba de su padre, y esa muchacha extraña que suele acompañarlo.. Sesshomaru comenzó a sentirse extraño y Kagome también. ➡️Los personajes pertenecen a Rumiko, la historia es mía. ➡️La imagen de la port...