¿Qué me has hecho, mujer? || Sesshomaru y Kagome.

Capítulo 17.

—¿¡Dónde estabas!? —Reprochó el híbrido al siguiente día. Kagome estaba recién levantándose pero estaba con pequeños raspones y su cabello estaba suelto, algo desordenado. InuYasha se sentó a su lado entre cerrando los ojos sospechando. Sango, Miroku y Shippo estaban afuera. Kagome bostezo y parpadeo varias veces para poder enfocar bien a InuYasha.
No recordaba casi nada, su mente estaba en un proceso de carga. InuYasha bufo molesto—. Te he hecho una pregunta, Kagome —Dijo entre dientes. Kagome frunció un poco el ceño.

—¿Qué no ves que apenas me estoy levantando? —Pregunto molesta. Se levantó del Futon. A InuYasha le hirvieron las mejillas al ver que Kagome no traía casi nada de ropa y ella aún no lo sabía. InuYasha se quitó su haori y se levantó para luego ponérselo a Kagome algo apenado. Ella levantó una ceja confundida—. ¿Q-qué pasa?

—Es que.. No traías casi nada de ropa — Admitió sonrojándose aún más Kagome también se sonrojó furiosamente y se cubrió más con el haori de InuYasha.

—Gracias —Dijo apenada.

—¿Me vas a decir ahora dónde estabas? Desapareciste de la nada casi toda la noche — Kagome se puso a recordar por un momento. Como estaba recién levantándose aún no recordaba muy bien lo que había pasado la noche anterior—. Te encontramos en la orilla de un lago —Le dijo InuYasha tranquilamente. Fue cuando Kagome recordó. Los colores volvieron a aparecer en su rostro. Había estado toda la noche con Sesshomaru. Incluso se quedo dormida en ese lugar corriendo el riesgo de que alguien pudiera hacerle daño—. Y también el olor de Sesshomaru está impregnado en todo tu cuerpo —InuYasha miro a otro lado algo decaído. Kagome tenía la cabeza gacha, InuYasha estaba malinterpretado todo. Ella no había hecho nada con el demonio, simplemente hablaron por un rato y ella comenzó a dormirse sentada, Sesshomaru lo noto y se recostó a un árbol para que ella se pusiera entre sus piernas y el la acobijaría con su estola.

FlashBack.

Kagome estaba aún sentada abrazando sus piernas. Luchando para que el sueño no la alcanzara. Sesshomaru la observaba detenidamente así que decidió ir a recostarse en el árbol que estaba cerca. —Kagome —La llamo. Ella reaccionó y lo miro por un momento. Sus ojos estaban entre cerrados del sueño—. Ven aquí —Le dijo el. Kagome se levantó y camino a él para luego sentarse entre sus piernas y caer dormida. La noche estaba algo fría así que Sesshomaru decidió ponerle la estola encima y cubrirla.
Cuando amaneció, Sesshomaru desapareció y dejó a Kagome recostada en el árbol, InuYasha y los demás estaban muy cerca y él quería ahorrarse problemas con su medio hermano.

—¡Aquí está! —Gritó el pequeño zorro. InuYasha llegó, seguido de Sango y Miroku. Todos se quedaron extrañados al ver a Kagome durmiendo tranquilamente recostada en el árbol. InuYasha notó que había algo distinto. Su cabello estaba suelto y desordenado, tenía algunos raspones y el cruce de la Yukata estaba un poco más abierto. Se acercó con cuidado y la olfateo. Apretó los puños al saber de quién se trataba.

—Ese maldito..—Susurró InuYasha—. Hay que llevarla de vuelta, Miroku llévala yo los alcanzo después. —Al terminar de decir eso se echó a correr siguiendo el olor de su hermano pero no pudo encontrarlo. Quería arrancarle la cabeza, destrozarle el cuerpo con su viento cortante o el bakuryuuha. Quería matarlo. InuYasha pensó que Sesshomaru le había hecho algo a Kagome, pensaba que los raspones eran hechas por las garras pero realmente se las hizo ella sola mientras atravesaba el bosque.
InuYasha pensaba que pasó algo más y se sentía molesto y hasta algo traicionado. Quería una explicación, una buena explicación de lo que había pasado, por eso esperaría a que Kagome despertara.

Fin de Flashback.

—No es lo que piensas InuYasha, en serio —Le dijo Kagome volviendo a sentarse—. No hice nada por lo que tengas que alarmarte. Solamente hablamos y luego me dio sueño y dormí cerca de él. Fue todo.